Sindicalistas respaldan paro pero deben blindarse ante amenazas gubernamentales

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Líderes sindicales apoyan el anuncio de Guaidó del 1° de mayo donde convocó a un paro escalonado. Sin embargo, aseguran que empleados públicos deben protegerse de un gobierno que no tiene escrúpulos. Consideran que Maduro no tiene la capacidad ni la disposición de resolver la crisis generada por él mismo. Informan que más de 1000 empleados públicos han sido despedidos desde el 23 de enero por oponerse a las políticas oficiales.

Caracas. Líderes sindicales ven en el paro escalonado una oportunidad para unir las luchas que están dando los empleados públicos en pro de la restitución de los derechos laborales secuestrados por el gobierno de turno en estas dos últimas décadas.

Aunque las dependencias oficiales están prácticamente en una parálisis funcional, la propuesta no es producto de una decisión de los trabajadores ante la deficiente gestión de su patrono. Fallas de transporte, reducción de horarios por los cortes en el servicio eléctrico, renuncias masivas, problemas de alimentación, imposibilidad de pagar pasajes, falta de papelería y herramientas de trabajo, entre otras situaciones, han dado como resultado un inactividad obligada de gran parte de la administración pública.

Sin embargo, a través de mecanismos inapropiados e ilegales, como la incorporación de cooperativas o de milicianos —sucede mucho en el Metro de Caracas y en el Instituto Nacional de Parques (Inparques)— el Gobierno se las ingenia para mantener operativa una parte de las instituciones.

Representantes gremiales dicen al respecto que esos trabajadores —que no cumplen con la preparación requerida por la ley, además están fuera de las convenciones colectivas— hasta firman contratos individuales y forman sindicatos patronales, lo que resta fuerza a la lucha laboral.

Llamado a la sindéresis 

Líderes gremiales como Jesús Serrano, Iván Freitez, Marlene Sifontes y Pablo Zambrano respaldan el llamado a paro escalonado realizado por Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) y presidente encargado de Venezuela (Art. 233), el pasado 1° de mayo, pero aseguran que los trabajadores deben protegerse ante un patrono inescrupuloso.

Se está llamando a la sindéresis de los trabajadores, a que entendamos que con este régimen no vamos a lograr nada. Lo que queremos es que los pocos trabajadores que aún apoyan al Gobierno se apeguen a este llamado, sostiene Jesús Serrano, secretario de organización del Sindicato de Trabajadores de la Cancillería.

El último recurso legal que les queda a los trabajadores públicos, dice Serrano, es el paro escalonado hacia una huelga general en apoyo al cese de la usurpación. “Es la única manera que nos queda de presionar en favor de los trabajadores y de la democracia venezolana”.

Para Serrano, los trabajadores que aún tienen dudas deben entender que “hay que darle un parao a este régimen que no tiene la posibilidad de resolver los problemas que él mismo nos ha creado”.

En el caso de la Cancillería, explica el líder sindical, “los mismos trabajadores se van a tener que sumar a esta lucha porque la misma dinámica de deterioro los va a llevar a eso”.

Denunció el amedrentamiento contra los empleados públicos e informó que en el mes de marzo, a los tres primeros miembros de la junta directiva del sindicato, el ministro [Jorge Arreaza] y varios directores solicitaron el desafuero sindical ante la Inspectoría del Trabajo para neutralizar nuestras acciones, esto es un asedio en contra de la libertad sindical.

Paro escalonado con protestas laborales movilizadas

Ivan Freitez, de la Federación de Trabajadores Petroleros de Venezuela, enfatiza que el sector laboral es el que más ha manifestado en la calle. “La idea es unir todas esas luchas hasta llegar a una gran protesta general para que cese la usurpación”.

Denunció que más de 1000 trabajadores del sector público han sido despedidos o sometidos a jubilaciones forzosas por motivos políticos desde el 23 enero hasta la fecha, de ellos más de 100 pertenecen al sector petrolero. Esto ha incrementado el descontento en el sector laboral, el cual superaría 90 %.

