La oposición quiere ganar en la “cuna” de la revolución

Los dos candidatos de la MUD, Adriana D’Elía y Rafael Guzmán, realizaron un recorrido por el barrio Las Clavellinas de Guarenas, acompañados por Henrique Capriles

Guarenas. El chavismo bautizó a Guarenas como la “cuna” de la Revolución Bolivariana debido a que en el municipio Plaza se originaron las protestas sociales que encendieron la mecha del Caracazo. Este simbolismo no pasa desapercibido para el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, quien está centrando sus esfuerzos de campaña en este circuito, en el que están postulados dos de sus más cercanos colaboradores: su ex secretaria de Gobierno, Adriana D’Elía y su ex procurador Rafael Guzmán.

A las 11:10 am del 26 de septiembre el jefe del Gobierno regional llegó hasta uno de los puntos más altos del barrio Las Clavellinas de Guarenas. Capriles usaba su habitual gorra tricolor y vestía camisa verde oliva, pantalones grises y unos zapatos deportivos negros gastados por el uso. Desde que se bajó de su vehículo fue el centro de atención, un grupo de mujeres y niños lo rodearon. Hasta sus manos llegaron cartas escritas con mucha antelación. “Desde anoche escuchamos que iba a venir”, indicó una joven que se acercó al excandidato presidencial.

D’Elía y Guzmán cedieron el protagonismo a Capriles, sabiendo que el gobernador es un portaaviones desde el que parten sus candidaturas. En el grupo de gente también estuvieron Julio Borges y Mariana Hernández, candidatos lista de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el estado.

A pesar del calor, que superaba los 30 grados centígrados, el jefe del Gobierno de Miranda parece no cansarse. Entra en las casas y habla con la gente hasta por 20 minutos y cuando su equipo ya está agotado, después de tres horas bajo un intenso sol, sube corriendo las estrechas escalinatas del barrio, entonces se revela el misterio del desgaste de sus zapatos.

Buenas tardes, camarada

El único concejal de la oposición del municipio Plaza, David Viana, explica que en esta zona hay unas 38 barriadas en las que el chavismo suele ganar con 80% de los votos, pero asevera que las cosas han cambiado mucho este año con la agudización del desabastecimiento y las colas. “Antes nos recibían a botellazos, ahora hay mucha receptividad y los que piensan distinto toleran nuestras actividades”.

Poco después se comprueban sus palabras. El gobernador llega hasta la casa de Arnulfo Zamora, quien usa una franela roja y una pañoleta roja en su cabeza. “Buenas tardes camarada”, lo saluda Capriles al verlo, lo que hace sonreír a Arnulfo. “Yo creo que está bien lo que hace, está acompañando a su gente”, dice Zamora cuando se le pide una opinión. Dice que va a votar, aunque ni los candidatos del Gobierno ni de la oposición lo han convencido. “Por aquí pasó Blanca Eekhout, vamos a ver si el ‘Potro’ (Álvarez) me convence”, señala.

Bailando salsa

Capriles es una pesadilla para los organizadores de su recorrido y su personal de seguridad. A mitad de camino el aspirante se mete por una estrecha vereda que no estaba programada. “Por ahí no, eso es candela”, grita con frustración, al ver que el gobernador no le hace caso, uno de los organizadores del recorrido. “Es una imprudencia”, comenta resignado.

Esto lo hará el excandidato presidencial hasta en tres ocasiones. Hacia el final de la caminata por el barrio “El 21” los candidatos a diputados, y quienes lo acompañan, se encontraron con una pequeña cancha de básquet, en la que un grupo de personas escuchan salsa. Inmediatamente se armó una “rueda de pescado” en la que terminaron bailando los dos abanderados de la MUD. Poco después el equipo de prensa de la Gobernación se va del sitio, “es tarde y tenemos que escribir la nota para los medios”, sin embargo, Capriles siguió recorriendo la zona.

Foto: Angeliana Escalona