Parejas jóvenes saben de la existencia de los métodos anticonceptivos pero no los usan

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Humberto Acosta, médico ginecólogo y presidente honorífico de la Fundación Nosotras Elegimos, dijo que muchas chicas se embarazan para escapar de sus hogares

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. “Sabía de las pastillas anticonceptivas pero me daba miedo decirle a mi mamá. No quería contarle que estaba teniendo relaciones sexuales. Salí embarazada a los 15 años y aunque mi mamá lloró, luego se tranquilizó porque mi pareja estaba allí. De hecho estoy viviendo con él. Una barriga le cambia la vida a uno, para bien y para mal, pero ni modo ahora espero que en mi casa me ayuden”.

Así resume Julianyer Morey la situación que se le vino encima cuando quedó preñada y no por la falta de conocimiento de la existencia de métodos para cuidarse, pues sabía de las pastillas pero no las usó, si no porque en su mundo reinó más el miedo, la falta de comunicación, el qué dirán y no estuvo presente un plan de vida.

Ahora, terminando el 4to. año de bachillerato, con tres meses de embarazo y cumpliendo los 16 años, sabe que se le viene un sinfín de problemas: no hay pañales ni leche y además todos los problemas de salud que implica un embarazo a temprana edad.

“Pero a mí me van a inscribir para estudiar 5to. año en el liceo Juan España de El Valle. Mi pareja trabaja, estudia en el Ince y está más feliz que yo. Ahora es difícil la situación, las muchachas no me llaman y hay que buscar los recursos para mantener al bebé, pero ya veremos”, dijo Julianyer toda calmada mientras llenaba una planilla de inscripción en la Fundación Niña Madre, asociación no gubernamental que brinda atención a las embarazadas adolescentes en riesgos sociales.

Situación real

Humberto Acosta, médico ginecólogo y director honorífico de la Fundación Nosotras Elegimos, señaló que los estudios dicen que cuando una niña se desarrolla a los 12 años y ovula por primera vez está preparada para un embarazo, pero no lo está psicológica ni emocionalmente, “por eso se habla de un problema social y de salud”.

Destacó que, y esto lo han conocido de viva voz en las chicas de los barrios del José Félix Ribas de Petare, sí conocen los métodos anticonceptivos pero no los usan.

“Aparentemente comienzan a tener relaciones y a quedar embarazadas para irse de las casas, cuando hay maltrato si tienen padrastros que las obligan a hacer cosas. Nuestro equipo de visitadoras sociales recoge testimonios en los que la violencia está detrás de los embarazos a temprana edad”, dijo.

El problema es que las niñas malogran su futuro. “Cuando tienen un muchacho todo el mundo piensa que le pueden meter mano, desertan de los colegios y les cuesta luego emplearse. Y después de un hijo viene el otro, incluso hasta de padres diferentes. Hemos visto casos de mujeres de 21 años con cuatro o cinco muchachos o que han tenido varios abortos”, comentó Acosta.

¿Y dónde quedan los que preñan?

El caso de esta chica puede verse como algo común. Las cifras publicadas reflejan que una de cada cinco jóvenes menores de 19 años y siempre el enfoque es hacia ellas, y no hacia el joven que también se embaraza.

Simplemente ellos no son la cara visible del problema, pero están allí no son sal y agua. Detrás de cada madre adolescente hay un padre adolescente, muchas veces fuera del sistema escolar y trabajando en la informalidad.

Según el informe demográfico del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de junio de 2013, basado en el censo de 2011, en Venezuela se registraron entre 2000 y 2011, 5 millones 754 mil 490 padres. En ese estudio no se especificó qué edades tienen los papás.

Y si vamos a las cifras publicadas en 2014 por el ministerio de la Juventud, 53% de los 10 mil jóvenes encuestados entre 15 y 30 años manifestaron  haber tenido hijos.

Lo cierto del caso es que de los 600 mil embarazos registrados anualmente, 120 mil son de adolescentes, según la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Todos estos niños y niñas nacidos tienen un padre, pero de acuerdo a los datos del INE  19,5% de los bebés no cuenta con registro paterno.

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