Hace 10 días se vino abajo una parte de la pared. Alrededor hay tuberías de gas que pertenecen a un edificio. En 2011, el Gobierno destinó Bs. 135.671,00 para la recuperación de la estructura, sin embargo, el problema persiste en la actualidad y ha adquirido dimensiones alarmantes.
Caracas. Desde hace más de dos años, propietarios del edificio Mariscal Sucre, ubicado al borde de la avenida homónima a dos cuadras del Palacio Presidencial, han señalado y denunciado que la pared que separa a esa residencia de las escaleras de la entrada al sector Inmaculada Concepción podría derrumbarse y generar una explosión en el lugar, si cayera encima de las tuberías que suministran gas a todos los propietarios.
El edificio tiene 50 apartamentos en donde residen alrededor de 200 personas, una de ellas es Adela Contreras, presidenta de la junta de condominio, quien aseguró que tanto ella como sus vecinos viven con angustia, que se multiplica cada vez que llueve.
“La problemática de este muro la conocen el Gobierno del Distrito Capital (GDC), los Bomberos del Distrito Capital, Protección Civil, PdvsaGas, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Ya no sabemos a cuál ente acudir para que nos ayude”, contó Contreras.
El sábado 12 de noviembre, a eso de las 5:00 p. m., varios vecinos escucharon un estruendo que les hizo asomarse ipso facto a la ventana. La parte baja de la pared se vino abajo y abrió una tronera por la que cabe una persona.
Comentó Norelkis Marrero, quien también es residente del edificio, que ellos cuentan con una administradora que se encarga de cobrar el dinero del condominio, cuyo monto se estima entre los Bs. 4.000 y Bs. 13.000, con todo, hay casi 10 personas “morosas”, lo que le hace dudar sobre la posibilidad de reunir los fondos para reparar la estructura: “Hay gente que debe el condominio, y menos van a tener dinero para arreglar esa pared. Hace dos años nos dieron un presupuesto para arreglarla y rondaba los 3 millones de bolívares. Era un platal por cada apartamento, ahorita no me quiero ni imaginar cuánta plata es”.
El edificio fue intervenido y pintado de blanco y verde cortesía de la misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor que promueve el Gobierno, sin embargo, cuando los vecinos acudieron para que les ayudaran con la reconstrucción del muro, les dijeron que ellos solamente se ocupaban de restaurar las fachadas de cualquier edificio de Caracas.
Para acceder al barrio Inmaculada Concepción desde la avenida Sucre hay que subir al menos 51 escalones para llegar al primer cruce. A los lados de las escaleras hay dos muros, uno en perfecto estado, con canales de aguas en los bordes y alambre de púas en la parte superior, el otro —que está a punto de derrumbarse— carece de todo eso; cualquiera puede trepar hasta su cima y saltar a la parte trasera del edificio. Cuando lo construyeron no pensaron en la canal de agua y cada vez que llueve, según los vecinos, baja una quebrada.
“Cuando cae un palo de agua por aquí no se puede ni subir, ni bajar. Es imposible debido a la cantidad de agua que baja. Como el muro de nuestro edificio no tiene ningún tipo de desagüe, el agua se empoza y eso creemos nosotros que es lo que ha debilitado la estructura”, afirmó Marrero.
La vecina informó que durante la visita que hiciera el equipo de Protección Civil, les aseguraron que una de las razones por las que la pared se tambalea es porque las bases no fueron construidas más sólidas y no soportan el peso de todos los ladrillos, y con las precipitaciones, la humedad los debilita aún más.
Por su parte, Rosalina Blanco, vocera del Consejo Comunal Inmaculada Concepción, se ha reunido en varias ocasiones con la junta directiva de condominio del edificio Mariscal Sucre para buscar soluciones, ya que en caso de que esa pared se desplome, los perjudicados no solo serán los propietarios de la residencia, sino los habitantes de ese sector que utilizan a diario la escaleras para ir a sus casas y hasta para subir las motos por una rampa que construyeron en la mitad de los escalones.
“El muro es del edificio, ellos tienen que resolver. Nosotros les damos apoyo en lo que podamos. Yo les propuse que para evitar alguna tragedia cerraran la llave del gas y ellos se opusieron. Ellos tienen alguien que les administra el condominio y deberían pagarle para que les solucione ese problema”, recalcó Blanco.
La vocera dijo que pertenece a la sala de planificación en la GDC, allí le informaron que bajarían los recursos para la ejecución de esa obra que “fue aprobada hace 15 días porque es una emergencia. Yo tampoco puedo hacer mucho, tengo que esperar también para que den el dinero”, concluyó Blanco.
Fotos: Mariana Mendoza.
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