Vecina de la Misión Vivienda los Ojos de Chávez, en la Av. Bolívar, aseguró que ha sido víctima del robo por vecinos. Pidió que la OLP sea constante en la zona
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. “Vivo con miedo. A las 6:00 pm me obligo a estar en mi casa porque después esto es horrible, los pasillos no tienen luz y es como una boca de lobo. Prefiero mi barrio mil veces que estar en estas viviendas dignas, ahí sé quién es quién. Me sentía más segura en mi barrio”.
Hace un año y medio María (nombre ficticio por seguridad) abandonó el refugio Endógeno de Catia para vivir en el urbanismo los Ojos de Chávez, ubicado en la avenida Bolívar. Fue damnificada de Antímano, junto con su mamá y su hijo.
Habita en una de las tres torres de la Misión Vivienda, cercana a la estación del Metro Nuevo Circo, pero no se siente feliz por los niveles de inseguridad que rondan en pasillos y escaleras. Hace cuatro meses fue víctima del hampa cuando entraba al edificio y, un mes atrás, se salvó de bromita de ser robada por ocho hombres que portaban palos, así como un arma de fabricación casera.
“A las 5:45 am salí a acompañar a un tío al terminal. Las escalaras todavía estaban oscuras y había ocho muchachos ahí que me dijeron: ‘¡aquí está el hampa!’. Nosotros pasamos rápido y ellos se nos pegaron atrás. Cuando regresé el señor del quiosco me dijo que me quedara ahí porque estaban robando, pero cuando los volví a ver corrí y casualmente pasó una patrulla”.
María aseguró que quienes pretendían atracarla viven en esas torres. Detalló que cuando le quitaron su celular y 3000 bolívares, hace cuatro meses, vio en las ventanas a los cómplices de la fechoría. “A veces no roban ellos porque saben que uno los conoce, pero mandan a sus panas, pichan a sus vecinos”.
Rumbas todos los fines
Seguidito, de viernes a domingo, son las rumbas en la Misión Vivienda los Ojos de Chávez. No paran. Llegan personas de otros lugares, consumen droga en la azotea y hasta duermen con mujeres. Así lo aseguró María, quien comentó que sufre al final de cada semana por esos despelotes.
“Quisiera regresarme a mi barrio, pero mi mamá no quiere, ya ella está mayor. A mí me gusta salir a rumbear y no puedo por lo peligroso que es llegar aquí”.
Sostuvo que la Operación Liberación del Pueblo (OLP), que hubo este miércoles en la madrugada en el urbanismo, tuvieron que ejecutarla un fin de semana, pues iban a encontrar de todo.
Han dañado las instalaciones, en la torre B le cortaron los cables al ascensor y, de acuerdo con su relato, rompieron algunas de las cámaras de seguridad.
“En la mezzanina hay varios locales del desarrollo socioproductivo, que todavía no están ocupados, y una vez detuvieron a seis chamos que estaban ocultos ahí; eran vecinos de estos edificios”, soltó.
Pidió que la OLP sea constante y haya más patrullaje por la zona, para que le brinde un poco más de tranquilidad a los vecinos.
Lea también: Sacan bultos de productos regulados en OLP de la Av. Bolívar
Participa en la conversación