Silencio de operadores del Metro durante una contingencia viola procedimientos de seguridad

operadores del metro

Ante la falta de información en trenes averiados, las personas se desesperan e intentan abrir las puertas y salir, pero hacerlo sin orientación puede complicar la situación. La sugerencia de oro es esperar las indicaciones del personal operativo. Si tales indicaciones no lleguen, y es necesario salir del tren, las personas deben mantener la calma, organizarse, activar la palanca de emergencia que abre la puerta, pasar a la caminería y avanzar hasta llegar al andén de la estación más cercana. 

Caracas. Al ocurrir una contingencia en el sistema Metro de Caracas, una de las primeras cosas que deben hacer los operadores es brindar información para disminuir la  incertidumbre y preparar a los usuarios para las posibles acciones, como el desalojo de trenes, por ejemplo. Pero los operadores del Metro no están informando como lo establecen los procedimientos de la empresa. 

Cada vez son más frecuentes las eventualidades en las que la información y las indicaciones de los operadores no llegan a los usuarios, o tardan mucho en llegar. 

“La clase obrera continúa trabajando con dedicación y esfuerzo para garantizar un funcionamiento de calidad y seguro”, dijo Edison Alvarado, presidente del Sindicato de Trabajadores del Metro de Caracas (Sitrameca), en un comunicado interno enviado al personal de la empresa el pasado miércoles 21 de agosto. 

Vulnerabilidad cada vez mayor 

Pero contrario a lo afirmado por el sindicalista, lo que está a la vista de los ciudadanos es que la situación de vulnerabilidad en el Metro es cada vez mayor. 

11.050 fallas

El sábado 17 de agosto en la mañana, cuando ocurrió el descarrilamiento de un tren entre las estaciones Los Dos Caminos y Miranda, transcurrieron más de 10 minutos sin que se le ofreciera a los usuarios ningún tipo de información. 

“En esos 10 minutos faltó la información al usuario. Si ocurre algún incidente en la vía o en el tren, lo que procede es pararlo para chequear. Inmediatamente se le informa a los usuarios que el tren permanecerá unos minutos detenido. El CCO [Centro de Control de Operaciones] activa el procedimiento, chequea la situación, y si implica el desalojo se informa al operador del tren para que este informe a los usuarios”, explica el ingeniero Ricardo Sansone, coordinador de la asociación civil Familia Metro.

“Eso debe ocurrir durante los cinco minutos después de haber sido detenido el tren; a los 12 minutos ya debería estar desalojado”, apunta el ingeniero. 

El lunes 19, también en la mañana, un tren tardó aproximadamente 35 minutos entre las estaciones Plaza Sucre y Capitolio (cuatro estaciones). Nunca se explicó a los usuarios el motivo del retraso. El tren fue desalojado a las 8:30 am. en Capitolio, donde se informó que el mismo presentaba una falla. 

Otra anomalía que se está presentando con frecuencia es que trenes fuera de servicio entran y salen de las estaciones sin que se les informe a los ciudadanos apostados en los andenes que “el tren que está ingresando a la estación no presta servicio comercial”, como establece el procedimiento. 

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La solución pasa por que el personal cumpla con los procedimientos

Sobre el caso del descarrilamiento, explica Sansone que “si no se da información la gente empieza a pensar que chocó el tren, que lo voltearon, que hay un terremoto; piensa cualquier cosa, y empieza a buscar la solución que crea más oportuna, porque nadie le soluciona la situación ni le da información”. 

Para el ingeniero, la solución no está en decirle a los usuarios cómo actuar en cada una de las situaciones que se pudieran presentar dentro del sistema. La solución ante la falta de indicaciones del personal operativo está en el propio personal operativo y en quienes gerencia la empresa. “Lo que hay que corregir es la falta de información”. 

La recomendación de oro para Sansone se dice fácil y pudiera parecer insuficiente, pero es la que, a su juicio, garantiza la seguridad de los usuarios: “Deben esperar las indicaciones del operador”. 