Ante este panorama, hasta los trabajadores que forman parte de los gremios afectos a Maduro se están sumando a esta lucha. Todos los días se están sumando. Y más a partir de lo que ocurrió este 1° de mayo, día en el que no vimos a nadie salir a decir nada sobre el aumento. Nadie está asumiendo ese tema, dijo Freitez.

Para el sindicalista, “la idea es hacer de este paro escalonado una jornada de protestas laborales movilizadas. La empresa petrolera, y la administración pública en general, está prácticamente paralizada. Por eso lo que estamos viviendo, y por lo tanto, lo que estamos promoviendo es atípico”.

Explicó el trabajador petrolero que hay actividades que los trabajadores pueden paralizar (en el sector salud o en el sector educación) mientras que otras que están apenas funcionando no se paralizarán porque terminarían generando un efecto contraproducente (como el sector eléctrico y el servicio de agua).

Lo que queda activo de los servicios básicos (agua, luz) se mantendrá activo, vamos a garantizar que lo mínimo que se está produciendo le llegue a los ciudadanos, pero en el marco de jornadas de protestas laborales movilizadas que al final lleven a una huelga general que permita el cese de la usurpación, concluyó.

Los sindicatos seguirán su propia dinámica de lucha

Desde la Secretaría de Organización del Sindicato de Inparques, Marlene Sifontes sostiene que el movimiento sindical tiene su propia dinámica de lucha —que no arranca con este llamado a paro escalonado, sino desde mucho antes— y que esa dinámica de lucha se mantendrá frente a la política que tiene el Gobierno en contra de la clase trabajadora venezolana.

“Juan Guaidó lo que ha hecho al convocar a este paro escalonado es tratar de interpretar el sentir de la clase trabajadora, la cual le ha planteado la realidad que se vive en la administración pública y todos los problemas que estamos padeciendo los trabajadores”, expresó Sifontes.

Los trabajadores vamos a seguir en la calle denunciando lo que está pasando en nuestras instituciones, afirmó la dirigente sindical, quien explicó que a Inparques pretenden incorporar 20.000 nuevos trabajadores sin la formación requerida por la ley y sin resolver la precariedad que afecta actualmente al instituto, en el que no hay ni botas para los guardaparques.

Se muestra de acuerdo con la huelga, pero advierte que a eso no se llega por decreto: “La huelga general no se decreta, se construye desde abajo, desde las asambleas de trabajadores, y en ese trabajo desde las bases vamos a continuar”.

No es correcto ir al trabajo con un símbolo que pueda ser ocasión de ataques

Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de Fetrasalud y miembro de la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV), dijo que están con la política del cambio en Venezuela porque no ven solución a la crisis que padecen los trabajadores y todo el pueblo venezolano.

“Hay un descontento generalizado en el sector de los trabajadores, pero hay una presión permanente por parte del Gobierno. La cadena durante la mañana de hoy (2 de mayo) mostrando a los militares es parte de esa presión; también están los civiles armados”, afirmó Zambrano.

Dijo que ante todos esos mecanismo de presión, “la clase trabajadora tiene que cuidarse; no es correcto ir al trabajo con un símbolo porque pueden ser atacados; tenemos que cuidarnos de un patrono que no tiene escrúpulo”, alertó Zambrano. Y añadió: “Nosotros tenemos nuestra propia dinámica y las formas de luchas las estamos estableciendo. Los trabajadores van a seguir protestando porque no hay respuesta a nada. Lucharemos sin descanso y sin inmediatez”.

Sobre los sindicatos que apoyan al gobierno de Maduro, Zambrano sostuvo que las bases están de este lado, eso está más que demostrado; esa dirigencia perdió el norte y eso lo entiende el trabajador claramente. La base de esa gran fuerza que fue el oficialismo está descontenta, desencantada y sin esperanza, y por eso se suma a esta lucha.


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