Justo Noguera, también titular de la CVG, argumenta que los sidoristas no pueden tener una actitud “descarada” hacia el que genera los pagos: el Gobierno.

Ciudad Guayana. El presidente de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Justo Noguera, sostiene que “como venezolano defiendo cualquier manifestación política, siempre y cuando se reclame en términos adecuados”.

Pero segundos después, suelta la idea principal de su respuesta a la periodista Oriana Faoro, de Correo del Caroní: “no voy a permitir que nadie haga proselitismo político”. Así transcurre la grabación en la que el mayor general es cuestionado acerca de los despidos de sidoristas por haber firmado a favor del referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.

Tales ideas las pronunció mientras anunciaba la inauguración de un centro de equinoterapia dedicado a niños con discapacidad funcional en la empresa —la misma que de un récord productivo de 4.300.000 toneladas de acero líquido, número alcanzado en 2007 bajo la administración de la trasnacional Ternium, bajó a 1.050.000 toneladas en 2015, luego de siete años de reestatización.

Para Noguera, no hay contemplación al respecto: “Sidor se respeta. No voy a permitir que nadie haga proselitismo político. El sidorista no necesita que le laven el cerebro, sino que lo ayuden a producir acero”.

Sin embargo, pareció olvidar que, por ejemplo, en un acto de octubre de 2015, Nicolás Maduro estuvo en un acto de la empresa rodeado por los candidatos a diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela; que vallas, afiches y pancartas con las caras de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro tapizan la sede; que los autobuses del transporte, además de lucir a ambos personajes, son utilizados para trasladar a los trabajadores a mítines oficialistas, y que los sidoristas son obligados a participar en cursos de formación ideológica.

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Nicolás Maduro también usó las empresas básicas como plataformas de campaña del PSUV

¿Se lo buscaron?

¿Por qué botar a los trabajadores? La lógica de Noguera apunta a que no hay posibilidad de protestar en contra de quien genera los pagos de la siderúrgica.

“Esa es la realidad: manifestaron contra el Gobierno. ¿Quién genera los pagos? El Estado, Chávez. Ellos mismos se despidieron por su actitud abierta y descarada”, respondió.

El presidente consideró que sí hay posibilidad de disenso, eso sí, de las puertas para afuera: “Si pasan de uno de los portones, yo personalmente los hago sacar”.

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Los despidos de trabajadores públicos en Ciudad Guayana —que aumentaron con las jornadas de firmas por el revocatorio— violan dos principios: el primero es la misma Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que, en su artículo 21, prohíbe “las discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona”.

En el segundo caso faltan, además, al Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo, “relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación”.

Pero nada de eso ocupa a Noguera. Lo reafirmó en frente de los periodistas una y otra vez. Y por si acaso, al final recalcó que: “el que aparezca (firmando) otra vez, también se va a ir”. Las amenazas se producen por toneladas en Sidor. Tal parece que más que el acero.

Fotos: Cortesía Correo del Caroní


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