Militar denuncia con videos ante la OEA torturas en la sede del Dgcim-Boleíta

DGCIM

El oficial registró con una cámara los tratos crueles e inhumanos a distintos efectivos de la Fuerza Armada. Además, denunció la participación de paramilitares y milicianos cubanos en la Dgcim. Por otro lado, advirtió que existen casas de tortura clandestinas cuya ubicación solo conocen estos dos últimos grupos.

Caracas. El teniente de la Aviación y hasta hace poco funcionario de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Ronald Dugarte Silva, grabó de forma clandestina los calabozos de la sede en Boleíta de este cuerpo de seguridad, donde aseveró se encuentran recluidos los presos políticos y donde son torturados.

Las videos capturados por Dugarte fueron presentados este miércoles durante la sesión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) por la abogada, defensora de Derechos Humanos y directora ejecutiva del centro de investigación Casla, Tamara Sujú.

“Organismos de inteligencia siguen estando al mando del crimen en el país. La tortura no ha cesado, al contrario, se ha incrementado”, apuntó la también representante diplomática designada por Juan Guaidó en República Checa. Desde el instituto Casla han documentado 40 casos de menores de edad de ambos sexos, de civiles y militares.

De acuerdo con Sujú, son los militares los que han recibido tratos más atroces. “Los han colgado, golpeado, los atan de pies y manos, los encapuchan, los tiran en el piso sin darles comida”, acotó. En los videos de Dugarte se aprecia al coronel Mejias Laya, a Caguaripano y otros. 

Dugarte trabajó en la división de investigación del Dgcim, es decir, se encargaba de la búsqueda, captura y custodia de los reclusos. El teniente explica que son adiestrados para estudiar las vulnerabilidades que tiene cada unidad militar, captar a cualquier funcionario “traidor” que murmure, discuta u opine sobre las políticas del Gobierno.

“A cada uno de los analistas nos intentaron sembrar odio ante cualquier persona que estuviera en contra del comunismo. Vi con mis propios ojos milicia e inteligencia cubana junto con venezolanos ir a cada sede de la Dgcim”, dijo Dugarte.

Durante sus seis meses en la Dgcim-Boleíta, Dugarte no pudo ingresar a los sitios de tortura, indicó que estaban restringidos. Escuché gritos y lamentos de tanto dolor. Seguidamente eran apresados con las manos hacia atrás, y les colocaban carpetas o capuchas con cintas adhesivas en los ojos y los mantenían en cuarto oscuro por un mes, detalló.

Por otro lado, dijo que hay unos centros de tortura ubicados en Fuerte Tiuna y lugares clandestinos cuya ubicación solo conocen el personal de la milicia cubana y los grupos de choque —también llamados colectivos.

“Estos grupos armados que llaman colectivos portan credenciales de la Dgcim. Tienen el poder de hacer lo que les venga en gana. Torturan y asesinan. Así como pasa en el Dgcim, pasa en el Sebin y las FAES”, acotó el militar.


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