Renuncia de Josef a la Vinotinto difícilmente producirá un cambio en el banquillo

El goleador del Atlanta United pidió no ser convocado mientras Dudamel sea el técnico.

Caracas. La renuncia de Josef Martínez a la Vinotinto no cayó de sorpresa. Al menos en su entorno. El goleador de la MLS ya venía sopesando la idea desde el término de la Copa América y no apareció en la lista para el amistoso con Colombia de este mes.

“Una cada vez más deteriorada relación con el seleccionador nacional y un trato que no se corresponde con el compromiso total que he demostrado con la selección”, le impiden al futbolista del Atlanta United seguir defendiendo la camiseta, casi siempre sentado en el banquillo de suplentes bajo el ciclo de Rafael Dudamel.

El comunicado que colgó en sus redes, además de hacer pública su decisión, parece dirigido a denunciar un ambiente interno insostenible en el seno de la selección y que requiere una intervención urgente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) antes del inicio de las eliminatorias. El responsable de que el ambiente se enrarezca, a su juicio, es Dudamel.

Prefiero no estar hasta que llegue un cambio que permita recuperar la esencia de lo que es verdaderamente representar a un país y no a un proyecto personalista. Espero entiendan el dolor que para mí representa esta solicitud, pero más doloroso es formar parte de algo que ha dejado de ser la Vinotinto de todo un país para convertirse desde lo interno en un espacio de intereses individuales”.

“A la FVF mi agradecimiento y total compromiso para defender a Venezuela cuando vuelva a ser así, a la selección, al país”, escribió el atacante.

¿La dimisión de Martínez producirá más renuncias al combinado para intentar forzar un paso al costado del DT o una acción del presidente de la FVF? Es difícil saberlo, pero ya hay un antecedente. En 2015 Fernando Amorebieta desistió de continuar con la Vinotinto y seguidamente 15 jugadores enviaron una misiva exigiendo la renuncia de la directiva federativa por unas declaraciones del presidente Laureano González, donde, muy en su estilo, el siempre ausente mandamás del despacho de Sabana Grande denunció un “complot” de los futbolistas para sacar a Noel “Chita” Sanvicente.

Los resultados no acompañaron al técnico guayanés, quien a la postre renunció. Y como por arte de magia, la relación entre jugadores y federativos mejoró cuando llegó el nuevo entrenador.

El detalle es que la personalidad de Dudamel es muy distinta a la del actual técnico del Caracas. El yaracuyano no duda en imponer mano de hierro o tomar las medidas disciplinarias pertinentes cuando lo considera. Sanvicente juega más a la conciliación.

Más allá del indiscutible liderazgo de Martínez en el plantel, su petición de cambio de timonel luce muy improbable, incluso si cuenta con el respaldo de los peso pesados del seleccionado. Dudamel tiene toda la intención de cumplir su contrato. Y si bien un sector de la Federación lo adversa y hay directivos que ni le dirigen la palabra, con un presidente que lo que hace es delegar, no parece haber posibilidades reales de aventurar un cambio de rumbo, menos con los apoyos “extra futbolísticos” con los que cuenta el otrora portero.

La Vinotinto seguirá con los que vengan. Y su juego será práctico y alejado del gusto de los aficionados. ¿El ruido fuera de la cancha seguirá con más renuncias? No se sabe. De seguro sí lo habrá del negocio millonario de las sedes del Premundial, las suplencias incomprensibles de algunos futbolistas cuyo agente es el mismo de Martínez o las implicaciones de un cambio de uniformes para ahorrar dinero. ¿El fútbol?  bien gracias.


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