El embalse sobrepasó los 248 metros sobre el nivel del mar, pero aun suspendiendo el racionamiento, los cortes de luz podrían volver por deficiencia térmica.

Alixel Cabrera / @AlixelCabrera

Maracaibo. Solo falta un pronunciamiento por parte del Gobierno para el levantamiento del Plan de Administración de Carga (PAC) o racionamiento que interrumpe el servicio eléctrico en los estados del interior del país por tres horas diarias. El Guri ya cumplió con el objetivo trazado por el vicepresidente Aristóbulo Istúriz para la suspensión de la medida ahorradora: extraoficialmente se conoce que excedió la cota 248 metros sobre el nivel del mar.

Aunque el Ejecutivo anuncie de inmediato el fin del PAC, la prontitud de la medida, junto con un bajo desempeño del parque termoeléctrico nacional solo reporta que los cortes eléctricos desaparecerían hasta agosto y en esa fecha volverían, por un incremento cíclico de su demanda. Esta vez, probablemente los racionamientos no serán programados, sino que se atribuirían a fallas y paradas de equipos por mantenimientos, asegura José Aguilar, consultor en sistemas eléctricos.

De acuerdo con sus cálculos el parque termoeléctrico solo produce de 5.000 a 6.800 megavatios (MW) al día, a pesar de que el país necesite 10.000 MW. De allí una crisis eléctrica que sale a flote por una sequía de 26 meses.

A pesar de que Luis Motta Domínguez, ministro para la Energía Eléctrica celebre que en promedio, el embalse incremente 26 centímetros diarios en su nivel, esa cantidad de agua no se debe a un aumento considerable de precipitaciones, que según explica Aguilar, aún no sobrepasa el promedio histórico. Aproximadamente 55 por ciento de su subida se debe a la infrageneración producto de la restricción eléctrica del país.

Más de dos meses transcurrieron desde el inicio del esquema de restricción energética que lleva a las provincias venezolanas a reestructurar sus agendas y en ese tiempo solo se elevó la generación térmica un 4%. A pesar de eso, las familias zulianas aseguran no acostumbrarse a las altas temperaturas a las que se tienen que enfrentar en los bloques de racionamiento eléctrico.

“Esto no debiera de continuar, nos hace mucha falta la luz. Si no hay luz, no hay agua. Cuando la quitaban los fines de semana nos quedábamos sin agua la semana completa”, dice Gina Padilla, una ama de casa que asevera estar cansada de los recortes en los servicios públicos de su comunidad en el barrio Cerro el Ávila. “Cuando estoy en la casa salgo para afuera a esperar a que llegue la luz, sin hacer nada porque hay demasiado calor”, agrega.

Zoraya Borges, abogada no obtiene una mejor experiencia. Desde hace dos meses tiene una nueva rutina diaria: “Hemos tenido que resolver con botellitas pláticas con hielo para que los alimentos no se dañen, correr a distribuir los hielitos para usar la nevera como cava y desconectar los aparatos para que no se vean afectados”. Señala que siente malestar cada vez que recuerda que el Zulia es uno de los estados que podría abastecerse solo con sus plantas termoeléctricas, pero no lo logra por no tener un mantenimiento adecuado. “Todo esto es cuestión de voluntad del Gobierno, que ponga a funcionar las cosas y que deje de decir mentiras, porque el pueblo no es tonto”.

Foto: Cortesía Ministerio de Energía Eléctrica


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