La ONG Codehciu detalla en su informe anual que la impunidad favoreció que la violencia armada con enfoque de género haya cobrado más víctimas: 237 en total.

Ciudad Guayana. La Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) tilda la situación de alarmante. La “situación” a la que se refiere es el asesinato de 237 mujeres, de acuerdo con el resultado que arrojó un año de investigación, entre abril de 2018 y abril de 2019, en los estados Monagas y Bolívar.

La violencia armada es hoy una de las principales causas de estos casos. Destacan muchos. Por ejemplo, el de Rosmary Torres, de 43 años, que asesinaron con cinco balazos en el pecho y uno en la boca, en mayo de 2018 en Unare, Puerto Ordaz.

“El número que registra el informe anual del Observatorio de Violencia Armada con Enfoque de Género (Ovaceg), creado por Codehciu, es una cifra que alarma: 237 mujeres entre abril de 2018 y 2019; en los casos existen femicidios pasivos, activos, aumento de la violencia sexual, y otros elementos que vulneran sus derechos”, apunta el informe.

De acuerdo con las cifras del observatorio, los municipios en los que hubo más asesinatos de mujeres son Caroní (En Bolívar) y Maturín (Monagas). El Callao y Las Cocuizas, respectivamente, fueron las parroquias más violentas en ambos estados.

“Hubo 47 víctimas de violencia sexual en ambos estados y 37 casos de femicidios en grado de frustración”.

Solo en el discurso
En el informe, presentado esta semana, la ONG advierte que el Estado venezolano no aplica las medidas necesarias para frenar este tipo de crímenes. Al igual que niños y adolescentes, las mujeres no están protegidas:

“Las mujeres se han convertido en víctimas por razones de venganza, tanto de grupos delictivos como de funcionarios policiales. También han sido víctimas colaterales de venganzas perpetradas en contra de sus parejas o familiares cercanos. En los últimos meses, los presuntos enfrentamientos entre órganos de seguridad y supuestos delincuentes han tenido víctimas femeninas, al menos dos han fallecido, otras (incluyendo menores de edad) han resultado heridas”.

El promedio de edad de la mayoría de las víctimas oscila entre los 15 y los 26 años.

En el documento, la ONG concluye exhortando a “impulsar los derechos humanos de la mujer ante la violencia que la rodea, siguiendo lo consagrado en la plataforma de Acción de Beijín, aprobada en septiembre de 1995. Se trata de un programa encaminado a crear condiciones necesarias para la potenciación del papel de la mujer en la sociedad: pretende eliminar obstáculos que dificultan la participación activa de las mujeres en la vida pública y privada”.


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