Mayedes Pacheco, madre de la víctima, contó que unos sujetos se alertaron con la presencia de unos guardias y dispararon. Salía con su bebé de una bodega

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. Luego de terminar unas compras con su madre y su pequeño hijo en la avenida Baralt, Mayedes Pacheco se bajó de la camionetica en frente del Hospital de Clínicas Caracas, este lunes a las 8:00 pm. Antes de llegar a su casa se detuvo en una bodega entre las esquinas de San Pascual y El Carmen de Sarria, a comprar unas cosas.

Pero su hijo, Juanderling Mijares Pacheco, de tres años, se antojó de un helado el cual le compró. Al salir del local, le soltó la mano unos instantes al pequeño para meter el helado en la bolsa y poder caminar más cómodos. Repentinamente escuchó unos gritos: “pendiente ahí vienen los guardias”, acto seguido sonó un disparo.

La madre, de 23 años, se volteó inmediatamente a agarrar a su bebé para protegerlo y lo vio en el piso. Pesando que se había caído lo levantó y al tocarlo se dio cuenta que estaba lleno de sangre, con un impacto de bala en su cabeza.

“Cuando volteo para proteger a mi hijo lo vi en el suelo. Pensé que se había caído y cuando lo agarre sentí el calor y lo pegostoso de la sangre”, recordó.

Al ver a su alrededor, gritando y pidiendo ayuda, no quedaba nadie en la calle, pues todos huyeron atemorizados por los disparos de cuatro jóvenes que se alertaron ante la presencia de los uniformados.

Con ayuda del dueño de la bodega y el hermano de Mayedes, a quien llamó, trasladaron al niño al Hospital de Clínicas Caracas a bordo de una moto, pero llegó sin signos vitales.

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“No puedo entender por qué no me dieron a mí, yo estaba a su lado, por qué le dieron a él”, se preguntaba la desconsolada madre, a quien le temblaban las manos.

La joven, quien estudia administración, recordó que su pequeño estaba emocionado porque este jueves se irían a La Guaira a pasar la Navidad. Cursaba segundo nivel en la UE Colegio Clara Marrero de Monagas, en Sarria, y tenía un hermano mayor de 13 años.

Su abuelo, Gerónimo Pacheco, contó que el niño tocaba cuatro y quería jugar baloncesto. Estaban planeando inscribirlo para practicaran en la zona. Les han matado a dos hijos y hasta el momento no se ha hecho justicia.

En menos de siete horas asesinaron a dos niños en Caracas. A la 1:00 pm del lunes una bala perdida le quitó la vida a Javier Machado, en el barrio Unión de Petare.

Fotos: cortesía Altagracia Anzola


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