Con la propuesta de embellecer al país sobre la mesa, Maduro ha aprobado 1000 millones de euros para apalancar la primera fase de un programa que pretende mejorar la iluminación, la limpieza y el mantenimiento de los espacios públicos, competencias que recaen sobre las alcaldías y los organismos de servicios públicos.
Caracas. En medio de la debacle institucional que pone de por medio la peor crisis económica del país, la oferta de “limpiarle” el rostro a las principales ciudades cobra fuerza. Hay quienes creen que la regresión del país es directamente proporcional a la cantidad de años que tiene el chavismo en el poder. A solo cuatro días de jurarse en el mando, Nicolás Maduro prometió rehabilitar las principales 50 ciudades de Venezuela, una apuesta que llega a destiempo y que no genera mayor entusiasmo entre los alcaldes de gestiones ennegrecidas por la hiperinflación.
“Quiero llevar el Plan Juntos Todo es Posible a las 50 ciudades más pobladas del país. Por eso anuncio la creación de la Misión Especial Venezuela Bella para ponerlas lindas a partir de ahora”, dijo el mandatario durante la presentación de la Memoria y cuenta 2018, ante la Asamblea Nacional Constituyente. La propuesta reedita un nuevo capítulo en la entelequia madurista de hacer de las ciudades más pobladas territorio de urbanidad. Se trata de una deuda pendiente, que cobró auge hace algún tiempo con la nueva geometría del poder, que aspiraba redistribuir las ciudades del país para replantearse su rol en el terreno político y administrativo. Pero nada de ello ha sido concretado.
Con la propuesta de embellecer el país sobre la mesa, Maduro ha aprobado 1000 millones de euros para apalancar la primera fase de un programa que pretende mejorar la iluminación, la limpieza y el mantenimiento de los espacios públicos, competencias que recaen sobre las alcaldías y los organismos de servicios públicos.
La insistencia de mejorar la imagen de las capitales ocurre, además, en un momento en el que permanecen inconclusas obras civiles de envergadura.
En Guarenas, una de las ciudades de Miranda que será atendida por la Misión Venezuela Bella, los residentes aguardan desde hace más de 7 años por la culminación del tren de cercanía que unirá esa subregión con el Área Metropolitana. En Caracas, por ejemplo, la construcción de la Línea 5 del Metro y de otros proyectos de expansión del subterráneo quedaron en papel. Pero más allá de las obras civiles sin terminar, Eduardo Páez Pumar, fundador de la Asociación Integral de Políticas Públicas y miembro de la Comisión de Infraestructura de la Academia de la Ingeniería y el Hábitat, asegura que urge atender tres aspectos básicos para procurar la seguridad de las familias más vulnerables: salud, alimentación y transporte.
El país está en una situación de emergencia humanitaria en salud y en alimentación. No tiene sentido que se invierta el presupuesto público en la instalación de luminarias LED cuando hay gente muriéndose de hambre. Otro de los grandes problemas es el transporte. Son numerosas las unidades que están fuera de servicio por falta de cauchos, baterías y lubricantes“, dice Páez Pumar.
A juzgar por la lectura del fundador de la Asociación Integral de Políticas Públicas, la instalación de adoquines, papeleras y sustitución de aceras, que es lo que se propone Venezuela Bella, luce superflua en la hora más aciaga del país.
En la Línea 1 del Metro de Caracas, donde, se calcula, falla la mitad de los trenes —24 unidades—, es consabido el colapso del servicio. Los usuarios más asiduos, como Génesis Lugo, una universitaria residenciada en Petare, piden aplicar un plan de mantenimiento inmediato. “Ya ni siquiera hay perreras para trasladarse y el Metro es el colapso continuado de las 5:00 de la tarde”, comenta.
De acuerdo con el diagnóstico de la Central Única de Autos Libres y por Puestos, alrededor de 95 % de la flota urbana está inoperativa. La crisis queda retratada en las 22 parroquias del municipio Libertador, cuyos residentes se entrenan en el ejercicio de caminar largas distancias, con el único objetivo de llegar a sus destinos: el trabajo, la casa, el hospital o la institución de estudio.
