En las rutas que comunican a Barquisimeto con otras ciudades es frecuente el robo, secuestro de unidades y hasta la extorsión de los funcionarios de seguridad del Estado. El uso de “miguelitos” es una constante en las autopistas de Carabobo, donde se pagan Bs. 1000 de peaje y lo que exhiben son pocas luminarias. La falta de iluminación y fallas de la capa asfáltica les facilitan el trabajo a los delincuentes.

Barquisimeto. Las carreteras del país son sinónimo de peligro. Viajar por estas vías representa un riesgo para la vida y bienes de los usuarios. Más allá de los huecos, baches, desniveles y otras fallas en el pavimento está la inseguridad que acecha en las rutas, cuya expresión delictual abarcan desde el robo hasta el secuestro.

El Laboratorio de Desarrollo Humano (Ladeshu) de Lara investigó entre agosto de 2018 y febrero de 2019 la criminalidad que se presenta en estas vías y en junio publicó el boletín “El delito en las carreteras desde la experiencia de los transportistas del estado Lara”. Se trata de una georreferenciación y por eso no publican datos estadísticos, y aspiran “socializar herramientas para tomar algunas precauciones”.

Antonio Meléndez, sociólogo y director del Ladeshu, afirmó que se viola el derecho al libre tránsito en las carreteras debido a la comisión de delitos y la falta de mantenimiento de la vialidad. “Es competencia del Estado garantizar este derecho que está determinado en el artículo 50 de la Constitución y en la Ley de Transporte Terrestre, primer título, artículo 5”.

El boletín describe punto por punto los peligros y riesgos a los cuales están sometidos los usuarios en los tramos que conectan al estado Lara con otras ciudades.

Barquisimeto-Maracaibo: la colocación de “miguelitos” en el trayecto es recurrente. Otro delito que mencionaron los operadores de los autobuses fue el hurto de equipajes. Específicamente en El Corozo, donde delincuentes aprovechan la reducción de velocidad de las unidades de transporte debido a los policías acostados y proceden a abrir las maletas de los vehículos para sustraer los equipajes o ingresar en las unidades. Los transportistas también denunciaron la presencia de delincuentes que se hacen pasar por pasajeros y cometen delitos durante el trayecto.

Barquisimeto a Caracas: los lugares más peligrosos se encuentran entre el estado Lara y Maracay, estado Aragua. El tramo Maracay-Caracas, según los entrevistados, tiene mayor presencia policial. No obstante, para los transportistas no es recomendable viajar en la noche.

para viajar por las carreteras

De la capital de Lara a San Felipe: los transportistas mencionaron el robo cometido por personas que se hacen pasar por pasajeros. Los delincuentes no solo son hombres, las mujeres también participan en los robos. “Se montan en Lara, cuando vas recogiendo pasajeros por la (avenida) Venezuela y antes del peaje lo roban a uno”, describió uno de los conductores.

Otro delito frecuente es el robo con armas de fuego. Obligan a detener a las unidades (sobre todo a los carritos por puesto) lanzándoles piedras, colocando bolsas negras llenas de piedras, o “miguelitos”. Por La Morita y en Guama lanzan piedras y hasta atraviesan lavadoras en la carretera u objetos de gran tamaño.

De Barquisimeto a Acarigua: sobre esta ruta los conductores informaron de delincuentes que se hacen pasar por pasajeros y roban con armas de fuego. También hay mujeres que son cómplices de hombres que portan armas de fuego y entre ambos ejecutan el robo.

Los entrevistados hicieron énfasis en la extorsión de la que son víctimas tanto los pasajeros como los conductores por parte de los funcionarios de seguridad del Estado. “Los únicos choros que hay por ahí son los policías que están en la vía…”, denunció un usuario. Funcionarios les quitan a choferes y pasajeros productos básicos, la comida.

Barquisimeto a Sanare: el trayecto que más incidencia de delitos tiene está entre el terminal de pasajeros de Barquisimeto hasta el kilómetro 16 de la autopista, debido a que los delincuentes que se hacen pasar por pasajeros secuestran los vehículos y los desvían hacia los barrios en la parroquia Juan de Villegas, municipio Iribarren.

“El problema es de aquí del terminal hasta El Pescadito (Km. 16) porque ahí los desvían para los barrios…”, comentó uno de los operadores.

Barquisimeto a Carora: las modalidades más comunes son los robos debido a los “miguelitos”, que son colocados en las vías para obligar a detener los automóviles, y los robos cometidos por “pasajeros”. “Los delincuentes se montan en el terminal”, explican los afectados. “Los miguelitos nos acabaron los cauchos”, se queja un usuario.

Barquisimeto y San Cristóbal: los operadores identificaron como el sitio más peligroso El Pagüey, en el estado Barinas. En esta zona se han registrado secuestros de unidades de transporte público. “A un amigo de la línea lo pararon, le trancaron con un carro y le secuestraron el carro. Con todo y pasajeros, robaron a todos y lo secuestraron a él”, relató uno de los transportistas. Para los conductores, esta ruta se encuentra muy desatendida por parte de los funcionarios de seguridad del Estado. “Uno dice las cosas en las alcabalas a los policías y los guardias y esos no hacen nada. Las autoridades no hacen nada de nada”, dijo.

