Se necesitan 17 rollos de manto asfáltico y 8 cuñetes de pintura para recuperar la Catedral de Caracas

A propósito de ello, Monseñor Adán Ramírez, Deán de la Catedral, ha emprendido una campaña en redes sociales para invitar a colaborar con las reparaciones del templo que alberga los restos de parte de la familia del Libertador. Los problemas estructurales incluyen fallas del sistema eléctrico, obstrucción y deterioro de los drenajes.

Caracas. Es sede de la Arquidiócesis de Caracas y tal vez la edificación religiosa más importante de la ciudad. Su mérito no solo le viene de su acervo arquitectónico, de los aires coloniales que le confieren el Pópulo, el Pilar y la Trinidad, tres capillas formidables que son el trazo y la huella colonial en una estructura que es considerada un hito en la ciudad. Su distinción más importante está impresa en las páginas de la historia nacional, donde la Catedral quedó asociada a los sucesos más cruciales.

Hoy su historia dista mucho del protagonismo del pasado. Según los feligreses, la Catedral de Caracas parece relegada en los planes municipales de rehabilitación. El abandono y descuido de la Fundación para la Protección y Defensa del Patrimonio Cultural de Caracas escriben el capítulo de deterioro, de un bien que fue declarado Monumento Nacional en la Gaceta Oficial N.° 25.413, emitida el 23 de septiembre de 1957.

A propósito de ello, Monseñor Adán Ramírez, Deán de la Catedral, ha emprendido una campaña en redes sociales para invitar a colaborar con las reparaciones del templo que alberga los restos de parte de la familia del Libertador. El santuario, donde además fue bautizado Simón Bolívar en 1783 y donde reposaron sus restos desde 1842 hasta 1876, exhibe las marcas de las filtraciones. Los problemas estructurales incluyen fallas del sistema eléctrico, así como obstrucción y deterioro de los drenajes.

“Seguimos trabajando ante las dificultades de orden estructural de la Catedral: filtraciones, sistema eléctrico, drenajes”, publicó Adán Ramírez en sus redes sociales. “Sigo contando con ustedes. Estos presupuestos dan dolor de cabeza. Ya no tenemos ni para un Atamel”, ironizó el rector. En esta ocasión, se requieren 17 rollos de manto asfáltico, 8 cuñetes de pintura (blanco colonial), 6 cuñetes de praimer y otros materiales para la impermeabilización, corrección de frisos, iluminación y recuperación de paredes.

No es la primera vez que el Deán de la Catedral, quien suma 25 años en el sacerdocio, pide ayuda a través de las redes sociales para mitigar las secuelas que provocan el tiempo y la falta de mantenimiento a la planta física de la sede de la Arquidiócesis. En enero de este año, el presbítero solicitó el auxilio de sus feligreses para poner el marcha el reloj de la Catedral, una pieza de gran valor histórico, que forma parte de la identidad caraqueña.

El reloj de la Torre Catedral de Caracas fue construido en Londres e instalado en 1888 bajo la presidencia del Dr. Rojas Paúl. Lo fabricó José Rodríguez Lozada, conocido por haber donado el reloj de la Puerta del Sol de Madrid. De acuerdo con la tradición oral de la ciudad, a finales del siglo XIX la plaza Bolívar de Caracas era una suerte de club social donde los visitantes se despabilaban con la hora del reloj más prominente de la ciudad.

Pero no solo la infraestructura de la iglesia requiere mantenimiento, las imágenes centenarias también demandan restauración urgente. En el Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007, elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural, la Catedral es reseñada como una iglesia de forma rectangular, con cinco naves separadas por arcadas y una fachada de composición simétrica.

Según la ficha técnica del IPC, esa joya de la arquitectura está conformada por tres cuerpos con pilastras y cornisas neoclásicas. Su nivel superior remata en un frontón lobulado. Hoy todos aquellos rasgos distintivos, incluido el capulín octogonal que corona la obra, están deteriorados.

Su construcción remite al siglo XVI, cuando en el mismo lugar se construyó la primera iglesia de la ciudad de Santiago León de Caracas, a la cual le sucedieron otras construcciones, hasta dar paso a la catedral actual. La edificación vigente fue iniciada en la segunda mitad del siglo XVII y concluida en las primeras décadas del siglo XVIII. A lo largo de su existencia ha sufrido importantes modificaciones como ampliaciones, eliminación del tercer cuerpo de la torre campanario, cambios en los materiales de su cubierta y en la forma de sus columnas, aumento de la altura de fachada, entre otras.

Para colaborar, los feligreses pueden hacerlo a través de Banesco, cuenta 0134-0307-463073086337, Rif J 30471530-7, Capitulo Metropolitano de Caracas. C.m.c-@hotmail.com.

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Fotos: Archivo y Cortesía


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