Son más de 130 personas atendidas. A bordo de una encava 2004 reciben servicio de higiene personal, alimentación y atención médica. Es un equipo conformado por 7 voluntarios que por cerca de una hora brindan cuidados a quienes más lo necesitan.

Caracas. Una idea que tardó un año en concretarse. Pero que el 8 de noviembre de 2017 comenzó a recorrer sobre ruedas las calles de Caracas para ofrecer asistencia a las personas en situación de calle: el Panabús es un proyecto social de la Fundación Santa en la Calle.

En su kilometraje andado el Panabús ha atendido a más de 130 personas, quienes reciben a bordo servicio de higiene personal, peluquería y barbería, alimentación y atención médica. La intención de la organización es ofrecer una oportunidad a las personas más vulnerables a través de la alianza que tienen con centros de apoyo y de rehabilitación.

[El Panabús] nace porque era un movimiento que se realizaba en Navidad con la Fundación Santa. Aunque ha sido importante por la trayectoria, no terminaba de impactar el resto del año. Nuestro presidente, Carlos De Veer, empezó a trabajar en un proyecto que pudiese colaborar con la población todos los días, dice María Eugenia Goncalves, representante de la fundación.

El Panabús es una encava año 2004 que tiene un sistema de tuberías para la asistencia médica, una planta eléctrica y un tanque de agua limpia, y aguas grises y negras para el baño. Goncalves señala que fue gracias al apoyo del voluntariado y el aporte de las empresas privadas que se logró el equipamiento del bus.

María Eugenia Goncalves, representante de la organización, cuenta que durante una hora aproximadamente las personas son atendidas en el Panabus.

En la unidad trabajan 7 personas. Dos son mediadores de calle y hacen el primer contacto para realizar el abordaje. Están dos médicos egresados de la Universidad Central de Venezuela que brindan la atención primaria, el personal de mantenimiento, el chófer y un comunicador social que registra la actividad.

El proceso de atención consiste en dedicarle a la persona aproximadamente una hora:

Lo invitamos a subir, le pedimos permiso para registrar su imagen y luego pasa al baño. Se le intercambia la ropa vieja por una nueva, se les da el champú, jabón, desodorante, crema y un cepillo de dientes. Después va a la peluquería donde se le ofrece cortarle el cabello y rasurarle la barba. Durante la atención médica se le abre una historia para apuntar datos como adicciones, enfermedades, elementos nutricionales y personales. Al finalizar se le invita a almorzar, narra Goncalves.

En el resultado final hay un cambio tanto físico como emocional. Físico porque la persona se ve limpia, tiene el cabello cortadito. Pero realmente es el momento que vive aquí. Lo tratamos de ‘señor’, con cariño, hay todo un equipo enfocado en esa persona y eso los llena. Porque en la calle hay mucha violencia y no hablan con nadie, cuenta Goncalves.

Todos los días salen en jornadas cortas y los viernes, con apoyo de la Iglesia El Buen Pastor, realizan una actividad más completa. Ya han recorrido zonas como Catia, La Urbina, La California, El Hatillo, Baruta, Chacao. Nuestra intención es crecer tanto en Caracas como en todo el territorio nacional. Tener en Caracas cinco unidades para abarcar cada municipio y hacer el trabajo consecuente con las personas, dice Goncalves. A largo plazo esperan llegar al interior del país.

Redes sociales

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Fotos: Francisco Bruzco


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