Henry Meza, de 29 años, recibió un tiro en la cabeza cuando llegaba a su casa en el sector Graveuca de Petare. Estaba apurado por buscar a su hijo y por eso se fue en motocicleta y no agarró la cola con su padre.
Caracas. “Cuando las cosas tienen que pasar, pasan. No fue culpa de nadie”. Hendry Meza ocultaba su tristeza tras unos lentes oscuros y una gorra color clara, sentado desde un banquito en la morgue de Bello Monte. Esperaba el cadáver de su hermano mayor, Henry Meza, de 29 años, a quien mataron a las 8:30 p. m. del miércoles.
Henry estaba a 100 metros de su casa, en el sector Graveuca de Petare, cuando fue abordado por delincuentes para robarle la moto HJ Sky Hawk, color azul, que le había prestado un tío porque la suya la estaban reparando tras un choque.
La tarde del 2 de noviembre, Henry se demoró en salir de su trabajo en un taller de embobinado de motores, ubicado en Santa Rosalía, por el palo de agua. Se quedó con su papá y unos compañeros esperando a que escampara.
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Como se hizo tarde pensó en irse con su padre en el carro, pero terminó agarrando la moto porque debía llegar rápido a buscar su hijo mayor, de tres años, a la vivienda de su expareja.
Su papá iría tras él, pero se devolvió porque había dejado el celular y él siguió. Al llegar al barrio vieron un bululú de gente, pensaron que habían matado a alguien pero no se detuvieron hasta que la esposa de Henry, que iba en la parte trasera del vehículo gritó: “¡Ese es Henry!”.
De inmediato lo montaron en el carro y lo trasladaron hasta el hospital Domingo Luciani, en El Llanito, pero ingresó sin signos vitales.
“Lo que son las cosas vale, él se iba a ir con su papá pero se fue antes con la moto. Siempre se iba en carro si era tarde y gracias a Dios no iba con el niño”, dijo un amigo de la familia y compañero de trabajo, que apoyaba a sus parientes en este mal momento.
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Otros muchachos que trabajaban en el taller llegaron hasta la medicatura forense, a estar con su padre y hermano. Abrazaron a Hendry, quien se desplomó en llanto al hacerlo.
“Nunca pensé que nos pasaría esto en la familia, ese sector dentro de lo que cabe es tranquilo. Solo puedo decir que mi hermano era un chamo trabajador y sano”, dijo mientras veía sus fotos en la red social Facebook, para mostrárselo a los periodistas.
La víctima vivía con sus papás, su esposa y su bebé de un mes de nacido. Trabajaba desde hace 14 años en el taller, un negocio familiar. Era el mayor de tres hermanos, la menor es una hembra.
“Tenía 13 años conociéndolo, un gran muchacho, me hicieron sentir de la familia en el trabajo, no entiendo por qué pasan estas cosas”, sostuvo un compañero laboral.
Se conoció de manera extraoficial que entre miércoles y jueves fueron ingresados 19 cadáveres a la morgue de Bello Monte.
Foto: Yohana Marra
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