Presos de la PGV no soltarán más rehenes hasta que se cumpla lo que piden

Los reos de la Penitenciaría General de Venezuela, en Guárico, exigen al Ministerio para el Servicio Penitenciario que trasladen a 1.5000 reclusos a ese penal. Trabajadores tienen cuatro días secuestrados, sin alimentación.

Caracas. “Tengo miedo de lo que pueda pasar adentro de la cárcel, mi papá es diabético y no tiene sus medicamentos, además no les están dando comida para presionar que se haga lo que ellos digan”, soltó la hija de un profesor de 56 años, secuestrado desde este lunes dentro de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV), en el estado Guárico.

El rehén permanece con otras 20 personas más y sus parientes desconocen bajo qué condiciones. En las pocas oportunidades que han recibido llamadas les dicen que solo han tomado agua y que desde el martes no les dan comida.

“Estamos demasiado angustiados, no sabemos a quién pedirle ayuda. Mi papá tiene 27 horas sin comer, necesita su medicación. Nos angustia su vida, su salud”, expresó la joven.

Otra mujer, con tres parientes secuestrados, comentó que les han quitado las franelas a los hombres y los ubican en la línea de fuego, como amenaza: “Les ponen su ropa con la intención de que sean confundidos por la Guardia”.

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A las 7:00 pm de este jueves, los reclusos soltaron a 23 personas. Solo dejaron dentro a mujeres —dos de ellas embarazadas— y a quienes necesitan tratamiento, con la intención de presionar mucho más.

“No los han maltratado físicamente pero sí psicológicamente. Me contó uno de los trabajadores que dejaron en libertad el jueves que les dicen: ‘te llegó tu hora’, los apartan del resto y disparan al aire, para que los otros piensen que los mataron; los quieren asustar”.

Los reos exigen al Ministerio para el Servicio Penitenciario el traslado de 3.000 internos hacia ese recinto pues, según información extraoficial, no tienen ingresos monetarios porque hay menos población y el cobro de “la causa” (mensualidad que se paga al pran), por ende, es menor.

El secuestro de 47 personas comenzó la mañana de este lunes cuando enfermeras, profesores y custodios llegaron a su jornada laboral. Los familiares se enteraron a través de mensajes que les enviaron pidiendo ayuda.

Ese mismo día soltaron a tres personas y trascendió que, presuntamente, el viceministro de Asuntos para la Paz, José Vicente Rangel Ávalos, fue quien medió con los internos y por eso este jueves liberaron a 23.

Ahora demandan a la PGV 1.500 presos más, a cambio de soltar a los 21 rehenes que quedan.

“Ya sabemos quiénes controlan las cárceles y son los pranes. Nos parece un descaro de la ministra Iris Varela que diga que en las cárceles no hay pranes. La PGV es sumamente peligrosa, es el hampa pura que manda ahí”, expresó el yerno de uno de los retenidos.

Miedo de la GNB

Parientes consultados por Crónica.Uno temen que los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) disparen contra los privados de libertad de la PGV y muera uno de los rehenes.

“Ellos los están poniendo en la línea de fuego y son nuestros familiares. Tenemos miedo de que la GNB dispare y maten a un inocente, porque siempre que pasa algo en esa cárcel los que mueren son a manos de ellos”, dijo un familiar.

Los uniformados mantienen trancado el paso a la cárcel desde una distancia de cinco cuadras, aproximadamente. Varios parientes no se han movido del lugar a la espera de escuchar noticias de los secuestrados.

Denunciaron que la ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, no ha ido a mediar ni a darle respuesta a los parientes. Pero tampoco permite que funcionarios de la Fiscalía o la Defensoría del Pueblo vayan a la penitenciaría, otra de las peticiones de los internos.

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“El martes una de las rehenes estaba comunicándose por el chat de Facebook y nos dijo que los presos exigían a la Fiscalía, pero el ministerio no autoriza que vengan”, explicaron parientes.

Luego de cuatro días de secuestro están atemorizados de que los reclusos tomen otras acciones que pongan en peligro la vida de los trabajadores: otra de las exigencias de los privados de libertad es que les permitan el ingreso de alimentos y no ha sucedido.

“No les quieren pasar comida para presionarlos a que los suelten y eso me da miedo, además hay personas con enfermedades que necesitan alimentarse bien”.

Desde la PGV, de acuerdo a información extraoficial, los pranes ordenan secuestros, cobran “vacunas” a grandes negocios, y mandan a reparar comunidades que los apoyen.

Trascendió que les llegan gandolas cargadas de alimentos y los venden al mayor y al detal.

El martes 2 de agosto, la ministra Varela declaró en un programa del canal Venevisión, que en las cárceles no había pranes: “Esa figura yo la desconozco, siempre la he desconocido. No hay organizaciones con rangos ni privilegios entre las personas que se encuentran privadas de libertad”.

Foto referencial: Pedro Izzo


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