Desde 2015, 600 personas registradas en Avepeii reciben las medicinas de manera intermitente. Un día sin esas pastillas tiene sus consecuencias, como ir entre cinco y 15 veces al baño con diarreas crónicas.

Caracas. 2015 y 2016 han sido años fatales para los pacientes que sufren Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII), pues el acceso a los medicamentos se ha convertido en una tarea titánica, aun cuando estas personas no pueden pasar un solo día sin las dosis prescritas. No tomar el remedio les cambia totalmente su calidad de vida. Si no están controlados, sufren crisis de diarrea con sangre, que pueden alcanzar entre cinco y 15 idas diarias al baño.

En el censo que maneja la Asociación Venezolana de Pacientes con Enfermedades Inflamatorias Intestinales (Avepeii), hay 600 pacientes afectados por esta escasez, aunque se presume que en todo el país existen cerca de 3.000 ciudadanos perjudicados por la falta de mesalazina en tabletas.

Las enfermedades inflamatorias del intestino son de origen inmunológico, siendo afectado —en el caso de colitis ulcerosa— todo el colón. Este va inflamándose, lesionándose y generando múltiples úlceras.

En el caso de Crohn, estas lesiones pueden afectar todo el tracto digestivo, desde la boca hasta el ano.

[irp posts=”21189″ name=”Pacientes crónicos no quieren morirse esperando las medicinas”]

Según Nakay González, directiva de la asociación y paciente, esta es una enfermedad de alto impacto que cambia totalmente la calidad de vida. Comentó que desde el 2015 para acá han tenido muchas complicaciones por la ausencia del medicamento, lo cual los pone en alto riesgo debido a que se trata de una enfermedad crónica que debe ser tratada día a día.

Denunció que desde hace nueve semanas no se distribuyen en todos los estados del país las tabletas de mesalazina.

De hecho, enviaron recientemente una carta a la ministra de Salud, Luisiana Melo; al presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), Carlos Rotondaro y al Nuncio Apostólico, Monseñor Aldo Giordano, con el fin de concienciar a los que pueden ayudar en estos casos.

Son niños y adultos los que están sufriendo con estas enfermedades dolorosas y altamente letales, dado que se comprometen otros órganos como riñones, hígado, ojos y hasta la misma piel.

En el documento citaron el caso de una compañera que tiene Crohn y a quien el IVSS del estado Aragua le suministró azulfidina por mesalazina. La azulfidina se prescribe para la colitis ulcerosa, más no para el Crohn. En consecuencia, casusa intolerancia y efectos secundarios.

De los pacientes registrados en Avepeii, 79 % requiere mesalazina, y al estar desaparecido el componente biológico Adalimumab, citó González, el resultado es que en poco tiempo estas personas desarrollan un colon altamente tóxico, con terrible riesgo de mortalidad.

Es por ello que hacen un llamado de atención a los funcionarios Melo y Rotondaro —quienes han desoído sus quejas en otras ocasiones— y al Nuncio Apostólico.

En abril del año en curso quienes padecen estas enfermedades protestaron junto con Codevida, coalición de organizaciones que defienden el derecho a la salud, y expusieron casos dramáticos de niños y adolescentes en estado crítico, con muy bajo peso y talla, producto de las severas diarreas que controlan solo tomando la mesalazina, un fármaco de alto costo que lo da gratuitamente el Gobierno, el cual debe importar y distribuir a través del IVSS.

Foto referencial


Participa en la conversación