La disminución de la flota de unidades de transporte público originó la circulación de camiones y cavas que prestaban el servicio, inclusive con un precio mayor al estipulado. Desde el 25 de mayo, este transporte improvisado ha salido de circulación luego de la retención de varias unidades en la sede del INTT.

Maracay. No ha hecho falta que los transportistas en Aragua decreten un paro en el servicio. Técnicamente, 92 % de las líneas de transporte público están inoperativas, lo que constituye una casi total paralización que hace mella en la región desde principios de año, cuando el Frente Unido de Transporte (FUT) advirtió sobre la imposibilidad de mantener sus unidades en circulación ante la escasez de insumos y repuestos y el alto costo de los mismos.

En septiembre de 2017 existían, aproximadamente 6700 unidades de transporte público, distribuidas en 84 líneas privadas para rutas urbanas, interurbanas y extraurbanas, de las cuales 70 están registradas en el FUT; la mayoría se encuentra a media máquina.

Juan Bosco, secretario general del FUT, admite que muchas de las líneas urbanas han tenido que eliminar rutas ante la escasez de unidades operativas. La línea Los Samanes, por ejemplo, ya no circula hacia sectores como 13 de Enero y La Esmeralda. La mayoría de los transportistas solo está circulando por las zonas y sectores de mayor concurrencia y, si acaso, en un solo turno, que generalmente es el mediodía.

Con ello, los dueños de unidades pretenden mantener activos sus vehículos por más tiempo, aunque saben que, en cualquier momento, tendrán que apagarlos porque resulta imposible y oneroso repararlos. Hasta ahora, según cifras del FUT, las líneas de transporte urbano y suburbano tienen 60 % de las unidades paralizadas y solo 8 % de los autobuses en cada línea están parcialmente operativos.

De 300 autobuses, cuenta Juan Bosco, refiriéndose a la línea que cubre el municipio Mariño, solo hay 20 circulando a media máquina.

La ausencia de unidades es evidente. Basta observar la gran cantidad de usuarios que deben esperar hasta tres y cuatro horas en una parada o embarcarse en unidades improvisadas como camiones y cavas para llegar a sus destinos.

Pero la proliferación de vehículos particulares prestando el servicio también ha mermado, sobre todo desde hace una semana, cuando unas 50 unidades particulares fueron retenidas por funcionarios del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT) en la región, por no estar autorizadas y aptas para el traslado de pasajeros, según se conoció de manera extraoficial. Fue este lunes 28 cuando los vehículos fueron devueltos a sus propietarios con la advertencia de que no podrán trasladar pasajeros.

Así que también ha quedado fuera de circulación la peligrosa e improvisada solución que los usuarios aragüeños habían encontrado para movilizarse, por lo menos en los cascos centrales de los principales municipios, pues, para las zonas suburbanas, el único medio de transporte que encuentran los usuarios es lo que de manera jocosa ha pasado a denominarse como “transbaranda”o “perreras”.

En Maracay, por ejemplo, ya no es común encontrarse camiones y cavas transportando pasajeros, que, por cierto, cobraban un precio mayor al estipulado, que va de 3000 bolívares para rutas urbanas y 5000 para las suburbanas. Muchas de las unidades improvisadas cobraban hasta 10.000 y 12.000 bolívares por usuario.

Caminar es la única alternativa que le ha quedado a los ciudadanos.

Transaragua no cubre la demanda

En octubre de 2017, solo entre 85 y 90 unidades de Transaragua —de un total de 140 unidades Yutong que fueron asignadas a la empresa— estaban operativas; una flota que solo representaba 0,1 % del parque automotor de transporte público en el estado y que para entonces movilizaba entre 12 % y 15 % de los usuarios de la entidad en 14 rutas distribuidas en los 18 municipios de Aragua.

En marzo de 2018, el propio gobernador admitía que la empresa contaba solo con 70 unidades operativas, pero una fuente extraoficial e interna de la empresa gubernamental aseguró que “Transaragua cuenta, si acaso, con 48 unidades medianamente operativas para cumplir con las 20 rutas establecidas”.

