Una flota prácticamente paralizada, precios de repuestos y lubricantes por las nubes, falta de efectivo y chips de combustible bloqueados son algunos de los problemas que aquejan el sector.

San Cristóbal. Angélica Rivas es usuaria del transporte público. Como muchos otros tachirenses, ve con preocupación cómo las unidades de transporte van desapareciendo y toman auge las llamadas “perreras”, que no son más que camiones que trasladan personas sin la más mínima seguridad, razón por la cual ya se han registrado heridos y fallecidos en todo el territorio nacional.

Uno necesita salir y si uno vive en Táriba, camina muchísimo, con el riesgo de la lluvia, que un carro nos arrolle o que nos roben, como ha pasado. A nadie parece importarle la situación. Nadie busca una salida. Estamos cansados de caminar por horas para llegar a los trabajos. Los zapatos se nos dañan rápido y no alcanza el dinero para comprar otros”.

En efecto, en la zona andina se ha presentado un temporal, lo que agrava la situación, pues los torrenciales aguaceros que deben soportar quienes, como Angélica, prefieren caminar o los que usan estas “perreras”, generan muchos problemas de salud, sobre todo en las vías respiratorias.

Víctor Velasco, expresidente y actual tesorero del Sindicato de Transporte del estado Táchira, lamenta que los tachirenses deban caminar tantos kilómetros a diario para llegar a sus casas, así como el uso de medios de transporte que no son adecuados para el traslado de personas y que ponen en riesgo a los usuarios.

En nombre del gremio que representa, ha vuelto a manifestar la preocupación por la grave crisis que atraviesa el sector en el estado. Aseguró que menos de 10% de la flota está operativa actualmente e hizo referencia a la suspensión, en lo que va de año, de más de 1000 TAG de combustible a unidades de transporte urbano y suburbano por parte de PDVSA. Reitera que esta crisis fue anunciada con mucha antelación al Ejecutivo nacional y reprocha la inacción del Gobierno en esta materia. “Nosotros lo advertimos desde hace más de cinco años: si no se atendía el gremio, esto iba a pasar, pero no nos prestaron atención. Ahora nos achacan el problema a nosotros”.

“Quizás haya transportistas que se aprovechan para hacer cosas indebidas, pero no pueden meternos a todos en el mismo saco. Al que se preste para vagabunderías que lo sancionen, pero deben abrir una investigación”, puntualizó.

Las busetas desaparecen por la dificultad para adquirir los repuestos y hacer mantenimiento básico de las unidades

Enfatizo Velasco en la necesidad de dotar a las unidades de transporte de insumos, pero resaltó que dicha entrega debe hacerse a toda la flota, no a unos pocos. Tenemos carros parados por lubricantes, cauchos, repuestos, por muchas cosas y nadie nos ayuda. Quienes trabajan lo hacen bajo su propio riesgo porque no hay manera de reponer un caucho, de hacer un cambio de aceite. Están incomprables los insumos.

Indicó el directivo sindicalista que se necesitan cerca de 10.000 cauchos solo para dotar las unidades de transporte de las rutas urbanas y suburbanas, pues vale resaltar que cada autobús necesita seis cauchos para desplazarse.

Para esta semana se realizará una asamblea de transportistas, en la que los temas para tratar son los TAG de combustible, insumos, rutas operativas y horarios.

Fotos: Ana Barrera


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