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“La norma número 18 del Metro de Caracas establece que si el usuario tiene alguna emergencia en el sistema debe acudir al operador, porque él está capacitado para ayudarle. Todo lo que tiene que ver con el usuario lo tiene que manejar el personal operativo”, afirma. 

Orientar al usuario en cualquier situación

Una fuente con más de 28 años de experiencia en la gerencia de mantenimiento de la empresa, que prefirió resguardar su identidad, coincide con Sansone al asegurar que, ante una eventualidad, ninguna acción debería ser tomada por iniciativa de los propios usuarios. 

“El personal operativo tiene entre sus obligaciones atender, orientar al usuario en cualquier situación que se presente. Cumplir los procedimientos es la mejor manera de afrontar las contingencias en el Metro de Caracas, pero los procedimientos no se están cumpliendo”, afirma la fuente. 

“Cuando se va la energía, al tren le queda una batería que puede durar mínimo una media hora, tiempo suficiente para informar y orientar a los usuarios sobre las medidas que se deben tomar. Esta información es clave para poder calmarlos”, resalta. 

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Foto: Luis Morillo

Si pasa el tiempo y esta información no se da, y es necesario abrir la puerta, la fuente recomienda “mantener la calma, ordenarse, activar la palanca que permite abrir la puerta, tratar de salir calmadamente hacia la caminería y, por ella, dirigirse a la estación, y desalojar las instalaciones”.

No obstante, las condiciones actuales en las que se encuentran los túneles dificulta el recorrido, pues muchos carecen de iluminación. Además, hay que tomar en cuenta que algunos eventos implican el corte de energía, pero otros no.

De ahí que lo que garantiza la seguridad de los usuarios al desalojar el tren es que esta evacuación se haga bajo la guía de un personal calificado. 

Ambos consultados coinciden en que la preparación del personal que actualmente labora en el Metro está en tela de juicio porque o los procesos de formación son muy breves, o entran directamente por el sindicato de la empresa, sin el nivel de instrucción que se requiere para desempeñar funciones en el sistema. 

La fuente que prefiere quedar en el anonimato asegura que “no hay planificación, ni seguimiento, ni estrategia porque el personal que está ahorita gerenciando el Metro, son puros compadres, técnicos 1 que los sacaban a marchar y a los que ahora, como premio, les entregaron las gerencias”. 

Un presidente durante sus primeros 30 años y 12 en los últimos 22 años

A partir de 2005, explica, en la empresa metieron la politiquería. “Se sustituyó la mano de obra calificada por compadres afectos a un color o partido político, pero también se dejó de comprar repuestos y equipos, materiales, herramientas y maquinaria básicas y estratégica para cada nivel de mantenimiento”.

Todo esto habría traído como consecuencia el deterioro que hoy se observa en el sistema y que vuelve vulnerable a los ciudadanos que hacen uso del mismo. 

Después de que el ingeniero civil José González Lander terminara su periodo de 30 años al frente del Metro de Caracas en 1997, la fuente asegura que han pasado por la empresa aproximadamente 12 presidentes, de los cuales siete han sido militares. “El resultado está a la vista”.  

Sansone sostiene que llamados como ‘camine por la derecha’, ‘mantenga una distancia prudencial de la franja amarilla’, ‘espere ser atendido por un operador’, ‘evite cargar paquetes de gran tamaño’ o ‘permanezcan de pie durante su estadía en la estación’ tenían dos fines: que el nuevo usuario conociera la norma y que el usuario permanente no las olvidara. 

Hoy ese proceso de educación prácticamente no existe en el sistema, el deterioro campea y  los usuarios siguen haciendo uso de un sistema de transporte masivo que llegó a ser la gran solución para Caracas pero que hoy ha perdido, en gran medida, su oferta de rapidez, seguridad y confort. 


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