Familiares de Nayaribe González, de 43 años, denunciaron mala praxis en la clínica Cil Venezuela, ubicada en el CCCT, pues aunque sus exámenes preoperatorios mostraban buena salud, falleció durante la intervención.
Caracas. Nayaribe Esther González, de 43 años, entró a la 1:00 p. m. de este lunes 6 de febrero al quirófano, y no salió más. Su hermana la acompañó desde las 7:00 a.m., cuando llegaron a la clínica de operaciones estéticas Cil Venezuela, ubicada en el piso 1 del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT).
Se suponía que sería algo ambulatorio, sin mayor complicación. Entre 3:00 p. m. y 4:00 p. m. debía estar de regreso a casa. Pero no fue así y, nerviosa, su hermana comenzó a preguntar por ella al personal sin tener respuestas.
Diego Ramírez, esposo de Nayaribe, llegó a las 6:00 p. m. al centro comercial ubicado en Chuao y cuando estacionaba recibió una llamada de la clínica: le anunciaban que algo estaba mal.
En un consultorio le preguntaron si su pareja tomaba algún medicamento y al responder que no, le confesaron que se había complicado durante la intervención y debido a su gravedad tuvieron que llevarla al hospital José Ignacio Baldo, en Antímano.
Una vez en el centro médico, conocido como El Agodonal, la doctora que recibió a Nayaribe le explicó que había fallecido y presumía que habían pasado por lo menos dos horas desde ese momento.
Diego aseguró que ella llevó todos sus exámenes preoperatorios y estaba en perfecto estado de salud, por eso denunció mala praxis. “Unos exámenes están en la clínica y sé que los resultados del perfil 20 se los enviaron al correo”, contó.
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Se investiga qué pudo ocasionarle la muerte a esta estudiante de Derecho de la Universidad Santa María (USM), que además a finales de marzo recibía su título.
El doctor que la operó, Luis Alberto Perozo, fue retenido por averiguaciones, al igual que el anestesiólogo que participó en el procedimiento. Su familia denunció ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el Ministerio Público.
Dejó huérfana a una niña de ocho años. Su esposo comentó que le cobraron un millón 600 mil bolívares por la operación, monto que podría cancelar en cuotas. Llegó a esa institución por la recomendación de una paciente.
Fotos: cortesía
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