La sonrisa de Anyulimar le fue devuelta pese a promesa incumplida del PSUV

Sonrisa Anyulimar

A Yulimar le dieron falsas esperanzas de ayuda para operar a su hija Anyulimar (3 años) del labio y paladar hendido, pero fue finalmente con la jornada anual de la fundación Somos Guayana Sonríe que cumplió el sueño de que su niña tuviera una nueva sonrisa.

Ciudad Guayana. Lejos de recibir una ayuda, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) usó a una niña con labio y paladar hendido, con la promesa de ayudarla para una operación, y así captar el voto de su madre, dispuesta a lo que sea para que su hija fuese operada y tuviera una sonrisa diferente.

Con tres años, Anyulimar fue operada recientemente en una jornada realizada por la fundación Somos Guayana Sonríe, con 20 años de trayectoria. En su caso, su malformación era labio hendido. Es la segunda de tres hermanos. Ella y su mamá viajaron desde Los Pijigüaos, en el municipio Cedeño del estado Bolívar.

Yulimar, su madre, cuenta que aprovecharon su caso solo para darle falsas esperanzas. Le prometían ayudas que nunca recibió. Una señora del pueblo, a la que identificó como Oneila Guape, ofrecía ayudar a la gente para hacer el enlace gubernamental. A cambio, Yulimar tenía que votar por el PSUV, para que ese beneficio llegara. Otras veces le dieron una bolsa de comida.

El tiempo pasó y a Anyulimar no la operaron ni la ayudaron para que la vieran especialistas. Por publicaciones en prensa fue que supo de la existencia de Somos Guayana Sonríe, y entró en la lista de los 30 niños operados entre el 15 y 16 de agosto de forma gratuita.

Marianella Fuenmayor, una de las directoras de esta fundación en la que la acompañan especialistas de Bolívar y Caracas, destacó que la entidad bolivarense es la que registra el mayor número de casos de labio y paladar hendido, al igual que casos de autismo.

Sobre las causas, explicó que esta malformación se debe principalmente a la contaminación, la falta de ácido fólico durante el embarazo y la desnutrición. Detalló también que el metilmercurio, según estudios empíricos, se considera como otro de los causantes. Se trata de un neurotóxico producido por la naturaleza. Al ser tocado por el hombre produce efectos negativos, ya que ataca el ARN de las células y el sistema nervioso central. Los más expuestos son los que trabajan con la minería indiscriminada.

El papá de Anyulimar trabaja en las minas y, además, su mamá no siempre consumió ácido fólico porque no tenía dinero para comprarlo.

Paludismo en la sangre

Caso similar es el de Yulianna Rosales, quien esperaba la operación de su hija Yalitza, de un año de edad. Son de El Callao. Allá, el papá de la niña se dedica a la minería. Tampoco consumía ácido fólico en el embarazo. “A veces no tenía para comprarlo y era eso o comer. Dejé de tomarlo a los siete meses”.

El papá de Yalitza no solo está expuesto a la contaminación por mercurio y metilmercurio, ya ha tenido varios episodios de paludismo. Este antecedente coincidió con los padres de otros niños, como Matías de cuatro meses.

Dairelys Vásquez, de 16 años, es madre de Matías. “Lloré cuando lo vi”, dice luego de que su hijo salió de quirófano, operado de labio hendido. Para la intervención de paladar hendido deberá esperar hasta tener al menos dos o tres años. 

Dairelys asegura que desde los dos meses de embarazo consumió ácido fólico y todo tratamiento que le mandaban. Pero su pareja, de 21 años, trabaja en las minas y con constantes recaídas de paludismo. Se presume que esta enfermedad mal curada, y quedar el vector en el torrente sanguíneo, esté influyendo en la gestación de niños con labio y paladar hendido. 

Karianni, de un año, esperaba por su operación. Viajó con su mamá y su abuela desde Santa Elena de Uairén. Su papá no trabaja en las minas, pero fue su madre la que enfermó de paludismo durante el embarazo y, además, por al menos ese mes no ingirió ácido fólico.

Somos Guayana Sonríe

En total fueron 30 niños los operados por la fundación Somos Guayana Sonríe, durante la primera jornada del año. Esta se hace anualmente, con los debidos chequeos y controles médicos postoperatorios.

Las operaciones de labio hendido, explicaron los especialistas, se realizan a partir de los 3 meses de edad. Las de paladar hendido, a partir de los 2 o 3 años, dependiendo de la complejidad en cada caso. Los niños deben tener la hemoglobina entre 11 y 12, un peso mínimo de 10 kilos. Sin embargo, la mayoría llega con desnutrición y, después de evaluar, permiten pesos de no menos de 6 kilogramos.

Gabriela Roa, madre de Alonso, de cinco meses, no dejaba de llorar de la emoción al ver a su hijo salir de quirófano. Ellas también pasan por un proceso de acompañamiento, ya que la mayoría se deprime al saber de la malformación del bebé al nacer y les preocupa el acoso y la baja autoestima que esa condición le genere al niño.

“Yo no quiero que a mi hija le digan así (chinga o fuña)”, dice una de las madres.

“Para las mamás es una impresión muy fuerte, la mayoría no tiene recursos para pagar una operación, no reciben ayuda, y todas queremos que nuestros hijos nazcan sanos y bellos. Por eso tenemos también el programa ‘Mamá no me escondas’, para empoderarlos, hacerles entender que no están enfermos, que eso se puede revertir y llevar una vida perfectamente normal”, afirma Fuenmayor.

Bolívar pasó de ser el tercero al primer estado con más casos de labio y paladar hendido. De 15 a 20 nacimientos al año, a partir de 2012 se observó el incremento en incidencia hasta registrar aproximadamente 40 casos al año. 

Solo entre junio y julio de 2019, hay al menos ocho nuevos nacimientos de niños con labio y paladar hendido.


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