Los aires acondicionados de la sala de curas del recinto dejaron de funcionar hace dos semanas, lo que generó la suspensión del tratamiento a cerca de 60 personas de pie diabético.

Maracaibo.  A Lesbia Montero, ama de casa de 68 años, le amputaron tres dedos hace un mes por su condición crítica. Dos veces a la semana acudía a la unidad de pie diabético del Hospital Universitario de Maracaibo para que limpiaran sus heridas. Pero las últimas cuatro veces que acudió a probar suerte, la respuesta fue negativa.

Cerca de 60 personas que recurren a este servicio esperan por una solución. Desde hace dos semanas no funcionan los aires acondicionados del segundo piso de la instalación, destinado a la cura de entre 90 y 95 % de los pacientes que se recuperan de sus operaciones de amputación de miembros, obligando al personal a suspender sus funciones.

“Necesitan una temperatura bastante fría porque ahí es donde abren la herida y la limpian y las bacterias se matan con frío”, explica la paciente, añadiendo que sin esta condición se corre el riesgo de infección tanto para quien ejecuta la cura, como para los pacientes que siguen.

Estamos muy molestos, afirmó, la respuesta que nos dan es que busquemos dónde hacerlas porque es riesgoso y se puede volver a infectar si no se limpia continuamente. Empleados aseguran que se intenta contactar a la directiva del hospital para solucionar el problema, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.

Por fuera, una enfermera puede cobrar hasta 2.000 bolívares por cura, una cantidad que la mayoría de los pacientes es incapaz de pagar, pues necesitan al menos dos a la semana y no cuentan con suficientes ingresos para costear al menos 4.000 bolívares adicionales a sus gastos regulares, explica la ama de casa.

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Luego de 27 años padeciendo la enfermedad, Montero admite nunca haber experimentado algo similar que entorpeciera su tratamiento. Recuerda que recientemente pacientes, familiares y médicos se vieron forzados a hacer una huelga y protestar en la dirección para exigir la reposición de los aires acondicionados de la sala de consultas de pie diabético. Dos semanas luego de haber logrado el objetivo se encontraron con este problema.

“Yo les agradezco porque me sacaron de una situación crítica, pero como todo hospital, tiene sus carencias”. A pesar de haber llegado a un punto estable, Montero, al igual que otros pacientes, se encuentra en una etapa delicada en su tratamiento, por lo que solicita que el proceso de reparación de los equipos —que presuntamente inició hace 11 días— se acelere y así retomar la actividad.

Foto: Cortesía Sahum.


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