PSUV busca sacar a “infiltrados” e ineficientes en renovación de sus líderes comunitarios

Dirigentes de base del partido explicaron que la tolda roja está revisando sus estructuras estadales y municipales para atender las problemáticas políticas, económicas y sociales.

Caracas. Ocho años después de que fueron nombradas por primera vez por Hugo Chávez, la famosa estrategia de las “tres R” (Revisión, Rectificación y Reimpulso) vuelve a tomar fuerza dentro de la dirigencia comunitaria del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que realiza una evaluación de sus estructuras parroquiales para mejorar su funcionamiento. “Sabemos de gente que supuestamente es roja rojita y que en realidad son infiltrados asumiendo roles en el partido”, señaló Arelis Marcano, integrante de una Unidad de Batalla Bolívar-Chávez (UBCh) en la parroquia El Valle.

El evento que impulsó la revisión dentro del chavismo hace ocho años fue la derrota en los comicios sobre la Reforma Constitucional de diciembre de 2007. Esta vez la causa es similar: la pérdida de la Asamblea Nacional (AN) en los comicios de diciembre de 2015. “Se va hacer una evaluación y el que no esté cumpliendo con sus funciones va a ser remplazado”, indicó Lesbia Sánchez, quien también es dirigente del partido en El Valle.

El vicepresidente de la tolda roja, Diosdado Cabello, llamó a reforzar los liderazgos locales del PSUV, lo que incluye la “revisión” de los equipos estadales y municipales. Este proceso se está dando a través del “Congreso de la Patria”. Las UBCh y los Círculos de Lucha Popular (CLP) llevan a cabo asambleas en las parroquias y las reuniones culminan con propuestas que son remitidas al Congreso por el delegado de la zona.

“Se están formando nuevos líderes para las comunidades. Se está reforzando la parte cultural en la comunidad. Se está haciendo un plan de siembra con la gente de la Universidad Simón Rodríguez. Se hacen actividades deportivas y recreativas con los jóvenes”, explicó Marcano.

Los Clap contra las colas

En el plano económico, el Gobierno está apostando a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) como estructura organizativa para garantizar que los alimentos lleguen a las comunidades y no sean revendidos por los bachaqueros.

“Tenemos una economía netamente petrolera y estamos impulsando los motores productivos y fortaleciendo los Consejo Comunales. A las instituciones se les está pidiendo eficiencia”, indicó Sánchez.

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Ambas dirigentes negaron que se utilicen criterios partidistas para la distribución de los alimentos y señalaron que los Clap realizan un censo por sus parroquias para la entrega de la bolsa de comida. Se aspira a que este beneficio —que actualmente se entrega cada 20 días— sea otorgado semanalmente, de acuerdo con las necesidades de cada familia.

“Para pertenecer a un Clap no se pide tener ideología política. Sabemos el problema que existe con la alimentación y no se hace distinción entre uno y otro”, aseveró Marcano.

Las líderes de El Valle se mostraron optimistas y consideraron que con los cambios el partido tendrá un mejor desempeño en las comunidades. “Uno sabe que hay limitaciones, pero el proceso está bien encaminado, se está haciendo un trabajo importante”, opinó Marcano.

Foto referencial: Cristian Hernández


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