El dirigente nacional de La Causa Radical denunció que tres camionetas del Servicio Bolivariano de Inteligencia lo siguieron hasta su casa en la noche de este miércoles.

Ciudad Guayana. Todos los asistentes al foro El rol de la sociedad civil en el contexto venezolano actual vieron las dos camionetas afuera de la sede del encuentro: el Colegio de Ingenieros de Puerto Ordaz.

Eran plateadas y no tenían identificación. Pero no eran solo las camionetas rondando. Eran, también, los funcionarios que estaban en ellas, fotografiando a todos los que entraban en el edificio.

Uno de los ponentes del encuentro, Andrés Velásquez (dirigente nacional de La Causa Radical, exgobernador de Bolívar y exdiputado a la Asamblea Nacional), ya en el uso del micrófono, las identificó y las denunció: era el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).

Cuando la reunión terminó, las alarmas de Velásquez comenzaron: las camionetas estaban detrás del carro en el que iba a su casa (en la parroquia Unare, de Puerto Ordaz). Pero nada quedó allí: los funcionarios estacionaron las camionetas afuera de su casa.

Hostigamiento continuado

En la noche, Velásquez salió de su residencia. Los vecinos también fotografiaron las camionetas, que siguieron varias horas en frente. El exdiputado denunció que lo siguieron después de haber salido.

“Alerto. A esta hora tengo fuerte asedio del Sebin en mi residencia”, escribió en su cuenta de Twitter. La persecución ocurrió días después de que Nicolás Maduro lo acusara a él y a su compañero de partido y diputado a la Asamblea Nacional Américo de Grazia de ser “pranes del oro” que “deben desaparecer”.

“La #NarcoDictadura de Maduro no acosa ni persigue al ELN, pero cerca la residencia de Andrés Velásquez y de su familia. Justo ahora en Ciudad Guayana. Les molesta que develemos su traición a la patria. Entregando nuestras riquezas y subordinándose al terrorismo (…) Velásquez no tiene bienes de fortuna, no tiene escolta, no tiene armas. ¿Por qué lo acosa el Sebin con tres vehículos en su casa. ¿Delito? Ganarles la gobernación, denunciar las mafias del oro, del hierro, de las cabillas, del aluminio, más la presencia del ELN en Guayana”, escribió De Grazia.

Después de las 8:00 de la noche, el teléfono celular de Velásquez estaba apagado. No se comunicó con sus compañeros de partido ni con sus cercanos después de salir de su casa.

Fotos: Cortesía / Jesús Miguel Hernández


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