Ni el Nazareno de San Pablo se escapó de los violentos

La procesión del santo, que reúne a miles de feligreses cada Miércoles Santo, se vio empañada cuando adeptos al oficialismo irrumpieron la misa que ofrecía el Cardenal Jorge Urosa Savino.

Caracas. Los preparativos para la procesión del Nazareno de San Pablo, cuya casa religiosa es la Basílica de Santa Teresa, y que sería seguida por miles de feligreses venidos de varias partes del país, se vieron empañados por la acción de grupos violentos, identificados políticamente con el Gobierno.

A eso del mediodía, cuando el Cardenal Jorge Urosa Savino ofrecía una homilía para cerrar la programación de las misas iniciadas el martes en la noche, un grupo de sujetos irrumpió la liturgia gritando abiertamente consignas a favor del oficialismo.

Estas personas se sintieron apoyadas y entonaron insultos que llegaron incluso al Cardenal.

La feligresía corría de un lado a otro evitando los empujones, pero no abandonó la iglesia. Más bien pedían “libertad” y parafraseaban partes del Himno Nacional.

Las ofensas del grupo que entró violentando las reglas se regaron en la casa de Dios y los asiduos, muchos de ellos trajeados con la túnica morada, no salían del asombro. En el sitio había personalidades del ámbito político que también repudiaron la agresión.

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La Policía Nacional Bolivariana tuvo que intervenir y al máximo representante de la iglesia católica venezolana lo sacaron escoltado del templo. Horas antes, Urosa Savino había rechazado públicamente la represión policial en contra de las marchas recientes, que arrojaron heridos y detenidos.

Tras esos episodios, la ruta inicial de la procesión que tenía previsto pasar por La Hoyada y El Calvario, se cambió.

La Cofradía de El Nazareno acordó sacarlo por los alrededores, a eso de las 5:30 p. m., debido a la tensión generada por la presencia de grupos de choque del Gobierno en el área.

El Nazareno que fue adornado con dos columnas de orquídeas en el Teatro Municipal, permanecerá en el ala central de la Basílica hasta el mes de junio.⁠⁠⁠⁠ Desde ahí podrá ser venerado por el pueblo católico, la mayoría en el país.

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