Tachirenses invierten un tercio del día para surtirse de gasolina

Tachirenses invierten un tercio del día para surtirse de gasolina

Los isleros o bomberos cobran entre Bs. 25.000 y Bs. 30.000 a los conductores para colearlos o darles un trato “VIP” que les permite poner combustible sin hacer cola.

San Cristóbal. Desde tempranas horas de la mañana, las colas empezaban a formarse en las estaciones donde había la sospecha de que iba a llegar el preciado hidrocarburo. Sin embargo, con el paso de las horas, esta espera no daba resultados, pues una a una iban quedando sin el personal que laboraba.

Este miércoles la situación alcanzó su nivel más crítico, cuando las colas mostraban el reflejo de lo grave del asunto. Por ejemplo, la estación de servicio ubicada en La Guacara —centro de San Cristóbal— era de unos tres kilómetros, panorama que se repetía en las pocas estaciones abiertas.

Pasar todo el día en las bombas ya es lo peor que nos ha podido pasar. Tenemos más de 15 años en esto y nadie resuelve esta situación. Se nos va la vida en colas, dijo Óscar Chacón, quien se encontraba en la Estación de Servicio de La Guacara.

Más de 3 kilómetros de colas para poder colocar combustible en Táchira. Foto Ana Barrera

Y el escenario tiende a empeorar con los llamados “coleados”, quienes por no hacer la cola, le pagan a los isleros entre 25.000 y 30.000 bolívares, lo que genera situaciones de violencia dentro de las estaciones en tanto que quienes hacen las colas procuran impedir que estas personas surtan de combustible pasando por encima de ellos.

Aquí ahora todo es un negocio. Los bomberos [isleros] hacen su agosto con los coleados. Imagínese que metan 50 carros coleados a 30.000 cada uno, es un millón y medio. Por eso es que estamos como estamos, dijo María Mantilla, quien con estupor veía cómo colocaban los conos para impedir que los carros en cola pasaran y pudieran ingresar quienes reciben un trato “VIP”.

En lo referente al despacho del combustible, isleros de diferentes estaciones de servicio coincidieron en que la situación, además del conocido contrabando de la gasolina, radica en que hay menos gandolas, pues dado el alto costo de los repuestos, un gran número de estas se encuentran inoperativas, reduciendo drásticamente el ingreso de gasolina a las estaciones de servicio.

Por su parte, el transporte público y el de alimentos poco se vieron perjudicados por la situación, ya que el suministro del gasoil aparentemente se mantiene. Sin embargo, no descartan que en los próximos días la situación les afecte a ellos también.

Fotos: Ana Barrera.


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