El 23 de febrero de este año se llevó a cabo una manifestación en las inmediaciones del Fuerte Paramacay en Carabobo. Ese día, Moisés Cordero, estudiante de Derecho, perdió el ojo derecho a causa de un impacto de perdigón. El joven asegura que no va a descansar hasta dar con los responsables de su tragedia.

Valencia. A Moisés Cordero, estudiante de Derecho de la Universidad de Carabobo, le cambió la vida el 23 de febrero de este año cuando manifestaba de forma pacífica en las inmediaciones del Fuerte Paramacay, ubicado en Naguanagua, estado Carabobo. Ese día solo quería entregar una carta a los efectivos castrenses, contentiva de la Ley de Amnistía y pedir que permitieran el ingreso de la ayuda humanitaria. No alcanzó a ser escuchado y, en cambio, un impacto de perdigón cegó la visión de su ojo derecho.

El joven, de 19 años de edad, recordó que ese sábado la manifestación se había llevado a cabo con normalidad. La represión empezó cuando pidieron a un piquete de la Policía de Carabobo que les permitiera llegar hasta las puertas de la unidad militar. Cuando se disponían a avanzar fueron sorprendidos por gases lacrimógenos y disparos de perdigón desde el interior del Fuerte Paramacay. Uno de esos perdigones alcanzó a Moisés.

Después de haber sido perseguido por militares, logró llegar a un centro hospitalario donde le informaron que debían hacerle un vaciado del globo ocular. A dos meses de su tragedia aún no hay detenidos por ese caso.

Cordero ofreció declaraciones acompañado de su madre y el coordinador del Foro Penal Carabobo, Luis Armando Betancourt. Usaba los lentes que portaba el día del incidente, a los que le falta el vidrio del lado donde tuvo la lesión.

Perdí mi ojo por derecho simplemente por expresar nuestra voz. Mi vida ha dado un giro muy grande. Tengo que volver a aprender a moverme y desenvolverme porque tengo la visión limitada, debo ampliar el campo de visión de mi ojo izquierdo”.

Pese a la calamidad y a que ha tenido que adaptarse a una nueva vida, el muchacho asegura que no ha perdido las ganas de continuar en la lucha para lograr un cambio político en Venezuela. Su mayor deseo es que haya un futuro mejor, sobre todo para la generación de relevo.

“Seguiré luchando por mi país, esto no me va detener. Ciertamente me quitaron una parte muy importante, pero no mis ganas de seguir adelante con voluntad y convicción porque no voy a dejar que nos sigan robando el futuro. Tenemos que luchar por las generaciones que vienen detrás de nosotros”, sostuvo.

El representante del Foro Penal en la entidad carabobeña subrayó que acompañará a Cordero hasta que se logre incriminar a los culpables y solicitarán al Ministerio Público que se hagan todas las diligencias necesarias para que este caso no quede en la impunidad. “No vamos a descansar hasta que se ubique a los responsable de este caso”, dijo Betancourt.

En el país hay 790 presos políticos, señaló, lo que incluye casos que se remontan a las protestas de 2014. En Carabobo hay 93 personas aun detenidas por motivos políticos.


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