Para inicios de 2018, la empresa gubernamental contaba con una flota de 60 unidades minis, de las cuales solo 28 estaban operativas; 136 unidades de 12 metros y apenas 15 estaban óptimas. Mientras que de las 30 que conformaban el circuito de Transmaracay, solo cuatro seguían circulando. De dos unidades tipo expreso marca Kamaz, solo una se mantenía en circulación, mientras que una unidad tipo rusa estaba inoperativa totalmente por falta de cinco cauchos, de acuerdo con las estimaciones ofrecidas por la fuente —quien pidió la reserva de su identidad.

Así que la empresa oficialista tampoco ha escapado al deterioro y disminución de la flota de unidades. La realidad queda en evidencia en las larguísimas colas que, a diario, se forman en un terreno donde, de manera improvisada, funciona desde su creación el servicio de transporte oficial Transaragua. Allí, Crónica.Uno pudo constatar que son insuficientes las unidades operativas de la empresa oficial para cubrir la demanda de usuarios. Transaragua también padece la paralización de unidades por falta de mantenimiento y repuestos. Prueba de ello son las más de 15 unidades que están dañadas e inoperativas en ese terreno baldío perteneciente a la municipalidad de Girardot, y que funge como terminal central.

transporte - aragua

Pero, a escasos seis días de las elecciones presidenciales y de legisladores, el gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres, una vez más ofreció optimizar el servicio, y, para ello, hizo entrega de cinco nuevas unidades de transporte público. Esto como parte de las promesas hechas por Nicolás Maduro durante el cierre de su campaña en Maracay, el pasado 12 de mayo. Las unidades forman parte del convenio Venezuela-China.

Durante el acto de juramentación de los diputados regionales electos, el gobernador de la entidad sostuvo: Aragua, al igual que otros estados, cuenta con unidades de última generación para el bienestar de todos los usuarios. He solicitado a todos los transportistas trabajar en equipo y así poder brindar un mejor servicio al pueblo.

También ofreció a los transportistas privados la asignación de 800 pailas de aceite automotriz. Pero los favorecidos tendrán que llevar sus unidades hasta la sede de la Comandancia General de la Policía de Aragua, donde se les realizará el respectivo cambio de aceite a las unidades. El propósito es evitar cualquier mal uso de estos productos por los choferes o dueños de las unidades.

Al transportista que se descubra negociando los productos que sean suministrados por el Estado bolivariano, como aceites, baterías y cauchos, se le decomisará la unidad, que pasará de inmediato a manos del gobierno regional para ser colocada al servicio de los usuarios, advirtió, según reseña del diario oficialista Ciudad Maracay.

Transaragua tiene su terminal central en los espacios del parque de ferias de San Jacinto. Allí, bajo el inclemente sol o bajo la lluvia, los usuarios deben hacer interminables y prolongadas colas para abordar una unidad. Aunque extraoficialmente se supo que la empresa aplicaría un nuevo ajuste en el precio del pasaje de 1000 a 2000 bolívares a partir del 28 de mayo, en el terminal solo se aprecian algunos carteles improvisados, en los que se anuncia la reducción de una hora en el servicio. A partir de la presente fecha, Transaragua solo circulará hasta las 8:00 de la noche.

Durante el primer trimestre de 2018, Transaragua ajustó sus tarifas de 750 bolívares a 1000 bolívares. Dos meses después, la posibilidad de un nuevo incremento es viable, según comentó una trabajadora a Crónica.Uno. La empresa no cuenta con punto de venta, por lo que las recargas de las tarjetas de los usuarios deben cancelarse en efectivo, como también el monto del pasaje de aquellos que no cuenten con la tarjeta.

Esta empresa de transporte oficial fue inaugurada en 2013 por el entonces gobernador Tareck El Aissami. En aquel momento, el hoy vicepresidente de la República prometía unas modernas instalaciones del terminal de Transaragua, que fueron proyectadas en maqueta y en planos de distribución por el orden de los 6,6 millardos de bolívares.

Cinco años después, solo hay una estación central rudimentaria que se inunda cuando llueve porque el terreno no está asfaltado y que ha servido como estacionamiento para las unidades chatarra. Aún así, el gobernador Marco Torres exhibió como un logro de su gestión la inauguración —el pasado mes de marzo— del terminal de transferencia de Transaragua que cubrirá los municipios Ribas, Sucre, Lamas y Libertador y que funciona en el antiguo pabellón de ferias de San Jacinto.

Ese terminal de transferencia solo cuenta con tres desgastados toldos, donde se resguardan los cientos de usuarios que, a diario, se embarcan en las unidades de Transaragua.

Fotos: Cortesía


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