A los tachirenses se les va la vida en colas… para la gasolina, la comida, el dinero y, ahora, para comprar un cilindro de gas. Cansada, la población decidió cerrar importantes vías para ejercer presión y ver si así logran que los camiones de Pdvsa Gas vayan a sus comunidades. Palos, cauchos y hasta las mismas bombonas sirven para las improvisadas barricadas.

San Cristóbal. En diversas calles y avenidas, pero, sobre todo, en vías que conducen hacia la frontera, el llano y la zona norte del Táchira, es común ver cómo los habitantes de sectores vecinos cierran el acceso vehicular en busca de respuestas por parte del Gobierno. Últimamente lo hacen para exigir gas.

Los habitantes de estas zonas no encuentran otra manera de hacerse escuchar

La crisis en los servicios se agudiza a medida que pasan los días y los tachirenses han comprobado que con el cierre de las vías es que han podido lograr alguna respuesta, por lo que este tipo de protestas se incrementa.

Quienes van a la frontera deben madrugar, pues el paso por El Mirador lo cierran a la altura de la alcabala que lleva ese mismo nombre, al igual que en Zorca y los dos Capachos. Con cilindros de gas de todos los tamaños, habitantes de estas zonas exigen que los camiones de Pdvsa Gas lleguen a las comunidades, pues han denunciado en reiteradas oportunidades que estos solo llegan a quienes pagan.

Los vecinos recurren a lo que tienen a mano para cerrar las vías

Pasos alternos a la frontera, como la vía a Rubio y Peribeca, también son cerrados con bombonas, palos y cauchos. Meses tienen sin ver un camión en estas comunidades, por lo que se han reunido y tomaron esa decisión para presionar la entrega de los cilindros llenos.

Lamentamos que quienes vayan a la frontera tengan que caminar o regresarse, pero es la única forma en la que podemos hacer presión”, dijo Orlando Mendoza.

De igual forma, en la autopista Antonio José de Sucre y en la avenida Libertador, en Lobatera, Seboruco, Tienditas y en municipios de la zona norte del estado hacen lo propio.

Versiones extraoficiales indican que las cisternas no llegan debido a que se registra un retraso por parte de los buques que llevan el gas a la planta de llenado en el estado Zulia. Igualmente hay fallas en el suministro por los constantes cortes de luz y el robo de cables de alimentación.

Vale acotar que la planta de Bajo Grande es la que normalmente surte a esta zona, pero debido a la situación eléctrica en la zona y al robo de los cables, las cisternas deben ir a la planta de fraccionamiento de Ulé, la cual surte a doce regiones del país, lo que genera más retrasos, además de que las distancias son más largas en comparación con Bajo Grande.

Aunado a esto, la flota de cisternas del estado Táchira es muy baja, ya que una parte de ellas se encuentra inoperativa por falta de mantenimiento. Estadísticamente, se sabe que en el Táchira se consumen 15 cisternas diarias, por lo que se deberían tener más de treinta y solo se cuenta con 20, un déficit difícil de cubrir.

Las colas en las cuatro plantas de llenado son interminables, incluso desde la noche. Personas con cilindros a cuestas pernoctan en la avenida Libertador a la espera de ser atendidos por los funcionarios de Gas Comunal. Bajo la lluvia y el frío nocturno, se exponen no solo a un resfriado, sino también al robo de sus cilindros, como ya ha ocurrido.

Las colas son interminables

No nos queda de otra. Si no nos atienden cerramos la avenida y la autopista. Hay que presionar”, expresaban molestos mientras exigían ser atendidos.

Fotos: Ana Barrera


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