Debido a la escasez del líquido, una vecina decidió llenar de pancartas su fachada y la de sus vecinos para hacer saber a todos los transeúntes y choferes que pasen por la zona el grave problema que enfrentan en ese sector.

Caracas. Los habitantes de Los Mecedores de la parroquia La Pastora, desde hace más de un mes sufren la escasez de agua. Al momento de publicación de esta nota, Magally Muñoz, quien vive en ese sector desde hace más 50 años, asegura los primeros días de enero dejó de correr el suministro por las tuberías de su casa. Ella lleva su cuenta: 33 días para ser exactos.

Vivir sin agua se ha vuelto un dolor de cabeza para ella, su familia y sus vecinos, que se las ingenian y racionan el líquido lo más que pueden porque no tienen la menor idea sobre cuándo se normalizará el servicio.

“Diariamente en mi casa gastamos entre Bs. 3000 y Bs. 4000 para comprar pipotes de agua —cada uno cuesta Bs. 1000—, y aparte gastamos más dinero para comprar agua potable”, dijo Muñoz, quien es profesora de artes, jubilada hace un año.

Para dar a conocer la situación que viven la mayoría de las personas en Los Mecedores, Muñoz optó por hacer unas pancartas y pegarlas en la fachada de su vivienda, y además, le pidió permiso a otros vecinos para pegarlas en las casas de ellos también, de manera que todo el que pase lea y sepa la grave escasez de agua a la cual las autoridades no dan respuesta.

Informó que hace dos semanas, dos camiones cisternas acudieron al sector a llenar los tobos, pipotes, y cualquier recipiente que tuvieran las personas para almacenar agua. Ambos camiones estuvieron hasta bien entrada la noche en el sector, ya que la mayoría de la gente no tenía ni una gota de agua en su residencia, e hicieron una gran cola para llenar lo que tenían y lo que podían cargar.

Esta es una de las pancartas que Magally Muñoz escribió y pegó en el portón de uno de sus vecinos.

“Aquí en mi casa pagamos todos los servicios, y no tenemos nada de agua. Nada. Cuando vamos a Hidrocapital, nos reciben las cartas y lo que sea que le entregamos pero no dan una respuesta concreta al problema. Nadie dice nada, nadie sabe nada”, acotó.

Durante ese viacrusis de 33 días, —hasta este 17 de febrero— Muñoz recuerda que durante todo ese tiempo solo en una ocasión llegó el suministro de agua en las tuberías de su casa, pero durante dos horas, que no le alcanzó para llenar el tanque de su casa.

“Hay casas que sí les llega agua, pero no sabemos porqué, hay vecinos que no tienen problemas con el agua, otros sí tenemos, otros les llega de vez en cuando. Es un desorden e Hidrocapital no nos dice nada”, aseveró.

Muñoz expresó que un grupo de los vecinos de ese sector había acordado trancar la avenida Boyacá —Cota Mil— pero justo el día que lo iban a hacer, el suministro llegó al sector y no llevaron la manifestación a cabo.

Incontables problemas

Gastar entre Bs. 3000 y Bs. 4000 diarios solo para tener agua en su casa, pega en el bolsillo, a eso se le suma que el camión del aseo dejó de pasar por la zona, pero ya ni ella recuerda hace cuánto tiempo fue eso. Es por ello que le pagan a unas personas para que bajen la basura hasta el container y así poder “medio resolver” esa dificultad.

A la escasez de agua y la indiferencia del camión del aseo, se añade también que desde el 16 de octubre del año pasado no han llegado las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) a las familias que se anotaron en la lista del consejo comunal de la zona.

“Estamos sin agua, sin aseo, no nos llegan las bolsas del Clap, lo que falta es que nos quiten la luz”, se quejó Muñoz.

Fotos: Charlie Barrera


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