Santos y Maduro garantizan apertura gradual de frontera colombo-venezolana

Reunidos en Puerto Ordaz, los presidentes de Colombia y Venezuela anunciaron que se permitirá el paso peatonal entre 6:00 am y 9:00 pm y prometieron reforzar medidas para frenar el contrabando.

Ciudad Guayana. Con Puerto Ordaz militarizada, trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) pidiendo ser escuchados sobre la situación del sistema eléctrico y escoltados en un campamento donde últimamente los atracos son norma, el de Macagua (base del complejo hidroeléctrico Antonio José de Sucre); se reunieron los presidentes de Colombia y Venezuela para acordar el cese del cierre fronterizo.

El anuncio preliminar fue que a partir de este sábado se permitirá el paso en cinco puntos de la frontera pero solo para peatones. El horario: entre 6 de la mañana y 9 de la noche.

Atrás quedaron dimes y diretes desde el 19 de agosto del año pasado, cuando Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera y expulsó a cientos de familias colombianas por señalarlas de traficantes y responsables del desabastecimiento de comida.

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Puerto Santander, el paso entre Cúcuta y Táchira, el puente José Antonio Páez,  Arauca, Paraguachón y Puerto Carreño serán los primeros puntos habilitados para el tránsito.

Luego de una reunión privada que se extendió durante un par de horas la tarde del 11 de agosto, Maduro y Santos detallaron, además, que habrá ciertos requisitos para los peatones: documento de facilitación fronteriza, carné especial para los transeúntes constantes y otro para estudiantes.

Nuevas medidas

En la reunión —a la que no fueron invitados los medios regionales— también participaron las cancilleres de ambos países: María Ángela Holguín y Delcy Eloína Rodríguez.

Pero no fue solo el tema del tránsito lo que ocupó las agendas. Además de eso, los presidentes detallaron un plan conjunto para combatir el contrabando.

“Van a operar conjuntamente las autoridades para perseguir los crímenes transnacionales, y eso es muy importante porque va a facilitar que el resto de la frontera pueda fluir efectivamente”, apuntó Santos.

Resta esperar más anuncios acerca del paso vehicular y sobre la apertura de otros puntos en esta “nueva frontera”, como la denominaron ambos jefes de Estado a partir del encuentro de este jueves.

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Sin efecto

El 19 agosto del pasado año Maduro cerró la frontera luego de que tres militares resultaran heridos mientras realizaban labores contra el contrabando. Las autoridades señalaron que fueron emboscados por paramilitares.

A los días, el mandatario decretó el Estado de Excepción en cinco municipios del estado Táchira, medida que se extendió para Amazonas, Apure y Zulia. El Gobierno, más allá de lo ocurrido con los efectivos, argumentaba que el contrabando hacia Colombia era el responsable de la escasez de productos en el país.

En aquel momento, el Presidente indicó que “hasta tanto no se restablezca la normalidad no voy a abrir la frontera, hasta que dejen el ataque. Digan lo que quieran, pero no voy a abrirla, es mi responsabilidad”.

Al poco tiempo las autoridades enviaron efectivos al Táchira y lanzaron una Operación de Liberación del Pueblo (OLP), y en zonas de San Antonio —como el barrio La Invasión— numerosas casas fueron demolidas y más de 1.000 colombianos deportados. Ante la agresión, otros colombianos se marcharon voluntariamente.

Semanas después. el paso se permitió para los estudiantes y las personas con tratamientos médicos. Pero igual el tránsito a través de los trochas no se llegó a controlar.

En febrero de este año. el Gobierno asomó la posibilidad de abrir la frontera, sin embargo, en julio tuvo que autorizar el paso debido a que la severa escasez hizo que un grupo de mujeres en Ureña presionara a las autoridades para ir Colombia a comprar.

Tras ese episodio, durante dos fines de semana se le permitió a los venezolanos adquirir productos en Cúcuta (Colombia) y más de 50.000 personas lograron cruzar el puente Simón Bolívar.

Efectivamente, el cierre no generó ningún efecto, porque el desabastecimiento responde a la caída de la producción por el control de precios y la restricción en la entrega de dólares. Solamente en Caracas la ausencia de artículos regulados supera el 80 %, y en el interior es mayor.

Foto: AVN