Más de 70 pacientes registrados en la clínica de diálisis en Cagua, municipio Sucre, reclaman insumos, dotación y mantenimiento de la sede y del personal de enfermería. A ellos se suman los casi 300 pacientes que son atendidos en la clínica ubicada en Maracay, en donde ni siquiera hay agua potable.

Maracay. Más de 70 pacientes registrados en la clínica de diálisis ubicada en Cagua, en el municipio Sucre del estado Aragua, corren el riesgo de morir. Desde hace dos meses no cuentan con los insumos que debe proveerles el Seguro Social y la institución se ha quedado prácticamente sin personal de enfermería.

Aunque los pacientes dicen comprender las razones de la renuncia de las enfermeras, reclaman a la institución atención oportuna, pues de ella dependen para seguir viviendo. Actualmente, solo resisten cinco de 13 enfermeras que trabajaban en la clínica. Ellas deben atender a los 73 pacientes tres veces por semana, en dos turnos por la mañana y dos por la tarde, y un promedio de tres a cuatro horas con cada persona con tratamiento de hemodiálisis.

Sin embargo, si acaso somos atendidos dos veces por semana y eso no es lo recomendable, dice Nailé Ramírez, una de las pacientes afectadas.

Diálisis
Con suerte son atendidos dos veces por semana

Sueldos y salarios muy por debajo del mínimo obligaron al personal de enfermería de este centro a renunciar.

 “¿Cómo no se van a ir si lo que ganamos en la quincena es 16,65 bolívares soberanos? El personal ha renunciado porque la empresa no se ajusta a los aumentos decretados por el Gobierno”, denuncia Thais Meza, coordinadora de enfermería en el centro de diálisis de Cagua.

Además de ello, el personal que aún se mantiene recibe maltratos de algunos pacientes que parecen no comprender las razones de las enfermeras: la mayoría de ellas se van hasta caminando porque no hay transporte público o no les alcanza el salario ni siquiera para cubrir este servicio.

La clínica de diálisis en Cagua no cuenta con el debido mantenimiento. Los mismos pacientes, con ayuda de sus familiares, se han encargado de la limpieza de los tanques de agua y de la fumigación. Aseguran que son ellos quienes aún mantienen en funcionamiento este centro.

Esta sede, al igual que la ubicada en Maracay, es una clínica privada para el tratamiento de hemodiálisis que recibe los insumos y medicamentos por parte del Seguro Social. La segunda padece, desde hace meses, una severa escasez de agua que impide la aplicación del tratamiento a más de 300 pacientes registrados, quienes, en varias ocasiones, han tenido que contratar y cancelar de sus bolsillos el suministro de agua por cisternas.

Hartos de la desatención, remitieron una comunicación a Elisaúl González, director general de Salud del IVSS, en la que exponen la grave situación por la que atraviesan y exigen respuestas inmediatas a sus exigencias. De lo contrario, advierten que tomarán las calles, acudirán al Ministerio Público y hasta al Palacio de Miraflores si es necesario.

Prefiero morir en la calle que en mi casa esperando que me resuelvan el problema porque yo sé que no me lo van a resolver”, sentencia uno de los pacientes.

Fotos: Gregoria Díaz


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