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Choferes y usuarios indefensos

  1. El horario nocturno es poco recomendado por los transportistas. El alto índice de delitos en las carreteras, aunado a las precarias condiciones de iluminación de las rutas, ha modificado el horario de los viajes.
  2. Los conductores expresaron sentirse indefensos. No perciben colaboración por parte de los funcionarios de seguridad del Estado. Ante las preguntas sobre las acciones que practican para evitar ser víctimas de la violencia en las carreteras, la respuesta común se puede resumir en la frase emitida por un conductor de la ruta Barquisimeto-Acarigua: “Pedirle a Dios y seguir trabajando porque uno tiene que mantener a la familia”.
  3. Los conductores mencionaron que entre los objetos más robados están los alimentos que los pasajeros llevan en sus bolsas.
  4. Ante la indefensión, los conductores expresaron ser víctimas de acusaciones por parte de los usuarios. “A veces el pasajero se pone imprudente y dice que uno es cómplice…”.
  5. Para los conductores, no existen estereotipos definidos para identificar a un delincuente. En las entrevistas se escucharon frases como: “Se visten mejor que uno, están bien vestidos”.
  6. Las prácticas comunes utilizadas por los delincuentes tienen otro tipo de consecuencias que en el contexto de crisis económica afecta a los transportistas. A causa de recibir impactos con objetos contundentes, pisar “miguelitos” o haber chocado para no impactar con trampas, muchos de los operadores se han quedado sin trabajo.
  7. En general, las recomendaciones realizadas por los transportistas son: la instalación de alcabalas que revisen con eficiencia las unidades y la precaución de los usuarios de no llevar consigo prendas valiosas, específicamente celulares de gama alta.

Autopistas de Carabobo con poco mantenimiento e iluminación

Falta de alumbrado público, demarcación e irregularidades en la capa asfáltica de las autopistas de Carabobo, además del escaso mantenimiento en poda de los árboles, son los factores que ponen en riesgo el conducir con tranquilidad por las carreteras de la entidad, donde se cobra peaje desde febrero de 2018.

Entre los peajes Guacara y La Entrada —hay 127— son 5 kilómetros que deberían estar en óptimas condiciones, pues los conductores cancelan la tasa más costosa de Venezuela para poder sentirse seguros en el trayecto.

para viajar por las carretreas
Los desniveles de la capa asfáltica contribuyen con la labor de los delincuentes. Foto: Leomara Cárdenas

En un recorrido realizado por el equipo de Crónica.Uno en la autopista Valencia-Puerto Cabello, se pudo constatar que se deben cancelar 1000 bolívares de canon, la tarifa aumentó este mes, desde el kilómetro 176 donde está ubicado el peaje La Entrada, hasta el kilómetro 200 donde se encuentra un punto de Control de la GNB.

En la entrada del sector El Palito, municipio Puerto Cabello, solo 40 luminarias alumbran los 24 kilómetros que conducen al litoral carabobeño. Cabe destacar que las pocas lámparas permanecen encendidas durante el día, pese a la crisis de energía eléctrica que vive el país.

El puesto de la GNB es alumbrado por ocho postes de luz que, a medias, iluminan la entrada a la ciudad portuaria más importante de la región central. En esta autopista fue asesinada la actriz Mónica Spear, en el kilómetro 184. El suceso ocurrió cuando el actual gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, era alcalde del municipio Puerto Cabello. En aquel entonces la falta de iluminación y fallas en la capa asfáltica facilitaban el trabajo de los maleantes que asechaban en la autopista. A cinco años de ese hecho, la autopista Valencia-Puerto Cabello exhibe una carencia de iluminación y seguridad.

El recorrido que los conductores deben hacer desde el viaducto de La Cabrera también es peligroso. En esta zona, se solicitó ante la Secretaría de Información de la entidad poder entrevistar a los voceros del Instituto Autónomo para la Administración, Mantenimiento y Conservación de la Vialidad de Carabobo (Invialca), para conocer de una fuente oficial acerca de los trabajos que realiza la gobernación para brindar un buen servicio de vialidad, y la respuesta fue negativa.

Actúan bandas criminales organizadas, como por ejemplo Los Sanguinarios. Los conductores que vienen sentido Caracas-Valencia deben esquivar los huecos que se encuentran uno tras otro y si el tránsito es en la noche se vuelve más peligroso aún; pues en esta zona es muy común que los delincuentes se valgan del uso de los “miguelitos” para que los autos pierdan el control y se vean en la necesidad de pararse, para ser luego robados.

El 21 de marzo de 2019 en la noche, fueron asesinados en este tramo de la Autopista Regional del Centro tres funcionarios de la Policía de Carabobo. Los efectivos realizaban labores rutinarias de patrullaje y fueron emboscados por la banda criminal Los Jardines, según fuente de la policía científica.

Promesas incumplidas

El 6 de febrero de 2018, el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, activó el cobro de peajes en la entidad. La acción fue llevada a cabo sin previo aviso a los conductores, que solo acataron la norma con la esperanza de que las autopistas recibieran mantenimiento.

El 30 de enero de 2018, Lacava, en rueda de prensa desde el peaje de Guacara, aseguró que el dinero que se recaudaría sería para invertirlo en mejoras para la vialidad y servicios para los conductores. Entre ellos serían dispuestas 80 patrullas y 80 motos, además de 5 grúas destinadas a las autopistas y 4 ambulancias de las cuales 2 podrían trasladar pacientes que ameriten terapia intensiva. También anunció que activaría cámaras de video-vigilancia.

Solo se cuenta con el patrullaje permanente de funcionarios policiales.

Entre las mejoras que contarían los conductores estaban la activación de 18 puntos de venta para el pago electrónico y como segunda fase se implementaría el pago inteligente. “A los vehículos se les colocarán unas calcomanías para descontar el pago”, aseguró Lacava.

A un año y cinco meses de estos anuncios ninguno ha sido cumplido. El pago por punto de venta se realiza cuando hay condiciones óptimas de señal; la compra de tickets prepagados se realiza en el peaje de Guacara en la sede de Invialca y la tarjeta tiene un costo de 8500 bolívares.


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