La oscurana se la pone fácil a los delincuentes del BusCaracas

Alberto Vivas, coordinador general de la asociación civil Familia Metro, señaló que la falta de iluminación se debe a que, actualmente, el sistema no posee los bombillos necesarios para la sustitución. Y en ocasiones, los que están en la paradas terminan en manos de ladrones.

Caracas. Ya cuando pisan las 7:00 p. m., los usuarios del BusCaracas abrazan sus pertenencias con fuerza y agarran duro de las manos a los más pequeños. La falta de iluminación que posee el sistema en al menos ocho de las estaciones —La Hoyada, El Cristo, Roca Tarpeya, Presidente Medina, Inces, Roosevelt, La Bandera y terminal Los Ilustres— de las 11 que componen la ruta, genera temor y miedo.

La presencia de carteristas es fija. Las horas pico son su horario de trabajo para sacar teléfonos, billeteras, dinero y cualquier objeto que algún pasajero descuidado ponga a su alcance. Su modus operandi se basa en lanzar gritos mientras abordan el transporte, para distraer a las personas y entre el caos que se forma, aprovechan de apoderarse de lo ajeno, e incluso, los más arriesgados, pueden abrir carteras.

Para evitar ser víctimas de ellos, hay quienes prefieren examinar los alrededores para detectar presencias sospechosas. La escasez de personal en las estaciones hace que esta práctica resulte necesaria ante la soledad reinante en algunos horarios del servicio.

Con el gentío que utiliza el sistema inicia el “sálvese quien pueda” dentro de sus instalaciones, donde no hay diferencia entre mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y niños. Nadie quiere ser víctima de los delincuentes.

“La semana pasada me intentaron robar unos chamos. Gracias a Dios no me pasó nada, pero como no pudieron conmigo, le quisieron abrir la cartera a una muchacha que estaba delante de mí. Afortunadamente, puse la mano en el cierre para que no se la abrieran”, relató una señora de 66 años, desde la estación El Socorro, quien por seguridad prefirió mantener su nombre en reserva.

La mujer utiliza con frecuencia el transporte, inaugurado en 2012, para trasladarse por el centro de Caracas y sostuvo que el servicio poco a poco ha colapsado debido a la cantidad de personas que hoy día utilizan las unidades, generando que la inseguridad aumente.

“He visto los robos, son grupos de personas que hacen su cola normal, pero cuando llega el bus comienzan a empujar. Hacen que se van a meter también y en realidad lo que hacen es meter mano para sacarle las pertenencias a uno”, indicó en voz baja mientras esperaba abordar una unidad.

Marta Andrade vive en La Bandera y aunque en las mañana usa el transporte para trasladarse hasta su trabajo en La Hoyada, cuando cae la noche prefiere utilizar el Metro, pues la oscuridad la atemoriza. Además, los tiempos de espera por la unidad a veces puede llegar hasta los 20 minutos.

“Cuando te subes o bajas debes tener cuidado aquí en La Bandera. Toda la parada permanece a oscuras y la mayoría nos bajamos aquí, por lo que se presta mucho para que los malandros se aprovechen. A eso añade que en las calles el alumbrado tampoco funciona, estamos a ciegas aquí”, reclamó.

Alberto Vivas, coordinador general de la asociación civil Familia Metro, indicó que la falta de luz en horas de la noche dentro de las paradas se debe a que, en la actualidad, la empresa no posee los bombillos necesarios para la sustitución.

“Y otra razón para la falta de luz, de acuerdo a los comentarios de los trabajadores, es que muchos de los bombillos se los roban y como no hay para sustituirlos, muchas estaciones se encuentran a oscuras. Y la ausencia de seguridad hace más grave la situación” (sic), añadió.

Hay quienes por mayor comodidad prefieren irse hasta la estación Las Flores, de la cual parten los autobuses luego de echar gasolina. En ocasiones, los intervalos de espera generan molestia entre los usuarios, pues ven cómo en la estación terminal se acumulan hasta tres autobuses, pero ninguno presta servicio.

Falta de personal

En el recorrido realizado por Crónica.Uno a lo largo de las 11 paradas que componen el sistema, no se observó en ninguna de las paradas la presencia de algún trabajador u operador, lo que quiere decir que si llega a ocurrir alguna emergencia no habrá respuesta de nadie.

Lorenzo Ramos, pasajero frecuente en la parada de La Hoyada, vio esto como una debilidad, pues si alguien sufre de un robo o necesita una ayuda no tiene a quién dirigirse.

La falta de empleados en las estaciones ayuda a que la anarquía en el sistema se mantenga. Aunque muchos realizan su cola, apenas llega la unidad esto se desdibuja y comienzan los empujones, e incluso golpes, para entrar o salir de los autobuses.

Las pocas veces que los usuarios han observado a algún trabajador, es solo para cobrar el ticket del torniquete. Esta acción no escapa a las miradas sorprendidas dado que el servicio ha sido gratuito la mayor parte del tiempo.

Vivas también detalló que la falta de personal en las estaciones se debe a que muchos empleados se encuentran laborando en el Metro de Caracas.

“Es un tema grave. Las estaciones fueron elaboradas sin planificación y el personal operativo que estaba previsto para el sistema está siendo requerido en el Metro de Caracas, porque también hay ausencia de trabajadores en el subterráneo, por ello no se observa ni vigilancia ni empleados en las estaciones del BusCaracas”, sostuvo.

Fotos: J. Díaz