Mientras protestaban en Párate Bueno y en la Redoma de India, en otras barriadas de esas parroquias los consejos comunales sorteaban pocas cantidades de carne de cochino para numerosas familias. Se presentaron discusiones y desacuerdos al momento de la lotería.
Caracas. Decepcionados y molestos se encuentran los vecinos de Antímano y La Vega porque a su mesa no llegará el pernil prometido por el Gobierno durante la campaña de las elecciones municipales. Horas antes del Día de los Inocentes les informaron que el Ejecutivo envió pocas piernas de cerdo, por lo que había que someterlas a un sorteo público para beneficiar a algunas familias.
En horas de la noche del miércoles, cuando se desarrollaba la protesta en el sector Párate Bueno (Antímano) por el retraso en la entrega de las cajas Clap y del combo navideño, los voceros de los distintos consejos comunales recibieron la instrucción de convocar a la comunidad y rifar perniles para evitar más protestas callejeras. Medida que generó molestias en algunos sectores.
En el sector Las Terrazas del barrio Carapita, en Antímano, de 60 familias registradas, 36 participaron en el sorteo de tres perniles, cada uno a un costo de 60.000 bolívares. De los “ganadores”, echaron para atrás a un ciudadano porque no vive en el sector, lo que produjo una fuerte discusión con insultos subidos de tono entre la familia del ganador y una de las voceras del consejo comunal.
Simultáneamente a esta reunión, en el sector El Manguito, de Carapita, también rifaban el pernil, pero con el detalle de vender 700 gramos por persona, es decir, que una pieza sería dividida entre varios vecinos. Algunos aceptaron la propuesta, mientras que otros expresaron inconformidad.
[irp posts=”78814″ name=”Antimano y La Vega reclaman en la calle pernil y bolsas Clap”]Situación similar se vivió en la parte baja de La Vega, donde agruparon a los habitantes y les expusieron la intención de rifar los perniles por mitad. Estos tenían que decidir si el proceso se haría por casa o por familia. Los miembros del consejo comunal les alertaron que no se quejaran si se decidían por grupo familiar y en una vivienda se llevarían hasta dos perniles.
Seguidamente, cada vecino ganador debía decir el grupo al que le darían la otra mitad. El producto se vendería en 55.000 bolívares. Y es que la molestia vecinal se produce porque para muchas personas que llevan semanas sin poder comer carne por lo elevados precios y la escasez tenían la esperanza de comprar el pernil, pero ésta se desvaneció al informarles que la distribución se haría por sorteo.
En varias zonas de Caracas y en el interior del país desde la semana pasada hay protestas porque no han distribuido el pernil prometido y hay retrasos en la entrega de las bolsas de comida.
El pasado 27 de diciembre, el presidente Nicolás Maduro dijo que el pernil no llegó por un saboteo. “¿Qué paso con el pernil? lo sabotearon, lo sabotearon puedo decirlo de un país, Portugal. Estaba listo porque compramos todo el pernil que había en Venezuela pero teníamos que importar pero (sic) nos persiguieron las cuentas bancarias”.
Con todo, la cancillería de Portugal respondió este jueves. El ministro de Asuntos Exteriores, Augusto Santos, negó que la falla en la venta de pernil fuera por sabotaje e indicó que “el gobierno portugués no tiene poder para sabotear el pernil”.
Con información de Francisco Bruzco
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