Los dueños de los ejemplares que hacen campaña en el hipódromo La Rinconada van para siete meses sin cobrar premios por victorias y figuraciones.
Caracas. Siete meses. Ese es el período de tiempo sin cobrar premios que cumplirán este septiembre los propietarios de los ejemplares que cumplen campaña en el hipódromo La Rinconada, principal óvalo de carreras de caballos en el país.
Ante el incumplimiento en la cancelación de los beneficios por pruebas ganadas y figuraciones, los dueños de los purasangres decidieron darle al Instituto Nacional de Hipódromos (INH) hasta esta semana para ponerse al día con sus compromisos, pues de lo contrario no inscribirán a los corceles para las reuniones de la semana que viene en el coso de Coche.
La morosidad del INH afecta a los inversionistas equinos que tienen la responsabilidad de honrar una serie de pagos con el personal de las cuadras donde se alojan los cuadrúpedos, además de tener que lidiar con la inseguridad, la inflación, el estado de la pista que produce lesiones en los animales y hasta las dificultades para conseguir el alimento para los caballos.
“Es impresionante el aumento semanal de los costos de los alimentos del purasangre, a tal punto que me atrevo a decir que mensualmente se elevan por encima del 50 % de su costo. Esta situación ha conllevado al cambio constante de alimentos, lo que genera cualquier cantidad de situaciones desfavorables en los animales, como los cólicos habituales”, explica el crédito del stud Azatlán, Julio Rodríguez, que cuenta con selectivos como My Trainning Mate y My Running Mate.
Rodríguez recuerda que el incremento en los costos de manutención repercute en el monto mensual de pensión que debe pagar cada propietario. El turfman no se explica el porqué del retraso del Instituto con uno de los gremios artífices del espectáculo hípico.
“El INH recibe otros pagos como el de los centros hípicos: es por ello que no entendemos el atraso actual ni dónde están los fondos colaterales de nuestra hípica venezolana. El aumento de los potes de premios tiene que ser llevado de acuerdo con la inflación del país, esa sería la ecuación real y objetiva de la actividad como un todo”, asegura el inversor.
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Noel Kucich Pocaterra es otro de los propietarios afectados por el impago que desde marzo acumula el INH. El dueño del stud Poca Racing y gerente general del haras Los Samanes admite que se mantiene invirtiendo en la actividad por “pasión” y la satisfacción de ver a sus pupilos cruzar la raya en ganancia. Kucich vislumbra en una eventual privatización como la gran solución para el hipismo criollo. “La privatización es algo que está en el ambiente y eso sería la mejor solución. Que entre una empresa privada como socia del gobierno y maneje el hipismo”.
“Ahorita el 70 % de los propietarios son jugadores, es lamentable, pero muchos lo hacen por poder mantener su caballo, ya que con altos costos y sin el pago de los premios, ¿cómo haces?”, se preguntó el propietario de grandes corredores como Running River.
El costo entre pensión, medicinas, cuota de Asociación de Propietarios, alimentos y otras obligaciones que debe desembolsar un poseedor de finasangres puede alcanzar los 455.000 bolívares mensuales, una cifra muchas veces inferior a los premios que ofrece el hipódromo por ganar o figurar en una carrera y que además no son cancelados a tiempo.
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