La abogada Mónica Fernández comentó que la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) no es una política pública sino un plan temporal y una propaganda política exitosa
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. Si un vecino puede sacar su celular en cualquier sitio de la ciudad y no lo atracan, por ejemplo, entonces la Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP) está dando frutos, pero hasta entonces eso no ha ocurrido.
Así explicó la abogada y defensora de los derechos humanos (DDHH), Mónica Fernández, quien aseguró que el operativo tendría efectividad si el delito disminuyera y no es así.
“Lo que va a funcionar en el país contra la inseguridad es que no haya impunidad y corrupción, de lo contrario seguirán muriendo inocentes y no tan inocentes, y las grandes mafias seguirán actuando”, soltó.
Fernández comentó que la OLP no una política pública, sino un plan temporal que intenta calmar la sed de justicia que tiene el pueblo venezolano, ante tantos crímenes.
“Es un discurso que socialmente necesitamos, es una propaganda política exitosa. El problema de la inseguridad está tan grave que la gente apoya la OLP, es una acción que está dando sensación de seguridad, pero con resultados no es así”.
La abogada, experta en seguridad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aclaró que para detener la inseguridad desbordada del país principalmente hay que evitar que haya impunidad y corrupción, ya que así tendrán éxito las políticas que se empleen.
“No hay control de impunidad; hay jóvenes menores de 16 años con muchos homicidios encima, creo que estamos en el momento más difícil desde el punto de la inseguridad, en el país”.
Violación a los DDHH
Fernández se mostró bastante preocupada con la forma de actuar de los funcionarios en la OLP. Aseguró que utilizan técnicas muy represivas y por lo tanto viola los derechos humanos.
“Fracasa la justicia y el sistema policíal, hasta llegar al punto de una depuración social y eso es peligroso porque muere gente en supuestos enfrentamientos contra la autoridad”, detalló.
Por ejemplo, en el operativo que hubo en la Cota 905 la cantidad de armas decomisadas no guardaba relación con los fallecidos. Los tiros que presentaban algunos de los fallecidos tampoco daban crédito a un verdadero enfrentamiento, pues según familiares los llevaron a centros asistenciales con heridas en otras partes del cuerpo (como en la pierna) y aparecieron con balazos en la cabeza.
“Entonces dónde están el resto de las armas, si supuestamente todos se enfrentaron. Eso es lo preocupante, no están apegados a los derechos humanos”.
Aseveró que al Gobierno se le escapó la seguridad de las manos desde hace mucho tiempo y cree que finalmente está reconociendo el grave problema que enfrentan.
“Jamás apoyaremos un plan en que se mate gente, no es una política pública. Hay que evitar que el delito exista y que haya impunidad. En la OLP no hay transparencia”, finalizó.
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