Río de aguas residuales colapsó área de nefrología del hospital Luis Razetti de Barcelona

río de aguas residuales

Desde 2015 el área de diálisis bajó la santamaría al dañarse las siete máquinas con las que contaba. En esa fecha, pese a un informe que catalogaba el lugar como inadecuado, el servicio fue remodelado pero nunca entró en funcionamiento porque los trabajos se perdieron debido a las filtraciones que no fueron reparadas.

Barcelona. Existe un adagio popular que reza “la paciencia tiene un límite”, ese límite lo alcanzó este lunes el personal médico y de enfermería que labora en el área de Nefrología del hospital Luis Razetti de Barcelona, estado Anzoátegui.

Un río de aguas residuales, que circula libremente desde hace cuatro meses,  inundó los pasillos del lugar que sirve de descanso y atención para pacientes y enfermeras, y terminó de colapsar una zona que, durante una inspección realizada en 2010 por técnicos del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), determinó que era inadecuada para albergar esa unidad.

Angela González es médico nefrólogo adjunto y sostiene que pese al informe emitido por el IVSS, en 2015 el entonces gobernador  Aristóbulo Istúriz, emprendió una serie de reformas que “no sirvieron de nada. Este es un hospital muy viejo y esta área ya no puede estar aquí”.

La nefróloga afirmó que: El bote de aguas servidas viene de otro piso y está peor desde hace cuatro meses. Las autoridades saben de este problema pero no hacen nada para resolverlo, hemos pasado cualquier cantidad de oficios pero esto no les duele. Los pacientes corren riesgo de contaminarse porque en un cateterismo pueden contraer una bacteria, el personal vive enfermo con afecciones respiratorias.

A la par de la inundación, el sitio es un cementerio de equipos dañados y algunos en buen estado a los que todavía no se les ha dado uso. Sin embargo, se encuentran arrumados en un espacio que estaba destinado a convertirse en un quirófano, el cual tras ser remodelado en 2015, nunca entró en funcionamiento.

colpasó el área de nefrología
Equipos nuevos están arrumados sin que los pongan a funcionar. Foto: José Camacho

Como consecuencia de las filtraciones, las paredes exhiben una película de moho que los médicos aseguran que es un foco de contaminación, el cual, de no atacarse, tendría graves consecuencias para el personal.

¿Cómo podemos ponerle un catéter a un paciente en medio estas condiciones? La actual directora del Razetti [Tibisay Triana] estuvo por aquí, vio las aguas corriendo por los pasillos, pero no hizo nada. Estamos en riesgo de contraer una infección en cualquier momento. En la sala de diálisis todo lo que se hizo se perdió, porque no atacaron el problema de las filtraciones que siempre existieron pero empeoraron y esta sala se contaminó y en ese estado es imposible atender a un paciente que requiere cuidados especiales, refierió la enfermera Aracelis Castillo.

La profesional señaló que hace 10 años acudía mensualmente al centro asistencial un médico del hospital Pérez Carreño de Caracas a realizar fístulas (unión de venas con arterias para evitar la colocación de catéteres a los pacientes) pero eso hoy es imposible tras las condiciones del quirófano.

Cinco años y contando

En 2015, la unidad contaba con siete máquinas para diálisis en las cuales eran atendidos 36 pacientes mensualmente.

A finales de ese año, el grupo tuvo que ser referido al centro del hospital adscrito al Seguro Social, Domingo Guzmán Lander, ubicado en el sector Las Garzas de Barcelona, puesto que desde esa fecha las máquinas se dañaron y bajaron la santamaría.

Lo único que sirve es la máquina de osmosis que tiene capacidad para trabajar con 16 unidades de diálisis, las siete que tenemos aquí  en la entrada del quirófano muestran un cartel de ‘máquina dañada’. Pese a todo esto, el servicio de Nefrología funciona con la consulta externa y la biopsia renal, que por cierto el único centro hospitalario del oriente del país donde se realiza es aquí en el Razetti, en este servicio atendemos a 80 pacientes semanales, pero con esta situación ¿cómo hacemos? Están en riesgo de contaminarse, sostuvo la jefa del servicio, Denia Arzola.

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El deterioro de la infraestructura es una amenaza de contaminación. Foto: José Camacho.

La nefrólogo González afirmó que una de las especialidades que sufre las consecuencias por la falta de las máquinas de diálisis es la de obstetricia. Indicó que muchas de las muertes maternas que suceden en el área son madres con cuadros de preeclampsia que sufren de injuria renal aguda y al no recibir la diálisis se incrementa su riesgo de muerte.

De las cuatro camas disponibles que hay en Terapia Intensiva, tres están ocupadas por pacientes de obstetricia y en la mayoría de las ocasiones hay que trasladarlas para el seguro de Las Garzas o, los que pueden, a las cuatro unidades extrahospitalarias privadas que hay en la zona, si esto estuviese operativo no fuese necesario el traslado y muchas madres se salvarían, dijo.

Yaritza Guaregua, jefa del Departamento de Medicina, cuenta que en pleno siglo XXI tienen que trabajar aplicando técnicas de los años 80 por la falta de insumos que padecen en el servicio.

Aquí hacíamos a la manera antigua, con un catéter agudo, la diálisis peritoneal, pero eso no lo podemos hacer ahora porque no tenemos insumos para trabajar. Estamos aquí porque amamos este trabajo y si no hacemos estos planteamientos, cierran el servicio y no pasa nada.

Si bien los galenos son conscientes de que en el hospital se han realizado trabajos en las áreas de Emergencia, Cirugía de Mano, Área Blanca, Obstetricia y, más recientemente, en el servicio de Radioncología del hospital Klebber Ramírez Rojas, instaron al gobernador Antonio Barreto Sira a destinar una nueva área para el servicio de Nefrología porque donde se encuentran actualmente no es apta para prestar atención a los pacientes.


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