Kharell Chapman recurrió al mercado de Maicao. Pagó 48.000 bolívares (139.200 pesos) por dos ampollas de 500 miligramos de Citarabina. Niños y padres protestan por la falta de quimios en el Hospital de Especialidades Pediátricas de Maracaibo.

Nataly Angulo V./@natalyaav

Maracaibo. Los marabinos miran hacia Colombia como su opción para abastecerse no solo de alimentos, sino de medicamentos. Los padres de niños enfermos de cáncer lo hacen. Viajan hacia Maicao para comprar las quimioterapias cuando hay fallas en los hospitales de Maracaibo.

Kharell Chapman recurrió al mercado colombiano para conseguir las quimios para su hijo Ángel Rodríguez, de cinco años y que padece leucemia. Pagó 48.000 bolívares (139.200 pesos) por dos ampollas de 500 miligramos de Citarabina, tratamiento que le alcanza solo para dos semanas.

Al precio del medicamento se suma el costo del traslado hacia Maicao, adonde debe viajar entre las trochas que comunican a Venezuela con Colombia, cuya frontera está cerrada desde septiembre del año pasado por orden del presidente Nicolás Maduro.

Solo carros de cinco puestos hacen el traslado y el pasaje está en 5.000 bolívares la ida.

“Es una situación muy difícil. Pero tenemos que hacerlo, porque aquí está en juego la vida”, asegura Chapman, quien el lunes con un grupo de padres y niños pacientes protestaron en el Hospital de Especialidades Pediátricas de Maracaibo para exigir la dotación de medicamentos.

Para esta semana ya no hay ningún tipo de quimioterapia ni vacunas para subir las defensas de los infantes. La situación preocupa a los padres de al menos 200 niños que se ven afectados. Le temen a una recaída, que para estos casos podría ser mortal.

El problema va más allá de la escasez del medicamento. Ernesto Matos, padre de un paciente, cuenta que no se cumplen los protocolos de tratamiento de la enfermedad. “Hay quimios y acompañantes específicos para cada etapa del proceso, como a veces no las hay, te ponen lo que haya. Ya vamos pa’ tres meses en esta situación”.

Exigen al Gobierno nacional y regional atenderlos y ayudarlos. “Muchos no tenemos para costear los medicamentos”.

Matos es padre de Paúl, un niño de cinco años y que desde hace dos fue diagnosticado con cáncer en la médula. Recibe quimioterapia una vez por semana, los viernes. “Con el favor de Dios, esperamos que lleguen las quimio en el Hospital. Si me dicen que no hay, tengo que salir a buscarla donde sea”.

Foto: Cortesía Asociación de Padres


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