Las bandejas donde llevan los alimentos tienen seis compartimientos y solo rellenan tres, y en el desayuno dos. La cena la sirven a las 5:00 pm. Los hospitalizados aguantan más de 16 horas para volver comer.
Caracas. Idalia Rodríguez está recluida en el Hospital Clínico Universitario (HCU) desde el 1 de marzo del presente año. Cuando llegó pesaba 54 kilos, ahora 49 kilos. Ella aseguró que ha bajado de peso debido a la mala calidad de los alimentos que les proporcionan a los pacientes.
“Las porciones son muy pequeñas. Parece que la racionaran. Ninguno de nosotros cumple con la dieta indicada por el médico”, dijo Rodríguez, desde la habitación 30-B del servicio de Cirugía Cardiovascular.
La bandeja en donde les reparten la comida tiene seis compartimientos, pero solo a tres le colocan las raciones, las cuales no son lo suficientemente grandes para un adulto. Lo otro que se ha convertido en una molestia es que cada vez que llegan las bandejas los alimentos están fríos. “Parece que la comida la hubieran sacado de la nevera”, se quejó Héctor Rivas quien está hospitalizado también en ese departamento.
En el piso tres, Celina Toro cuida a su hija desde hace dos meses. La menor presentó complicaciones en el hígado y riñones, debido a una hepatitis. Su hija debe tener una dieta estricta baja en grasas y distinta a la de los demás enfermos. Sin embargo el comedor del HCU no le ofrece lo necesario para su pronta recuperación. Hace semanas que ni proporcionan frutas o cereales.
Las sopas que sirven son más agua que verduras y si tienen una presa de pollo o carne es un lujo. No todas las comidas las sirven con jugo aunque la mayoría, según los residentes, son muy aguados y sin azúcar por lo que prefieren ni tomarlo. Los almuerzos, en ocasiones tienen algunas porciones de ensaladas, no obstante los pacientes no confían en la salubridad del proceso de elaboración. Igual se quejan de que los menús son muy insípidos.
Las personas que trabajan en el comedor comienzan a repartir la comida a las 7:45 am para los nueves pisos del centro de salud. El almuerzo llega a las habitaciones entre las 11:30 am y las 12:30 pm. Mientras que la cena la sirven máximo a las 5:00 pm.
“Si uno come a las 5:30 pm ya a las 8:00 pm o 9:00 pm tieme hambre de nuevo, y más si traen siempre un poquito, eso a uno no lo llena”, dijo Roberta Manrique quien tiene a su papá hospitalizado desde hace tres meses esperando una cirugía para uno de sus pulmones.
Idalia Rodríguez, para evitar pasar hambre opta por comprar pan dulce, galletas o algo con qué amortiguar hasta el próximo desayuno. No obstante dijo que todos los cafetines ubicados en la planta baja venden demasiado caro.
“Una galleta Club Social está en Bs. 200. Un café Bs. 400. Cuatro acemitas me valen casi Bs. 500. De paso aquí tenemos que comprar agua mineral porque el filtro está dañado y el agua que entra por las tuberías huele feo”, añadió Héctor Rivas.
Fotos: Cheché Díaz y Charlie Barrera
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