Pasajeros hartos de robos diarios en camioneticas de San Martín

La calle Los Angelitos, esquina de Jesús y la Cruz de La Vega son una guillotina para quienes toman transporte público por esos lares, pues ahí se montan los choros

Shaylim Castro/ @ShayC_
Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. “Siempre ves a la gente bajarse diciendo que los acaban de robar. Tienes a uno diciéndotelo al frente cuando a los cinco minutos aparece otro más abajo diciendo lo mismo”, soltó un mototaxista acerca de los atracos dentro de camioneticas en la avenida San Martín.

Para quienes trabajan en plena avenida, se les ha vuelto costumbre el escuchar siempre a alguien quejarse porque lo acaban de robar. Así lo mencionó  un mototaxista de la zona.

También ha visto como los delincuentes se bajan corriendo de las unidades cada vez que asaltan y que eso puede ocurrir varias veces al día.

A Wilfredo Astudillo, quien trabaja como albañil, lo atracaron en la camioneta mientras regresaba de su trabajo, en Los Palos Grandes. Contó que se montaron dos hombres y dos mujeres, pidiendo una colaboración.

“Eso fue lo primero que dijeron. No es un atraco, es una colaboración. Pero comenzaron a pedir puros billetes de 50 y 100 bolívares. Hubo una señora que solo tenía de 20 y la golpearon”.

Agregó que el atraco lo hicieron con cuchillos y lejos de mostrase traumado por la experiencia dijo que ya eso es normal, pues sus familiares siempre le cuentan que los robaron al salir del trabajo.

La zona candela del hampa

Pasajeros denunciaron que la calle Los Angelitos, la esquina de Jesús y Cruz de La Vega, de San Martín, son una guillotina porque ahí es donde los delincuentes suben a las unidades para cometer los asaltos y se bajan más adeante.

Así le sucedió a Josué, quien se dirigía a su casa ubicada en Artigas. Agarró la camioneta en la avenida Bolívar y llegando a la esquina de Jesús se montaron dos chamos.

“Uno se fue hacia atrás y el otro se quedó en el medio. Mientras íbamos en la cola, el de atrás sacó la pistola y el de adelante comenzó a quitar dinero, celulares, joyas, lo que le dieran”, narró.

Recordó que los delincuentes tenían un bolso de tela donde metían las pertenencias y hasta la plata que el chofer había hecho en el día. Afortunadamente a él no le quitaron nada, pero a todos le quedó la impotencia, ya que luego de que los sujetos se bajaron, el conductor tuvo que seguir el viaje como si nada hubiera pasado.

Foto: Cristian Hernández


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