Milicia Bolivariana ronda de día y de noche por el Hospital Universitario de Caracas

Los funcionarios vestidos de color ocre están en todos los pisos del centro de salud, pero son más numerosos en el piso 2, justo en la entrada de la cocina principal. Además revisan los bolsos de las personas que salen de las instalaciones.

Caracas. Ahora por los pasillos del Hospital Universitario de Caracas (HUC) no solo caminan médicos, estudiantes de medicina, enfermeras, camilleros o los familiares de los pacientes. Desde hace unos meses hay nuevos inquilinos que rondan cada uno de los 11 pisos del nosocomio. Un grupo de funcionarios de la Milicia Bolivariana está día y noche en el centro de salud, ya sea apostados en las puertas o sentados al lado de los ascensores, vigilan y están pendientes del “buen funcionamiento” dentro del hospital.

Solo dos entradas al público tiene el HUC, y en ambas hay al menos un funcionario que custodia y vigilia el ingreso por los accesos. La mayoría son personas de edad avanzada. Unos más ancianos que otros. Su uniforme se distingue a lo lejos: todos usan gorra —aunque no esté haciendo sol—, una franela roja y por encima una camisa al estilo militar, manga larga y un pantalón de un color entre beige y ocre; y para cerrar el vestuario, las acostumbradas botas negras.

La milicia llegó luego de que la que era directora del hospital [Antonieta Caporale] fuera designada Ministra de Salud. Poco a poco comenzamos a ver más funcionarios y ahora están aquí día y noche, informó una trabajadora del centro asistencial que prefirió no revelar su identidad para evitar represalias.

La zona más custodiada del HUC es el piso 2, donde está la cocina principal. En la entrada hay cuatro funcionarios de la Milicia Bolivariana. Toda persona ajena al departamento de nutrición y dietética ubicado en esa ala debe identificarse con los milicianos. Ellos deciden quién pasa y quién no.

[irp posts=”42593″ name=”Melo pasa el testigo en rojo a Caporale, una sucesora que tildan de conflictiva”]

“Ellos están ahí sentados todo el día pendientes de la comida que entra y sale de aquí. Todo lo que aquí se hace es para los pacientes del hospital”, comentó una de las nutricionistas encargadas del servicio de alimentación del nosocomio.

Según una de las obreras de mantenimiento, no hay una cifra exacta de los milicianos. Pero estima que “deben haber como 50 de día”, ya que en la noche, al disminuir el tránsito de personas por las instalaciones, también son menos los hombres y mujeres de avanzada edad que dicen resguardar el deteriorado hospital.

Foto: Francisco Bruzco


Participa en la conversación