El espacio público que está ubicado en el municipio Sucre se llenó hasta las metras por la transmisión en pantalla gigante del juego Venezuela-Perú

Cristóbal Naranjo/@cristobnaranjo

Caracas. La plaza Miranda de Los Dos Caminos se llenó de bote en bote para observar en pantalla gigante el segundo partido de la Vinotinto en la Copa América 2015. Cerca de 500 personas se reunieron en el espacio público del municipio Sucre, para respaldar a la selección venezolana que cayó por la mínima diferencia ante Perú y achantó lo que se suponía sería tremenda rumba para celebrar la clasificación criolla a los cuartos de final del torneo continental.

A una hora del pitazo inicial en Valparaíso, el lugar empezó a recibir gente distinta a los habituales jóvenes patineteros que suelen asistir al punto ubicado muy cerca del Centro Comercial Millennium. No más al entrar un ave gigantesca inflable igualita a Guaky -la mascota de la Copa América Venezuela 2007- le daba la bienvenida a los transeúntes que en su mayoría trabajaban y estudiaban cerca.

Ya en la plaza muchos se quitaban la indumentaria laboral o del liceo para ponerse la camisa vinotinto. La espera hasta el inicio del partido se tornó más amable con las actividades y juegos en la tarima, que montó una conocida marca de celulares junto a una empresa telefónica.

Uno de los concursos más celebrados por la concurrencia fue el “gol sostenido” que probaba el gañote y la resistencia de varios participantes al cantar un gol. Una chica llamada Nastascha, quien tenía un grupo entre los asistentes que le hacía barra, fue la que más aguantó al cantar un imaginario tanto por 21 segundos. No obstante, el juego se prolongó más de lo esperado y la gente empezó a pedir que pusieran el partido.

El primer tiempo

Cuando el árbitro boliviano Raúl Orozco dio la orden para iniciar el choque, uno de los animadores de la velada pidió a la muchedumbre que se sentara en el piso para que más personas pudieran seguir las incidencias del Venezuela-Perú, a través de la señal de Meridiano Televisión.

Había un grupo que veía el encuentro cerca de la baranda blanca que da a la avenida Rómulo Gallegos. En ese punto, la caña iba y venía. Una chica muy joven le reclamó a un chamo el porque no se sentaba con ella. “Hazme el favor y te sientas aquí, sino para qué viniste”, le exigió con el inconfundible tono de cuaimita.

Las primeras llegadas venezolanas sobre el marco de Gallese armaron un bullicio, que se tornó en molestia cuando el juez le mostró la roja directa a Fernando Amorebieta. El coro “sucio, sucio” contra Orozco se empezó a escuchar en la Miranda. La gente sintió un alivio cuando la etapa inicial terminó sin goles.

La pausa

En los 15 minutos de descanso el músico tropical Benavides interpretó dos temas acompañado de unas voluptuosas bailarinas. Tenía la nueva camiseta venezolana con tono fosforescente o “electricity”, como lo llama la suplidora de uniformes de la selección nacional.

Sin duda su himno de la Vinotinto fue el más coreado, sobre todo por las muchachas. Parte del público masculino se dedicó a recargar el vaso con cerveza u otra bebida espirituosa. Un chamo con camisa blanca comentó: “se acabó el hielo y Carmelo -un restaurante de pizza- cerró”.

El segundo tiempo y el final

En la reanudación del compromiso la audiencia seguía a la expectativa. Y el principal era el blanco de las críticas de la mayoría. Una veinteañera dijo “ese árbitro es un exiliado”. Esos comentarios se acallaron con el gol de Claudio Pizarro, que generó un desconcierto entre los asistentes. La entrada de Josef Martínez fue la más celebrada de las modificaciones de “Chita” Sanvicente y Gabriel Cichero recibió más de un insulto.

Cerca del final, los presentes gritaban “vamoooos” con la esperanza de que el partido se igualara con una pelota quieta. No ocurrió y todos se fueron retirando, en su mayoría, hacia la estación del Metro.

Un joven con una vinotinto vieja se quejaba “en los dos partidos los árbitros la agarraron contra Venezuela”. Acto seguido, sacó un billete de diez y unas monedas antes de parar una camionetica. El domingo ante Brasil también habrá fútbol en la plaza.


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