De acuerdo con el Índice de las Ciudades en Movimiento, realizado por el Centro de Globalización y Estrategia en la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra en 181 capitales, Caracas ocupa el puesto 162 en el ranking de ciudades inteligentes, lo cual incluye aspectos importantes en el área de movilidad. La capital de Venezuela es la peor posicionada en Latinoamérica. En el área de movilidad y transporte, Caracas ocupa el lugar 112, un puesto menos rezagado que tal vez se lo deba al Metro de Caracas, el único servicio en pie. Por lo que se requiere más que un programa de corto alcance para rescatar los servicios de la nación y ponerla a la altura de las ciudades de la región.
Aunque particulares, en Caracas los dramas familiares desgranan las carencias de una urbe que exige ser replanteada con una visión integral para el manejo de recursos y resolución de problemas. La exigencia va más allá del barrido de las calles y, en algunos casos, convoca un proyecto articulado que permita solventar los problemas de distribución de agua, luz y gas.
En torno a la crisis compleja de salud, el exministro de Sanidad, José Félix Oletta, asegura que si, en lugar de asignar recursos al embellecimiento de las ciudades, el Gobierno decidiera mejorar los hospitales, se podría mitigar la problemática. Sostiene que en 2014 se requerían 850 millones de dólares para la compra y reposición de equipos médicos. Y la deuda acumulada para retomar el abastecimiento de medicamentos rondaba los 4,5 millardos de dólares. Desde entonces, el Ejecutivo mantiene una deuda con los proveedores y el sector salud.
“Venezuela tiene una de las más bajas inversiones per capita en salud de toda Latinoamérica. Los recursos están disminuidos”, comenta Oletta. Calcula que anualmente se requieren por lo menos 7 millardos de dólares para atender al sistema de salud. En un contexto donde el desabastecimiento de servicios básicos compite con la escasez de insumos médicos, el gremio sanitario exige al Ejecutivo rescatar las plantas eléctricas de los hospitales y garantizar el suministro continuo de energía para evitar episodios como el ocurrido en el Hospital Universitario de Caracas, donde murieron al menos dos pacientes por una falla eléctrica.
“Si se inyectaran esos recursos a los hospitales, se aliviaría la emergencia compleja que en buena medida se debe a las fallas gravísimas de acceso a los insumos“, reitera Oletta.
Listado de ciudades atendidas por la Misión Venezuela Bella
Entre las ciudades atendidas estarán Los Teques, Guarenas, Guatire, Baruta, Chacao, El Hatillo, Petare (Miranda); Maracay, Turmero, La Victoria, la Colonia Tovar (Aragua); Iribarren, Barquisimeto, Cabudare, Carora, El Tocuyo (Lara).
También Maracaibo, San Francisco, Cabimas (Zulia); Barcelona, Lecherías (Anzoátegui); Ciudad Bolívar, Puerto Ordaz, San Félix (Bolívar); San Fernando, Achaguas, Guasdualito (Apure); Coro, Punto Fijo, Chichiriviche (Falcón); Mérida, El Vigía, La Azulita (Mérida); Valera, Trujillo (Trujillo).
Asimismo, San Felipe, Yaritagua (Yaracuy); San Cristóbal, San Antonio (Táchira); San Carlos, Tinaquillo (Cojedes); Barinas, Sabaneta (Barinas); Acarigua, Guanare (Portuguesa); Valencia, Puerto Cabello (Carabobo).
San Juan de los Morros, Calabozo (Guárico); Tucupita, Pedernales (Delta Amacuro); Maturín, Punta de Mata (Monagas); Cumaná, Carúpano (Sucre); Porlamar, La Asunción (Nueva Esparta); La Guaira, Maiquetía (Vargas) y Puerto Ayacucho (Amazonas).
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