51 personas han muerto a consecuencia de los brotes de paludismo y difteria en Anzoátegui. Autoridades sanitarias de la entidad afirman que hacen lo “humanamente posible” para combatir estas afecciones, pero que sin la intervención del gobierno central, la lucha es cuesta arriba.

Puerto La Cruz. El paludismo y la difteria están ganándoles la batalla a las autoridades sanitarias del estado Anzoátegui.

El brote de malaria, que azota desde hace cuatro meses a la entidad, sumó la semana anterior dos nuevos nombres a su lista de fallecidos para elevar el número de decesos a 33.

La difteria también continúa haciendo estragos, y este lunes también cobró la vida de dos personas más para llegar a 18, con lo que suman 51 los fallecimientos a consecuencia de estas afecciones en el estado.

Humberto Omaña, director de salud del estado Anzoátegui, indicó que desde su despacho están haciendo lo “humanamente posible”, para reducir a la mínima expresión los brotes de estas enfermedades. Sin embargo, solicitan la ayuda del Ministerio de Salud para terminar de enfrentar lo que han bautizado como “epidemia”.

“Nosotros hacemos todo lo que podemos con el desmalezamiento de las comunidades, fumigación y abatización, pero no podemos terminar de acabar con el brote de paludismo sino tenemos tratamiento. Este sólo lo tiene el Gobierno Nacional, que hace una distribución sectorizada. Si tuviésemos el tratamiento antipalúdico, ya habríamos acabado con esta situación”.

Los focos más activos de la malaria, según la máxima autoridad sanitaria, se encuentran en los municipios Simón Bolívar (Capital), Juan Antonio Sotillo y Simón Rodríguez, en este último tienen atención especial por el tránsito de personas procedentes del llamado Arco Minero del Orinoco, en el estado Bolívar.

“El paludismo en Anzoátegui nunca fue endémico y ahora tenemos esta situación en las zonas rurales tanto de Barcelona como de Puerto La Cruz, estamos atendiéndolas con todo lo que podemos pero insistimos en tenderle la mano al gobierno para que nos suministre el tratamiento antipalúdico”, dijo el funcionario.

Protestas y casos

Según declaraciones del protector de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, los Centros de Diagnóstico Integral (CDI), serían los únicos en suministrar las dosis para combatir la malaria.

Pese a ello, el pasado viernes 01 de diciembre, pacientes que acudieron al CDI ubicado en la avenida municipal de Puerto La Cruz, protestaron por no recibir las dosis a tiempo.

Udimia Carvajal, abuela de una niña de 12 años, dijo que perdió a su nieta a causa de la enfermedad porque no consiguieron el tratamiento para suministrárselo.

Carvajal, quien vive en la zona portocruzana de El Rincón, uno de los lugares donde el foco sigue activo, sostuvo que fue cuatro días seguidos al CDI, pero las enfermeras siempre le repitieron lo mismo: “No nos han llegado medicinas”.

A ello también se le suma la denuncia de madres como Rita Aular, quien tiene a su hija mayor con paludismo falciparum, al indicar que en la zona rural de El Rincón, donde reside, se ha creado un mercado para estas medicinas que ofertan hasta en Bs 500.000 el tratamiento.

“A mi hija le diagnosticaron el paludismo falciparum y no conseguimos tratamiento y esta gente lo posee. Tienen que estar en una mafia porque cuando llegas a la sede de Salud Pública te dicen que no hay y que el tratamiento ahora sólo lo están aplicando en los CDI y entonces a quién lo creemos”.

Según declaraciones del protector de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, los Centros de Diagnóstico Integral (CDI), serían los únicos en suministrar las dosis para combatir la malaria.

La difteria no da tregua

Según las cifras emanadas del instituto Anzoatiguense de la Salud (Saludanz), en lo que va de año se han registrado 36 casos positivos de la enfermedad en la entidad, de los cuales 18 resultaron mortales. Dos de ellos este lunes.

Miguel Ángel Jaramillo, de 19 años y Carolina Bericoto, una joven de 28 años con Síndrome de Down, fueron las nuevas víctimas.

María Santaella, madre de Carolina, sostuvo que desde hace tres días su hija presentaba fiebre y dolor de garganta, síntomas de la afección, por lo que decidió trasladarla desde la población de Onoto, al Oeste del estado, hasta el hospital Razetti de Barcelona.

La llevé a un ambulatorio y me dijeron que parecía Difteria que la trasladara hasta el hospital Luis Razetti, pero fue muy tarde, cuando llegamos ya estaba muerta. “Ella tenía unas llaguitas en la garganta y se quejaba mucho del dolor, pero nunca nos imaginamos esto”.

Enfermedades de la pobreza

Omaña resaltó que además de estas enfermedades, en la entidad han reaparecido la tuberculosis, sarna, escabiosis y hasta sarampión, enfermedades asociadas a la pobreza, las cuales seguirán en aumento si el Gobierno Central no decide ayudarlos en la batalla.

“La solución a esto la tiene el gobierno en sus manos, nosotros somos médicos para la vida no para la guerra, no estamos aquí para contar muertos. Estas enfermedades se pueden erradicar pero necesitamos compromiso del Gobierno Nacional”, dijo.

Omaña indicó que para luchar contra la difteria cuentan con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, con quienes han emprendido una campaña agresiva de vacunación en el estado.

Foto referencial / Archivo


Participa en la conversación