Pacientes con paludismo cerraron avenida en Puerto La Cruz en protesta por falta de tratamiento

Foto José Camacho

Enfermos indicaron que desde el pasado 22 de diciembre no reciben la dosis para combatir la malaria que solo se suministra en los CDI de la zona norte de Anzoátegui. Señalaron que médicos de la Misión Barrio Adentro les informaron que en la entidad no hay tratamiento para combatir la enfermedad.

Puerto La Cruz. Cansados del ruleteo al que afirman haber sido sometidos, alrededor de 150 personas cerraron la mañana de este lunes la avenida municipal de Puerto La Cruz (edo. Anzoátegui) en reclamo por la falta en el suministro para el tratamiento contra el paludismo por parte de los Centros de Diagnóstico integral (CDI) dependientes de la Misión Barrio Adentro.

Pacientes indicaron que desde el pasado 22 de diciembre, los médicos del CDI Fabricio Ojeda, ubicado en la mencionada artería vial, les indicaron que se encontraban de manos atadas al no tener disponible las dosis para combatir la malaria.

Ya estamos cansados de esto, el viernes nos dijeron que viniéramos el sábado y ese día que viniéramos hoy y hoy nos dicen que en el estado Anzoátegui no hay tratamiento para el paludismo. Yo tengo a mis dos hijos de 21 y 24 años, junto con mi esposo, enfermos y solo han recibido tres dosis. ¿Cómo hacemos? no tenemos para pagar un tratamiento privado, sostuvo Lilimar Rodríguez, quien reside en el sector Vidoño de Barcelona.

Temor a complicaciones

Y no solo pacientes procedentes de la capital anzoatiguense había en el lugar. Enfermos de los sectores Las Charas, San Diego (Puerto La Cruz) Guanta y Mayorquín se unieron a la protesta.

Aunque afirma que no contrajo la enfermedad en la zona de Puerto La Cruz donde habita, Yibre Hurtado es uno de los pacientes que se sumó a la manifestación, a la que acudieron funcionarios de la Policía Municipal de Sotillo y Guardia Nacional para disuadir en el cierre de la vía.

A simple vista se ve que Hurtado padece buena parte de los síntomas de la dolencia: su color de piel es amarillo, el borde de sus labios presenta una mancha blanca y apenas alcanza a escribir su nombre en una hoja de papel.

Refirió que contrajo la malaria tras encontrarse en una faena de pesca en el estado Sucre.

Tenía varios días trabajando como pescador en Sucre. Una noche estábamos en el mar y cuando recogíamos el tren sentí un mareo y escalofríos, me hice el examen y me diagnosticaron paludismo vivax. Desde el 22 de diciembre no he recibido tratamiento y temo que esto se me complique.

Saúl Hernández, familiar de uno de los enfermos, exigió al Gobierno dotar a la entidad de las dosis para combatir la “epidemia”. Aseguró que además de adultos, hay niños y ancianos padeciendo la enfermedad.

Este Gobierno debería eliminar el fulano bono ese del Niño Jesús y comprar eso en medicinas. Nuestros familiares mueren de mengua y ellos no hacen nada, dijo Saúl Hernández.

La mayoría de los manifestantes provienen de las zonas populares y rurales de la zona norte de Anzoátegui.

Yorgelis Núñez, de 23 años y con un bebé en brazos, es una de ellas e indicó que tras navegar por internet, descubrió que hay quienes ofertan las ocho dosis que necesitan en Bs. 500.000 cada una.

¿Cómo esa gente puede tener esas pastillas si se supone que solo el Gobierno las suministra y aquí te dicen que no hay nada? Mientras tanto, nosotros nos morimos, indicó.

Al borde del colapso

Humberto Omaña, director de Salud del estado, advirtió que el principal centro asistencial de la entidad, el hospital Luis Razetti de Barcelona, está a punto de colapsar.

Señaló que el pasado fin de semana hubo un foco activo de la enfermedad en la población de Naricual, zona rural de Barcelona. Asimismo, dijo que en el nosocomio se encuentran 85 personas recluidas a causa del padecimiento, la mayoría procedente de esa localidad.

Algunos de estos pacientes se encuentran en malas condiciones. Se trazó como estrategia recluirlos en el hospital porque solo así reciben tratamiento a través de los CDI. El personal de la Misión Barrio Adentro pasa de manera furtiva y dan el tratamiento, no sabemos si las dosis son adecuadas, dijo Omaña.

Omaña refirió que el pasado domingo sostuvieron un enlace con personal de los CDI y estos se comprometieron a regularizar la entrega a una hora específica e intentar estar en contacto con los residentes del hospital Razetti.

Foto: José Camacho


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