La Red de Contraloría Social del estado hizo una inspección entre los días 10, 19, 22, 23 y 27 de julio de este año y encontró que esos servicios están próximos a una grave emergencia de seguridad social y sanidad pública. En un informe enviado al Palacio de Miraflores se lee que esas dependencias, medulares para los demás servicios, operan a 25 % de su capacidad.

Caracas. Por los caminos verdes llegó un informe de la situación actual del hospital Universitario Central Dr. Manuel Núñez Mares, ubicado en Maturín, en el cual se descose la grave situación que atraviesa ese puesto asistencial dependiente del Seguro Social.

En el informe, levantado por la Red de Contraloría Social Frente Müller Rojas —y que fue presentado ante el Palacio de Miraflores y en la Vicepresidencia de la República—, se describen las novedades en los laboratorios Central, de Emergencia y de Cuidados Intensivo, los cuales operan a 25 % de su capacidad. Además, dan cuenta de la escasez en Farmacia Central.

En cuanto al análisis de laboratorio Central, descubrieron que tiene una capacidad instalada promedio de 90 % de equipos alquilados a la empresa Científica Industrial, pero la prestación del servicio es baja: 8 %. Ello debido a que los propietarios de los distintos equipos y proveedores de los insumos de reactivos necesarios admitieron que, sin dólares, se les hace imposible importar o adquirir el material en Francia.

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La infraestructura tiene filtraciones en el techo, paredes; faltan los compresores de aire acondicionados centrales, cuatro están dañados y solo operan tres en igual número de sectores específicos de toda el área. Desde hace dos años se presenta esa situación.

En este laboratorio, dice el informe, no se pueden procesar con eficiencia y eficacia oportuna la evaluación respectiva de los distintos exámenes de Químicas Sanguíneas, necesarios para la diversas pruebas o lecturas de los valores requeridos. Se estaría próximo a una grave emergencia de seguridad social, biología y de sanidad publica, debido a que esta dependencia es medular para los demás servicios del hospital.

Otro punto que destaca la evaluación hecha por la Red de Contraloría Social es que hay falta de seguimiento, control, monitoreo y aprobación de créditos en los lapsos respectivos, o se hacen a destiempo.

Fallas a granel

Dada la situación, por ahora solo está funcionando a medias y de forma intermitente bajo un solo turno el área de Química Sanguínea.

El sistema de electricidad no es totalmente autónomo. Está interconectado con unos transformadores a la subestación principal del hospital.

Este nosocomio no cuenta con sistema integral de seguridad e higiene laboral óptimo. Falta dotación de implementos de seguridad personal. En el mes de febrero de este año, tuvo lugar un hurto de equipos de laboratorios que son bienes nacionales del hospital: computadoras, impresoras, microscopio y otros.

Se efectuó la respectiva denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y, al parecer, el delito se cometió en horas no laborables y sin forzar las puertas. Presuntamente se utilizaron las llaves.

Y no solo hicieron una evaluación de la infraestructura y equipos. También se metieron con el talento humano. Sugirieron a la Presidencia realizar entrevistas al personal, pues hay unos que no están comprometidos con el proceso. Plantean ideologización dentro del centro. También informan que no han recibido beneficio del Clap institucional, que no se han conformado los comités socialistas de trabajadores. Se les consultó la frecuencia con que su director, el doctor Briceño, se reúne con ellos o con el personal del hospital, e indicaron que muy poco, por no decir que nunca, se lee en el texto.

Del análisis del laboratorio del área de Emergencia informaron al Ejecutivo que la infraestructura está óptimamente operativa. Sin embargo, en esta dependencia no está operativa el área de Uroanálisisi y de los Tiempos de Coagulación, la cual lleva ya casi tres años sin funcionar.

Dadas las condiciones actuales y el alto costo de los exámenes de manera particular en laboratorios o clínicas privadas, es indispensable que se reactiven estas áreas de gran utilidad para el diagnóstico temprano. Se requiere de igual manera la incorporación de dos bioanalistas más.

Con respecto a la Farmacia Clínica, esta solo cuenta con aires acondicionado en el área de oficina, supuestamente en el resto la falla de una adecuada ventilación es por falta de repuesto. Igual observaron deficiencias en la parte eléctrica, la nevera está dañada desde hace dos meses y necesitan una con carácter de urgencia.

Asimismo, en el documento expusieron que hay falta de estanterías adecuadas para el almacenaje de los insumos y de medicamentos. Observaron las cajas de medicamentos colocadas en unas cuatro paletas de madera deterioradas y evidenciaron un área de depósito mal organizado y con mucho calor, no óptimo para el resguardo de este tipo de insumos.

Los de la Contraloría señalaron que durante la inspección vieron un arrume de medicinas dañadas. Les preguntaron a los trabajadores auxiliares y estos indicaron que fueron dotadas faltándoles meses para vencerse. Al momento de realizar esta visita ya estaban totalmente dañadas.

Acción esta que preocupa y alarma fuertemente debido a la situación económica actual y que por diversas causas se den el lujo de dejar perder medicinas por falta de pericia y planes especiales de conservación, o peor aún, por no efectuar controles de preservación antes, durante y después de adquirir los fármacos, cita el texto.

Farmacia a media máquina

Esta farmacia se abastece o provee de tres dependencias: Servicio Autónomo de Elaboraciones Farmacéuticas (Sefar), la Proveeduría Regional y el departamento de Compras Hospitalarias que reporta a la Administración del hospital y, a su vez, depende de la Dirección General de la misma Institución.

Los responsables del informe igual consultaron la frecuencia con la cual se abastecen y en qué proporción, y el personal les indicó que entre las tres oficinas han venido aportando 20 % de los remedios necesarios. El Sefar es el que más ha entregado antibióticos.

Sin embargo, recibieron denuncias de que, desde hace aproximadamente un año, les fue eliminado y direccionado al área de Almacén lo relacionado con las entregas y suministros a las unidades médicas, como son las soluciones hidroelectrolíticas y parentales y lo concerniente al material médico quirúrgico.

Refieren que desde hace unos cuatro meses no tienen albúmina e inmunoglobina, y hace una semana —para el momento de levantar el informe— solo les llegó 60 dosis de albumina humana, lo cual es insuficiente para la demanda de pacientes que requieren de este tipo de medicamentos.

Otra falla grave es que desde comienzos del año no han recibido dotación de sicotrópicos, narcóticos ni anticonvulsionantes.

Señaló la Red que el impacto social es muy alto y afecta a toda la población tanto rural como urbana, debido a que el sistema de ambulatorios tampoco cuenta con equipos necesarios para el funcionamiento de los laboratorios.

La gente del Frente Müller Rojas sugirió organizar una comisión interventora que realice auditoría, fiscalización e inspección a la instalación física a las distintas Unidades de Servicio Médico, así como a los departamentos de Administración y Organización, Presupuesto/Compras, al Personal y Talento Humano, para determinar los requerimientos y mejoras necesarias con personal experto o perito.

La situación expuesta en este informe es algo que han venido denunciando los médicos y las organizaciones no gubernamentales que defienden el derecho a la salud.

De hecho, en el ámbito gremial se ha defendido la tesis de declarar la crisis humanitaria, algo sobre lo que el Gobierno ha marcado una rotunda oposición.

Mientas, según Dany Golindano de Médicos por la Salud, en el país hay 75 % de fallas operativas en los hospitales, 60 % de quirófanos están inoperativos y hay 78 % de fallas de insumos y medicinas.

Foto: Archivo


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