Suspendida producción de salsa de tomate, mortadela, gelatina y atún

Las industrias de alimentos enfrentan restricciones para producir y existe el peligro de que se detenga la fabricación de aceite, refrescos, jugos, arroz y mayonesa

Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. En supermercados, abastos y grandes cadenas ya no se ve ni la sombra de la salsa de tomate, del atún y de la mortadela, porque la producción de estos rubros y de otros artículos básicos está detenida ante la falta de materia prima y empaques.

La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cadivea) detalló que existe una larga lista de artículos que están ausentes en los anaqueles e informó que actualmente está suspendida la fabricación de atún, gelatina, mortadela, salsa de tomate, avena, flan en polvo, bebidas en polvo, quesos untables y todos aquellos productos de larga duración.

Pero hay más. Algunos artículos estarían en riesgo de no encontrarse como aceite, refrescos, jugos, galletas, arroz, salchicha y mayonesa por los niveles críticos de inventarios e incertidumbre para su reposición. A lo que se añade la baja disponibilidad de empaques plásticos, vidrio y aluminio.

“No va a dejar de haber comida”, dijo Manuel Larrazábal, presidente de Cavidea, aunque alertó que “no se produce lo suficiente y las industrias están operando al máximo de su capacidad de materia prima. Las empresas operan intermitentemente, porque si no hay tapas o botellas no se puede producir”.

Las industrias de alimentos enfrentan una situación crítica, pues en cuatro meses la producción ha bajado 10%. Larrazábal informó que desde diciembre se advirtió el empeoramiento que tendría la situación del sector a comienzos de 2016 y aseveró que “se han hecho esfuerzos por mantener la producción a pesar de las limitaciones de materia prima y empaques”.

El organismo señala que entre las principales causas de la baja producción está la falta de acceso a las divisas, dado que el pasado año el Gobierno no aprobó dólares para cancelar la deuda con los proveedores de materia prima y equipos, la cual asciende a 1,6 millardos de dólares.

Datos oficiales revelan que las asignaciones de Cencoex para importaciones y otros conceptos tuvieron un descenso de 64% el pasado año, y en los otros mecanismos como Sicad y Simadi el recorte fue mayor.

También impacta el control de precios. Larrazábal destacó que existe un rezago y los incrementos de precio no permiten cubrir los costos de producción, lo que ha bajado la capacidad de respuesta de los productores. En ese contexto, dijo que se requiere la revisión de los precios de la harina de maíz precocida, arroz, pasta y aceite.

El tercer factor es el ausentismo laboral que es superior a 30%. Los voceros del sector señalaron que en más de 80% de las calificaciones de despido, la autoridad no ejecuta los procedimientos.

En ese contexto, el organismo propone permitir el acceso a las divisas para lo cual se tiene que reconocer la deuda y definir un mecanismo de refinanciamiento con bonos de la deuda del Gobierno o de Pdvsa. Adicionalmente, se debe incentivar la producción y ajustar los precios.

Foto: Cristian Hernández


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