Paro de actividades y tropiezos por la reconversión imponen cierre de comercios en Caracas

comercios centro de Caracas

7 de cada 10 comercios se mantuvieron cerrados en el centro caraqueño, informó el gremio. Los traspiés por la reconversión monetaria, que entró en vigencia el pasado 20 de agosto, y los problemas con la adecuación de las plataformas para el pago electrónico impiden a los vendedores retomar sus actividades. Sin embargo, algunos se sumaron al paro de 24 horas convocado por sectores de la oposición para este martes.

Caracas. En el centro de Caracas el paro fue indiscutible. Los negocios de puertas trancadas, con las santamarías hasta el fondo y las calles del casco moteadas de transeúntes eran el relato del paro convocado por los partidos políticos y que tuvo consecuencia en Distrito Capital. 7 de cada 10 establecimientos de ropa, comida y servicios acataron el llamado en el centro histórico, según el sector.

Se trata de un lugar que el Ejecutivo se arroga como enclave madurista y que responde a la crisis con un mensaje concluyente: el rechazo al colapso económico que mantiene en cierre técnico a los pequeños y medianos empresarios.

Para Rubén Garmendia, encargado de una zapatería en el centro, fue el segundo día de paro. El primero ocurrió el lunes, al menos así lo vivió él con la entrada en vigencia de la reconversión, tras el decreto de día no laborable oficializado por el Ejecutivo. A diferencia de esa jornada, este martes Garmendia acudió a su trabajo solo para cumplir horario.

Esta vez tampoco hubo despacho. Garmendia se lamenta de la situación, se queja del enredo del Bolívar Soberano y reclama respuestas coherentes a la crisis. A juzgar por sus lamentos, por la falta de efectivo, por la pérdida del poder adquisitivo y por la mercancía que aún no le llega, es fácil pensar que Garmendia podría cerrar en cualquier momento. Al menos es lo que le han advertido sus jefes.

Hace rato que no tenemos mercancía para despachar, no podemos reponer los inventarios. No vendo un par de zapatos desde hace seis días porque la gente solo está comprando lo esencial: comida, cuenta.

Para muchos transeúntes, lo que se escuchó este martes en el centro fue el alarido de quienes rechazan la gestión de un Gobierno que algunos toman por improvisado.

Una comerciante del centro —que pidió resguardar su identidad— compartió su propia lectura del paro. La mujer dijo que la mayoría no abrió por los traspiés con la reconversión.

Algunos ni siquiera saben cuánto cuestan sus productos. No hay cómo fijar precios ni cómo comparar porque todo esto es una locura, dijo.

Mientras el martes avanzaba con la agonía de la actividad comercial, algunos caraqueños fueron tras la pista del Bolívar Soberano y las agencias bancarias lucían atiborradas de usuarios, cansados de esperar lo que para algunos ya no era sorpresa: un cono devaluado, que algunos dieron por muerto antes de nacer. En la agencia principal del Banco de Venezuela, ubicada a un costado de la avenida Universidad, los usuarios pudieron retirar un máximo de 100 bolívares soberanos por persona, el equivalente a 10.000 bolívares del cono anterior.

En Caracas, cada banco dispensaba un monto particular de dinero. Algunas agencias del Banco Fondo Común dieron Bs. S. 50 a los adultos mayores. Y algunos usuarios recibieron hasta Bs. S. 60 en agencias del Mercantil.

Al mediodía de este martes, los cajeros del Banco de Venezuela solo emitían billetes de 2 bolívares soberanos, lo que es igual a decir 200.000 bolívares del cono anterior, que actualmente convive con el soberano. A primera hora, la estrecha oferta de transporte público le tomaba el pulso al paro de 24 horas.

En las avenidas Nueva Granada, Fuerzas Armadas y en la Intercomunal de El Valle poca gente esperaba el transporte público. Eran más los que caminaban. En el oeste, la mayor actividad se concentró en los alrededores de la Asamblea Nacional, donde bullía el comercio informal de oro y dólares. El transporte público, venido a menos por la falta de repuestos, brilló por su ausencia, a excepción del Metro que se mantuvo operativo y sin mayores contratiempos.

Las avenidas Victoria, Páez y las parroquias El Paraíso y Candelaria estuvieron solitarias, aunque las sedes de los organismos públicos se mostraron siempre concurridas. En Caracas, según cifras extraoficiales, el paro se cumplió en 80 %. Sin embargo, el dirigente de la Causa R, Andrés Velásquez, dijo en un balance preliminar que la protesta había sido acatada en 60 %.

Quienes salieron a la calle, como Manuel Durán, tuvieron dificultad para usar los medios de pago electrónico. Las líneas de los puntos de venta presentaron dificultades durante toda la jornada. No solo las tiendas de ropa cerraron, también las panaderías, automercados y algunas estaciones de gasolina registraron colas de autos, reportaron usuarios de la red social Twitter.

Teme quedarse sin trabajo

Yuli Bolívar es de Catia y dice que entiende poco sobre la reconversión. Lleva consigo una guía de precios y expresiones de monto en su celular. Es incapaz de formular una cantidad. Trabaja en la cocina de El Dorado, un pequeño restaurante en El Paraíso que detuvo sus operaciones esta semana para evaluar si continúan con el despacho de almuerzos. Yuli dice que teme quedarse sin trabajo. Tiene dos hijos y una barriga de dos meses. Será madre por tercera vez y espera que las cosas se acomoden, al menos para sus patrones.

“No quiero quedarme desempleada. Es muy fuerte porque el Gobierno está acabando con lo poco que queda abierto. Hay cada vez menos fuentes de trabajo y la gente tiene menos para gastar”, comentaba mientras aguardaba en una fila para retirar un monto, indescifrable para ella, en el centro de la ciudad.

Fotos: Julio Materano


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