La represión arreció y la policía lanzó lacrimógenas hasta desde los helicópteros

Una lluvia de gases tóxicos y escuadrones motorizados de la policía atacaron a los manifestantes que intentaban ir al centro de Caracas por quinta vez.

Caracas. Una lluvia de bombas lacrimógenas cayó sobre la autopista Francisco Fajardo cuando manifestantes opositores intentaron, por quinta vez, dirigirse hacia el centro de Caracas para protestar en contra de Nicolás Maduro. Algunas de las lacrimógenas, incluso, fueron lanzadas desde un helicóptero de la policía que sobrevoló el lugar.

El llamado del primer mandatario a que se celebren elecciones en el país no convenció a los manifestantes, quienes consideraron que sus palabras son una “trampa” para que la gente se desmovilice. “Esa es una estrategia del Gobierno para aplacar a la gente”, indicó el dirigente comunitario del 23 de enero, Julio César Díaz, minutos antes de que comenzara la movilización.

La represión de los cuerpos de seguridad fue encarnizada. Esta vez no hubo saludos, ni palabras de por medio. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) tomó la autopista, a la altura de Chacaíto, y disparó decenas de bombas lacrimógenas contra las personas, que inmediatamente tomaron posiciones y se atrincheraron. Agarraron los peñascos que encontraron en los alrededores y empezaron a lanzarlos contra las barreras militares. “Resistencia, resistencia”, gritaban, como lo han hecho en protestas anteriores.

Pero esta vez la GNB mostró la intención de disolver a las personas rápido. Cuatro vehículos blindados de ese cuerpo militar se posicionaron en la autopista —dos por cada sentido— y desde ellos salieron ráfagas de bombas que hicieron que las personas fueran retrocediendo hasta llegar a la altura del CCCT.

Algunos se reagruparon y volvieron a trancar la Fajardo a la altura del distribuidor Altamira. Sin embargo, un helicóptero de la policía avistó rápidamente a las personas y poco después llegaron decenas de funcionarios en motos que volvieron a cargar contra los marchistas disparando bombas y perdigones.

Pero la Policía no se conformó con restituir el paso en la autopista. Los motorizados continuaron subiendo por Altamira y disparando a diestra y siniestra, en un intento por acabar con la movilización. Subieron incluso hasta Los Palos Grandes y dispararon los gases tóxicos, de nuevo, dentro de residencias.

Como resultado de la acción, la diputada Delsa Solórzano fue herida por una bomba en el pecho y fue traslada hasta la Policlínica de Las Mercedes. Luego denunció que el centro clínico en el que se encontraba fue también atacado con gases.

El cantante “Nacho” también fue visto en la autopista y en Chacaíto. Sin embargo, su presencia no disuadió a las autoridades de reprimir a los manifestantes. Cuando intentó acercarse a los GNB estos le acusaron de montar un “show” y dispararon contra él también.

A las 2:30 p. m. se mantenían focos de protestas en El Rosal y Altamira, mientras la policía seguía merodeando y accionando las armas antimotín de manera periódica.

En su cuenta oficial de Twitter la Guardia Nacional mostró fotos de botellas indicando que se trataban de bombas molotov que los manifestantes les lanzaban. Señalaron que hay tres manifestantes detenidos por esta razón, pero no especificaron sus nombres.

Piden seguir en las calles    

Minutos antes de la movilización, el dirigente vecinal del 23 de Enero, Julio Díaz, relataba que había sido agredido el mismo día en que fue atacado el diputado Juan Requesens, a las afueras de la Defensoría del Pueblo. Con un ojo morado y cinco puntos debajo de su nariz explicó que le habían pegado con un objeto de madera antes que al diputado. “Un pequeños grupo nos agredió, pero seguimos en la calle”.

Consideró que, a pesar de lo dicho por Maduro, la oposición debe continuar en las calles:

No creo que la dirigencia de la oposición pise esa concha de plátano podrido. Si la Asamblea no tiene sus competencias no puede haber elecciones”.

Gustavo Fuentes, dirigente de Primero Justicia en la parroquia Macarao, consideró que el anuncio de Maduro demuestra el efecto de la presión nacional e internacional sobre el Gobierno. “Hay que mantener y seguir presionando, el CNE es el que tiene que anunciar las elecciones”, expresó.

Otra persona, que prefirió la reserva de su nombre, sostuvo que, debido a los cierres de vías y de estaciones del Metro se vino caminando desde Catia hasta Chacaíto y que debió evitar a los “colectivos” que acosan a quienes se dirigen a las manifestaciones. “Eso de las elecciones es una trampa, no hace las presidenciales porque sabe que va a perder”, indicó.

Fotos: Francisco Bruzco


Participa en la conversación