Organizaciones civiles desmienten que colaboraron en distribución de antirretrovirales

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En un comunicado enviado destacan que solo 3659 personas con VIH recibieron el antirretroviral combinado Tenofovir + Lamivudina + Dolutegravir (TLD) entre mediados de febrero y abril 2019, de un total de 680.000 frascos que fueron donados por el Fondo Mundial de lucha contra el Sida, tuberculosis y malaria en diciembre de 2018.

Caracas. Una reacción en cadena en forma de rechazo generó el reciente reporte de enero a abril de este año emitido por la Oficina del Coordinador Residente en Venezuela con el apoyo de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha) y el Grupo de Coordinación Intersectorial Unete, en el cual afirman que la organización civil participó en la distribución de antirretrovirales.

Se distribuyeron 10 millones de medicamentos para el tratamiento del VIH, con lo que se aseguró el tratamiento de 50.000 personas por tres meses en los 24 estados, en colaboración con la OPS/OMS, Onusida, MPPS y organizaciones de la sociedad civil”.

Esa información circuló el pasado 15 de mayo y en respuesta las organizaciones de la Sociedad Civil —la Red Venezolana de Gente Positiva (RVG+) y la Coalición de ONG del Interior del País (Covip)— desmintieron al Coordinador Residente de las Naciones Unidas, “ya que nunca hemos contribuido a una situación que no existe”.

De hecho, en un comunicado enviado destacan que solo 3659 personas con VIH recibieron el antirretroviral combinado Tenofovir + Lamivudina + Dolutegravir (TLD) entre mediados de febrero y abril 2019, de un total de 680.000 frascos que fueron donados por el Fondo Mundial de lucha contra el Sida, tuberculosis y malaria en diciembre de 2018. Estas medicinas aún se encuentran en los depósitos del Ministerio de Salud.

Los voceros de las agrupaciones que defienden el derecho a la salud de estas personas consideran que la información de las Naciones Unidas es incoherente con la realidad del VIH en Venezuela, puesto que el monitoreo realizado entre noviembre de 2018 a abril de 2019 evidencia que las personas con la patología fueron víctimas del desabastecimiento de ARV que superó 70 % en todo el país.

Respaldan su pronunciamiento con más datos que muestran la severa realidad del acceso a tratamientos antirretrovirales en Venezuela:

  • 17 % de niños con VIH hasta 14 años de edad no recibieron antirretrovirales en 7 estados, de un total de 2100 aproximadamente que lo ingieren a nivel nacional. Estos estados son Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Lara, Portuguesa y Táchira.
  • Mujeres con VIH en periodo de gestación sometidas a tratamientos no acordes con efectos secundarios que no garantizan la adherencia y la no tolerancia, como es el caso del antirretroviral Viraday. No tienen acceso a la terapia recomendada por la OMS como es Lopinavir + Ritonavir (Kaletra) + Zidovudina + Lamivudina, la cual debe ser garantizada por el sistema público de salud. Unas 3930 embarazadas con VIH fueron atendidas entre 2007 a 2016.
  • 500 niñas y niños nacieron con VIH en 2016. Se estima que de cada 10 embarazadas con VIH, a 7 las hacen parir, no les practican la cesárea motivado a prácticas discriminatorias por vivir con VIH y a la exigencia de kits de bioseguridad por parte de los centros públicos de salud.
  • Antirretrovirales vencidos. En manos del Ministerio de Salud se vencieron 6 tipos de antirretrovirales Lopinavir + Ritonavir (Kaletra), Abacavir + Lamivudina, Ritonavir, Darunavir, Zidovundina en ampolla para embarazadas y niños VIH, Zidovudina para adultos con VIH. En 2018 estas medicinas en buen estado fueron donadas por Aid For Aids, OPS, Unicef y Gobiernos de Brasil y Haití a las personas con VIH de Venezuela.
  • Sin reactivos de VIH. No hay de conteo de CD4 y carga viral desde hace 4 años. No hay de genotipo (resistencia viral) desde hace 6 años. Iniciaron la migración de miles de personas con VIH a la terapia TLD sin la prueba de carga viral, por tanto, no existe evidencia clínica de que esta medicina cumpla con su función.
  • Ausencia de especialistas. Un total de 9 consultas no cuentan con médicos especialistas en VIH en Amazonas, Delta Amacuro, Lara, Mérida, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Trujillo y Yaracuy. Del total de 380 médicos, emigraron 54 (14 %) en el 2018.
  • Sífilis sin control. No hay pruebas para detectar la sífilis y 100 % de desabastecimiento de penicilina de 2.400.000 unidades, ni de 1.200.000 unidades y tampoco la penicilina para uso pediátrico.
  • Sin gestión pública. El Programa Nacional de Sida no cuenta con médicos especialistas en VIH ni con personal con experiencia para conducir la política pública en materia de VIH en Venezuela, justo en plena emergencia humanitaria compleja.
  • Abandonada flota de transporte. Se cuenta con 2 unidades de transporte para la distribución de antirretrovirales en 37 farmacias de 24 estados venezolanos.
  • Salud privatizada. Personas con VIH son obligadas a comprar medicinas para el tratamiento de infecciones oportunistas asociadas al Sida, materiales e insumos clínicos, por no ser dotados en los centros públicos de salud.

Además, denuncian que las altas autoridades sanitarias se niegan a dialogar con la sociedad civil desde febrero de 2019 para la implementación del Plan Maestro para el fortalecimiento de la respuesta al VIH/Sida, tuberculosis y malaria en la República Bolivariana de Venezuela desde la perspectiva de la salud pública, tal como acordó en 2018.

En vista de lo anterior, 27 organizaciones civiles exigieron una aclaratoria pública y la corrección de la información por parte de la Oficina del Coordinador Residente en Venezuela, de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha) y del Grupo de Coordinación Intersectorial Unete, ya que con el anuncio incorrecto ha generado falsas esperanzas en más de 80.000 personas con VIH en Venezuela, con respecto a suministros de antirretrovirales para una condición de salud de gran impacto emocional como es el VIH y el Sida; que en el último año produjo cientos de muertes que se hubiesen podido evitar de haberse activado a tiempo los mecanismos de Naciones Unidas para proteger a la población frente a la emergencia humanitaria que sufre Venezuela.

Vale destacar que cuando las organizaciones alertaron a la OPS y Onusida sobre el conteo de los antirretrovirales, el Coordinador Residente, en su reporte del pasado 12 de mayo, bajó de 10 millones de tratamientos a 1,6 millones de tabletas. “Lo que levanta más dudas sobre la distribución”, acortó Alberto Nieves, de Acción Ciudadana Contra el Sida.


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